La contemplación del legado político del Comandante Chávez se erige como un llamado a la reflexión y el debate acerca de la dirección que Venezuela, América Latina y el panorama global están tomando. Desde que asumió la presidencia de la República, Chávez defendió la idea de un "mundo multipolar" como alternativa al dominio universal liderado por Estados Unidos. En su concepción, esta nueva configuración implicaría la formación de bloques regionales en el Sur, unidos por intereses comunes y con capacidad para influir sobre los asuntos políticos y económicos mundiales. Afirmar que este enfoque fue su objetivo primordial desde el inicio no resulta una exageración. Un antecedente, previo al mandato de Chávez, cuando ya se vislumbraba esta postura:
La victoria de Nicolás, en la disputa de la geopolítica actual, corresponde a una expresión del legado del Presidente Chávez y le da continuidad a La integración de América Latina, como un proyecto de unidad solidaria y articulación entre sus naciones, también fue otro de los pilares fundamentales en la agenda política de Chávez. Trabajó incansablemente para consolidar esta visión, en línea con su perspectiva de un mundo multipolar. Durante su mandato se observó un impulso significativo hacia la consolidación de acuerdos de cooperación y programas que buscaban fortalecerlos lazos entre los países de la región. Esta proyección integracionista no solo apuntaba a potenciar el desarrollo económico y social sino también a promover una mayor autonomía frente a las potencias extranjeras.
Los gobiernos de la República Popular China y de la Federación Rusa manifestaron su reconocimiento al presidente reelecto de Venezuela, Nicolás Maduro, a pocas horas de anunciarse el resultado de los comicios del pasado 28 de julio 2024. El 29 de julio el portavoz de la Cancillería china, Lin Jian, indicó en rueda de prensa que China y Venezuela son "buenos amigos y socios que se apoyan mutuamente". Lin aseveró que su país "concede gran importancia al desarrollo de las relaciones entre China y Venezuela" y que Beijing está "dispuesto a trabajar" con Caracas para "enriquecer el contenido" de su asociación estratégica. El 30 de julio el mandatario de la Republica Popular, Xi Jinping, envió una misiva de felicitaciones al mandatario venezolano en la que indicó que su nación y el país caribeño son "buenos amigos que confían el uno en el otro", además de "buenos socios que caminan hacia un desarrollo común".
China, como siempre, apoyará firmemente los "esfuerzos de Venezuela, para salvaguardar su soberanía y dignidad nacionales, así como la causa justa de oponerse a injerencias del exterior". El líder chino concluyó la misiva indicando que queda "a la espera de trabajar con el presidente Maduro para seguir comandando la sociedad estratégica contra viento y marea entre ambos Estados, hacia nuevas cimas, para así beneficiar a nuestros dos pueblos". Por su parte, el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, también felicitó a Nicolás Maduro por su reelección. "Las relaciones entre Rusia y Venezuela constituyen una asociación estratégica. Confío en que su trabajo al frente del Estado continúe contribuyendo a su progresivo desarrollo en todos los ámbitos", dijo Putin en un telegrama enviado al mandatario venezolano.
La República Bolivariana de Venezuela podría considerarse un pivote o punto medular en el plano de los intereses geopolíticos en la región latinoamericana y caribeña, por la especial trascendencia que tiene el país en términos de recursos naturales y correlaciones políticas a escala continental. Esto certifica que los comicios presidenciales del pasado 28 de julio 2024, constituyen un factor central en la definición del lugar de Venezuela en el sistema-mundo.