(Para los que acusan a Nicolas Maduro de no estar haciendo la Revolución)
Cuando se observa a cualquier especie animal, desde una hormiga hasta un elefante, incluido los llamados seres humanos, se puede corroborar que la primera prioridad de todos los seres vivos, es permanecer con vida. O sea, ante el peligro de perecer van hacer todo lo posible y lo que parece imposible, por estar y permanecer vivos. Ninguna especie se plantea el me voy a sacrificar por los demás, ante el peligro de la muerte.
Los seres humanos que participan en las contiendas políticas no son la excepción de lo que afirmo en el párrafo anterior. No hay en toda la historia de la humanidad, un solo caso, de alguien que haya perdido la vida sin hacer nada para tratar de conservarla. Ni siquiera Jesús el Nazareno, el cual antes de expirar exclamo: ¿"Señor, Señor, porqué me has abandonado"?
La famosa frase de El Libertador: "Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajare tranquilo al sepulcro", no significa que no haya luchado hasta el final para estar vivo y consolidar los sueños por los cuales había luchado.
Para poner un ejemplo de todo lo anterior, es mi caso particular, yo me he jactado toda la vida, desde los 17 hasta a los 84 de edad, que ahora tengo cumplido, de haber sido revolucionario, idealista, luchador por la justicia y hace 25 años socialista chavista y yo no me quiero morir. Con discapacidad para hablar, sin olfato, oyendo por un solo oído y poder moverme sin la ayuda de un bastón más allá de 4 cuadras del lugar donde vivo solo, sea como sea y en las condiciones que sean yo quiero llegar por lo menos a los 90 años. Yo no me voy a dejar matar, sin defender mi vida, ni por Cristo, ni por Chávez, ni por ninguna Revolución. Si me matan es porque no pude impedirlo. ¿Estamos claros en eso? ¿Los que se suicidan? Ese es otro tema.
¿Y por qué toda esta explicación? Pues, porque hay un poco de escritores en esta página web, que tratan de justificar el derrocamiento y muerte de Nicolas Maduro Moros, por haber, según ellos, traicionado a Chávez y su legado histórico.
Si ser valiente, es exponerse ante el peligro y las posibilidades de que te causen la muerte, yo debo confesar que Nicolas Maduro es demasiado valiente, pues aun sabiendo que su cabeza tiene un precio de 15 millones de dólares, hizo una campaña electoral por todo el país visitando más de 300 ciudades y pueblos. Yo habría participado en lo máximo dos concentraciones, una al iniciar y otra al finalizar la campaña.
Esos venezolanos que han arriesgado sus vidas, cruzando el Tapón del Darién para llegar a USA, o los que ahora están guarimbeando quemando centros educativos, asistenciales y de alimentación y puestos policiales, no lo hacen por valentía o porque no quieren vivir mas, sino por la promesa de una mejor vida o por que los atapuzan de drogas y pierden la consciencia.
Otra acusación que hacen a Nicolas Maduro es que ostenta los símbolos de riqueza, lo mismo que hacen los demás ricos del mundo. Yo me pregunto, ¿Si el Papa, que es heredero del humilde y pobre pescador que fue Pedro, discípulo heredero de Jesús El Nazareno, anda en un trono de oro y 500 millones de católicos de todo el mundo lo vitorean y lo aclaman, porque tiene que exigírsele a un obrero sindicalista que llega a la presidencia por voluntad mayoritaria del pueblo, que ande con los pantalones rotos y a pie?. ¿Tiene eso sentido?
Todo ser humano, quiere vivir y quiere hacerlo viviendo bien y en un ambiente donde no haya escasez de lo bienes que le producen felicidad y placer. Asumir que yo solo o mi grupo social, es el que tiene derecho a eso y a costa de los demás, es lo que genera las guerras entre los seres humanos.
Todo golpe recibido en el cuerpo causa dolor y es inevitable, pero seguir sufriendo toda la vida por el golpe recibido es optativo. Así que a los que se sientan afectados por el golpe que sintieron, debido al triunfo de Nicolas Maduro, si quieren seguir sufriendo hasta el año 2031, es una opción personal.
Yo pienso que disfrutar del placer de vivir, sin depender de la bondad o sacrificio de otros, es lo que me da felicidad. Esos son mis ideales y por ellos he luchado, pero no estoy dispuesto a morir por esos ideales, así que, si me toca, como me ha tocado muchas veces, el tener que trabajar para otros o depender de la bondad de otros, lo haré, pues lo más importante para mi es ESTAR VIVO. Así mis queridos lectores dejen de sufrir y vivan y dejen vivir.