El diario de Oscar Heck – el 22 de agosto del 2024

Jueves, 22/08/2024 04:17 PM

Hay un montón de escritores maduristas aquí en Aporrea, algunos nuevos, que se empeñan en repetir la muy desgastada noción de que el actual presidente de Venezuela ha sido fuerte, valiente, y constante frente a todas las adversidades que le ha tocado vivir como presidente desde el 2013, lo cual es cierto hasta cierto punto, como un arquero en una serie final de fútbol, donde, para que su equipo gane, el arquero debe aguantar las incesantes patadas a la cara, a las rodillas, y a las manos propiciadas por los jugadores del equipo opositor.

Yo sé cómo funciona este asunto.

Durante mi adolescencia fui arquero del equipo estrella Bantam (14 años y menor), y aun con todas las patadas que recibía (y muchas) en la cara, las manos, y las rodillas, ganamos todas las partidas, la última 11 a cero, hasta que finalmente me quebraron las dos rodillas y ¡fuera! Nunca más jugué, pero nunca le eché la culpa a nadie, no señor, eso fue culpa mía por no haber usado mi coco lo suficiente para evitarlo en primer lugar, eso es todo.

Pero, volviendo a los escritores maduristas …

La contradicción en el argumento de los maduristas de que el actual presidente de Venezuela ha sido fuerte, valiente, y constante, no toma en cuenta el escenario completo (solo toma en cuenta las patadas y el arquero), por ejemplo, no toma en cuenta a los jugadores del mismo equipo, a los árbitros, y a los fanáticos que estarían en el estadio presenciando la partida. Tampoco toma en cuenta el estadio y las consecuencias a largo plazo, como verán más abajo.

Ven, la verdad es que, a los fanáticos del equipo no les importa cuántas patadas el arquero reciba, no señor, lo que les importa al final es que el equipo gane, y, si el arquero sigue permitiendo, partida tras partida, que los goles entren (sin importar cuantas patadas habría recibido), bueno, entonces simplemente lo cambian por otro que sea más eficaz, si no, los fanáticos no llenarían el estadio y el equipo terminaría en la ruina, y eventualmente desaparecería completamente del escenario deportivo.

¿Verdad?

Así es.

Al final, nadie le va a tener piedad o simpatía al pobrecito arquero --- ay, ay, ay pobrecito arquero --- porque lo que cuenta, son los resultados, no las patadas.

Yo lo sé, porque lo he vivido en carne propia.

Bueno, precisamente lo mismo está ocurriendo aquí en Venezuela con respecto al actual presidente de Venezuela (el arquero) y nosotros (los fanáticos), pero en este caso, tenemos un arquero llorón que siempre usa la excusa de las patadas --- ay, ay, ay pobrecito de mí --- para justificar los cientos de goles marcados en su contra, en vez de enfocarse en encontrar maneras más eficaces de evitar o contrarrestar esas patada.

(Lo que hacíamos en nuestro equipo estrella para ayudar a minimizar las patadas al arquero, era de siempre tener dos o tres jugadores fuertes y despiadados de nuestro equipo supervisando de cerca a los jugadores más despiadados del equipo opositor, cayéndoles a golpes cuando los árbitros miraban hacia otro lado.)

Ahora, sobre las sanciones, las cuales los escritores maduristas incluyen en sus argumentos como patadas al arquero …

Las casi 1000 sanciones aplicadas por EEUU contra "Venezuela" como dicen los maduristas muy equivocadamente (vean esas sanciones aquí), son como 1000 patadas, pero no solamente al arquero (al presidente). Algunas patadas son dirigidas directamente al arquero, pero otras son patadas dirigidas a los jugadores de su equipo (ministros y otros funcionarios), y contra algunos árbitros (miembros de la asamblea nacional), pero, son sanciones INDIVIDUALES, no son sanciones contra los fanáticos (nosotros), ni contra el estadio (el Estado venezolano). Las sanciones contra el estadio (el Estado venezolano) solo empezaron en el 2019, afectándonos a todos, al arquero y a su equipo que ya tenían sanciones individuales, y ahora a los fanáticos (nosotros) debido a las sanciones impuestas directamente contra el estadio (contra la estructura operativa del Estado venezolano: PDVSA, las empresas estatales, y las cuentas bancarias operativas del gobierno y Estado venezolano).

Bueno …

Mientras el arquero deja entrar gol tras gol, desde hace 11 años ya, y mientras los árbitros (la asamblea nacional) se hacen los locos o reciben pago para mirar hacia otro lado, los fanáticos (nosotros) vamos poco a poco vaciando el estadio (el Estado venezolano, por ende, nuestra Nación, Venezuela), cansados de ver tanta ineficiencia y lloradera por parte del arquero y tanta sinvergüenzura por parte de los árbitros.

