La legalidad de lo ilegal

Sábado, 10/08/2024 01:23 PM

En tiempo de mi mocedad existía un personaje en las tiras cómicas, o caricaturas o, como se le llama modernamente, "cartoon network", el protagonista en cuestión se presentaba con el nombre de "Colmillo". En verdad, su simpatía cautivó a millones de televidentes y el privilegio o el superpoder de este era "transformar el bien en mal" y viceversa, es decir, "transformar el mal en bien". No se por qué o cuál razón me impulsa a que cada vez que escucho y observo, bien a través de la mass media internacional o en las redes sociales, las intervención de algún aciago personaje del gobierno estadounidense me recuerda a Colmillo.

Hollywood acostumbró a miles de millones de televidentes a los superhéroes. Evidentemente, cada uno de estos con algún superpoder presto a combatir el crimen y al mantenimiento de la paz, modernamente para luchar contra el terrorismo y el tráfico de drogas. Con un rasgo muy particular, tales superhombres y supermujeres tienen entrada libre en cualquier parte del mundo sin necesidad de visa. De estos recuerdo al Súper Ratón, Súper Man, La Mujer Maravilla, Bat Man, Acuaman, Raven, Flash Gordon, El Capitán América, entre tantos. Cada uno de estos con un superpoder especial, tal como Colmillo quien podía alterar el orden de las cosas, en el sentido de lo que se entiende por bien, es decir, lo que la sociedad (clase dada) considera moral y digno de imitar. Y el mal, con un significado contrario: lo inmoral, digno de condena.

En la modernidad, en esta era de la tecnología, a los superhéroes de las fantasías de las tiras cómicas debo agregar, no a un individuo, sino a una organización con pretensiones similares a la de Colmillo, como es la de manipular a discreción el bien y el mal. Ahora tenemos el gobierno de EEUU quien procura "transformar lo ilegal en legal", y contrariamente, "transformar lo legal en ilegal". Basta revisar la historia y el lector concluirá que esta reflexión no es una exageración del autor.

El 6 y 9 de agosto se conmemora el crimen más horrendo cometido por el gobernante de EEUU, Harry Truman, contra otra nación. Se trata del lanzamiento de dos bombas atómicas (acción ilegal) sobre dos poblaciones civiles sin valor estratégico militar, se trata de Hiroshima y Nagasaki (1945). Esto sucedió cuando ya los japoneses daban la guerra por perdida. Tal barbarie fue causante del genocidio de más de 300 mil víctimas, miles de estas murieron en menos de 3 minutos y otros miles, por los efectos posteriores de la radiación. El presidente de EEUU alegó el derecho a la defensa por la operación de los japoneses durante el ataque contra Pearl Harbor (1941), cuatro años después, además, que dicha acción contribuyó a la rendición del Imperio del Sol Naciente (acción legal). Como se lee, una acción ilegal, el genocidio, por arte de birlibirloque se transformó en legal. Lo que no reseñó la prensa internacional fue que la bomba que cayó en Hiroshima era de uranio 235 y la que se lanzó en Nagasaki era de plutonio 239, los fabricantes y el gobierno de USA estaban interesados en conocer la diferencia entre los efectos mortales de una y otra. 300 mil muertos valieron la pena. En las conmemoraciones recientes en Japón nadie menciona que el responsable del vil genocidio fue el gobierno yanqui, un aciago acuerdo entre Japón y EEUU, hoy aliados, el de no nombrar el culpable de aquella monstruosidad.

El 7 de mayo de 1954 la resistencia vietnamita derrotó al ejército francés, financiado por EEUU, anunciando el final de la Guerra de Indochina. Sin embargo, Estados Unidos, en virtud de la Doctrina Truman y la Teoría del dominó (contener la expansión del comunismo), envió recursos y, a partir de 1964, tropas a Vietnam del Sur para evitar la conquista del norte por los comunista, dando lugar a la guerra entre Vietnam y USA. Mucho sufrimiento le causó este conflicto bélico al pueblo asiático, fue cuando las tropas EEUU utilizaron el napalm contra la población vietnamita. Esta gasolina gelatinosa, o combustible dejó infortunadas secuelas, como malformaciones y cáncer, incluso, hasta los propios soldados de EEUU padecen dolencias por los nefandos efectos. También destruyó una parte importante de los bosques de Vietnam que todavía hoy no se han podido recuperar totalmente. Como se lee, el gobierno de EEUU violó descaradamente el principio de autodeterminación de los pueblos y cometió crímenes de lesa humanidad contra el pueblo de Vietnam (la ilegalidad). Sin embargo, ante una acción ilegal, EEUU siempre encuentra una excusa (la legalidad) para justificar sus aciagas acciones. En este caso, el 7 de agosto de 1964 EEUU entró de lleno en la guerra de Vietnam gracias al consenso (casi unánime) en la Resolución del Golfo de Tonkín. La ley autorizaba al presidente Lyndon B. Johnson a desplegar más fuerzas militares en el Sudeste Asiático, aunque el Congreso no hubiese declarado formalmente la guerra. EEUU prefirió atacar con "moderación" al pueblo de Ho Chi Min. Todo esto en respuesta a los incidentes ocurridos el 4 del mismo mes, en los que se creía que dos de sus destructores fueron atacados por las fuerzas navales de lo que por aquel entonces era Vietnam del Norte. Con el tiempo se comprobó que todo esto fue una vil mentira para justificar USA la guerra contra Vietnam. Otro ejemplo de cómo Washington actúa como colmillo, transformó lo ilegal en legal.

Actualmente el pueblo palestino vive momentos fatídicos como consecuencia del despojo de sus tierras perpetrado en 1948, me refiero al genocidio causado por las tropas sionistas de Israel. Todo esto consecuencia de un acto ilegal practicado por la ONU y el Reino Unido al robarle las tierras a Palestina para entregárselas a los sionistas provenientes de Europa oriental. Muchos años de lucha llevan los palestinos con la intención de recuperar lo que legalmente les pertenece, hasta llegar a la barbarie que está hoy ocurriendo en la franja de Gaza. Una atrocidad que tiene nombre y apellido: Israel que está arrasando con la vida y los hogares de los palestinos de aquella zona y los EEUU, que le suministra armas a los invasores, lo cual conducirá a la aniquilación del pueblo palestino. Evidentemente, de aquella ilegalidad, como es el saqueo de las tierras, los sionistas apelan al derecho a la defensa, como el acto para justificar la muerte de más de 35 mil palestinos en 10 meses, siendo la mayoría de la víctima, niños inocentes. Se hace palmario que ambos gobiernos, EEUU e Israel, pretenden transformar una acción ilegal, vil y criminal, en otra de baladí legalidad como es el derecho a la defensa de Israel, para justificar el cruento genocidio del pueblo palestino.

El 28 de julio el pueblo de Venezuela acudió masivamente a cumplir con el derecho al voto para elegir el precedente de la República Bolivariana de Venezuela. Para tal fin el CNE, la única entidad responsable de llevar a cabo tal evento, cumplió con todas las acciones legales posibles para que más de un decena de aspirantes inscribieran su candidatura, aceptando, cada uno, la entidad del Poder Electoral, como único árbitro de este acontecimiento. Tal como lo viene haciendo, sin problema alguno este organismo, en más de 20 eventos electorales realizados en el país.

Durante la campaña electoral de más de una decena de candidatos, apoyados por diferentes partidos no se produjo ningún incidente, salvo el generado por el aspirante a presidente, el señor Edmundo y su alter ego la goda MCM. Estos dos anunciaron, mucho antes del acto de votación, que el gobierno estaba preparando un fraude, sin presentar ninguna prueba o evidencia que respaldara tal denuncia. No cabe duda, tal acusación era parte de un libreto preparado por el gobierno de EEUU y otros gobernantes vasallos, para justificar actos violentos una vez que se conociera el escrutinio final. Esto, debido a que todas las encuestas daban por ganador al presidente Maduro, cuyo gobierno ha sido atacado mediantes medidas coercitivas y bloqueos económicos por parte de USA y UE.

Nada de lo que se hizo durante la campaña y durante el acto de votación estuvo fuera de la ley, el gobierno y el CNE cumplieron a cabalidad lo contemplado en la ley electoral. Contrariamente a la barrabasada cometida por el grupo que apoyaba a Edmundo y la goda MCM, quienes anunciaron que solo tomarían en cuenta los resultados que ellos presentarían ante las redes sociales y las mass media. Es de entender que, en cualquier competencia y sobre todo en unas elecciones la única entidad que puede emitir los resultados de un escrutinio es el organismo rector o árbitro, en este caso el CNE. Era evidente que el grupo opositor que apoyaba a Edmundo y a la goda MCM estaba cocinando algo vinculado con el guión preparando el gobierno del norte.

Y sucedió lo presagiado. Antes de que el CNE emitiera el primer recuento sobre la base del 80 % del escrutinio que daba por vencedor a Maduro, ya la goda MCM declaró ganador a Edmundo con el 70 % de los votos. Tal como lo había pronosticado, la oposición de derecha, sin prueba alguna, manifestó por las redes sociales y los medios de comunicación que el CNE había cometido fraude. Y lo más sorprendente, que algunos gobernantes como el de Chile, Argentina, Costa Rica, Panamá, EEUU, en menos de 24 h y sin evidencia alguna del fraude, anunciaron que no reconocían al "dictador" Maduro como presidente electo. Era parte del guión. No cabe duda, que la intolerancia con las convicciones políticas de otro es un procedimiento bárbaro que no debe ser tolerado en un país civilizado.

Pero el libreto no solo contemplaba desconocer a Nicolás como presidente, entonces fue cuando se desarrolló la violencia programada, no la del pueblo en protesta por el supuesto fraude, no, reapareció el terrorismo en varias ciudades de país cuyos protagonistas fueron unos mercenarios provenientes de las putrefactas letrinas de la sociedad, asesinos a sueldos, pandilleros que comenzaron atacar e incendiar todo tipo de negocios, desde hogares, casa de partidos, depósitos de alimentos, hospitales, escuelas, sedes policiales, estaciones del metro, camionetas de pasajeros, entre tantos bienes muebles e inmuebles pertenecientes a familias de los que obtienen el sustento para vivir. Era parte de la trama para que los países del mundo divulgaran "fake news" por la prensa comprometida, por las redes sociales y otros medios de desinformación que Venezuela estaba sumida en una guerra civil y cientos de muertos producto de la represión del "dictador Maduro". Se debe resaltar que, quien conspira contra las autoridades establecidas e incita a una cáfila de baja ralea a la violencia está contra Venezuela. Como se ve, todo estaba perfectamente calculado, un acto perfectamente legal, la derecha internacional intentó convencer al mundo, sin presentar una sola prueba, que en las elecciones del 28 j se cometió un fraude. Tal como Colmillo, los agentes perversos pretendieron convertir un acto perfectamente legal, como la elección del 28 J, en algo ilegal de un fraude sin pruebas. Por fortuna no lo consiguieron y el gobierno logró librar la batalla y como siempre salió triunfante.

Los gobernantes, los líderes, los religiosos, los publicistas, la prensa, las redes sociales… mienten con frecuencia y con descaro, sobre todo la goda MCM, por eso voy hacer mía las palabras del filósofo francés René Descartes: "Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado por una vez". Lee que algo queda.

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