Además, el estadio (el Estado venezolano, por ende, nuestra Nación, Venezuela) se está cayendo a pedazos a raíz de las sanciones contra el mismo.

¿Y los jugadores de ese equipo (los ministros del madurismo)?

¿Dónde están y qué han hecho para impedir que su equipo siga perdiendo las partidas y para reducir la cantidad de patadas que recibiría su arquero por parte de los jugadores del equipo opuesto (el gobierno de EEUU, la Unión Europea, Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López, María Corina Machado, etc.)?

Es que, no es siempre solamente la culpa del pobrecito arquero llorón, sino también de los jugadores, y a veces de los árbitros corruptos que reciban dinero para mirar hacia otro lado, y también a veces, es la culpa de los fanáticos (los maduristas en este ejemplo).

Bueno …

Hay algunos jugadores que están tan cansados que ya no pueden más, hay otros que andan dormidos en los bancos de jugadores, hay otros engañosos que dicen saber jugar, pero no saben, y hay otros cayéndose a patadas entre ellos mismos o cayéndoles a coñazos a los jugadores del equipo opuesto, pero, también hay un montón más que tienen tarjetas amarrillas y rojas (las sancionados individuales), o sea, no solo el arquero no sirve para ganar partidas, sino que su equipo tampoco sirve para ganar partidas, y así es.

¿Y los fanáticos de ese equipo?

Bueno, ellos, los maduristas, andan tomando fotos de las peleas y patadas y poniéndoles en las redes sociales para hacerse las pobrecitas víctimas (imitando al arquero), y andan mandándose mensajes texto entre ellos como para crear un ambiente de camaradería, aunque los goles contra su equipo siguen en aumento.

Toman videos de los pedazos de concreto que caen al piso desde las columnas del estadio (el Estado venezolano) mientras se la pasan gritando a toda voz apoyo al arquero y a su equipo, con banderas y pancartas de alta calidad y de todo --- ¡vamos a ganar! ¡abajo el equipo opositor! ¡venceremos! ---, eso, aunque saben que perderán. Mientras tanto, toman cerveza y whisky importado y comen carne a la brasa que el equipo les regalo para que asistan a la partida y gocen un puyero, esto, con el fin de intentar encubrir el hecho de que el equipo no sirve para ganar partidos, pero sí sirve para aparentar y gozar de esta apariencia mientras puedan.

Sí señor.

Ahora …

Si Chávez fuera el arquero, y si Rafael Ramírez, Jorge Giordano, Nelson Merentes, Héctor Navarro, y otros exministros de Chávez formarían parte de ese equipo, ¿creen ustedes que su equipo perdería?

Tal vez una que otra vez, pero no perderían todas las partidas, además, mantendrían el estadio (el Estado venezolano) en buena condición, como lo hicieron, para que los fanáticos no vaciaran el estadio (que no se irían del país).

¿Verdad?

Es que, aunque aparentaría, el arquero llorón y su equipo, no han ganado ninguna partida, solo han ganado virtualmente al manipular las fotos y los videos tomados en el estadio por sus fanáticos y reporteros sin escrúpulos.

Pregunto:

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo habrían permitido que los salarios y las pensiones (pedazos de concreto) se caigan al piso, bajando en valor desde casi $500 al mes, a menos de $5 al mes?

No señor, jamás.

Bajo cualquier circunstancia, y bajo cualquier adversidad (patadas), ese arquero y su equipo hubieran encontrado la manera de ganar la partida, de mantener los salarios y las pensiones a $500 al mes, aun con las sanciones.

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo hubieran permitido el robo de los fondos de pensión por parte de los funcionarios públicos?

No señor.

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo hubieran permitido que PDVSA se desmorone, que sus pedazos de concreto caigan al piso?

Jamás, aun con las sanciones, porque PDVSA era la estructura fundamental (el esqueleto) del estadio (del Estado venezolano).

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo hubieran permitido que se elimine el programa de nutrición escolar?

¡No!

Porque los niños son (eran) nuestro futuro, y hay que (había que) asegurarse que los niños sean (fueran) bien nutridos para que en el futuro puedan ser (podrían haber sido) ciudadanos sanos y productivos, inteligentes, y talentosos capaces de hacerle mantenimiento al estadio (al Estado venezolano) y así los fanáticos gozar de él.

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo hubieran permitido que nuestros hospitales no tuvieran equipos adecuados, médicos adecuados, enfermeras bien entrenadas, materiales, y medicamentos?

¡Jamás!

Aun con todas las patadas del mundo.

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo hubieran permitido que el pueblo no tuviera acceso al agua?

No, porque sin agua, somos nada.

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo hubieran permitido le destrucción masiva de nuestro sistema eléctrico?

No, jamás, porque sin luz no podemos producir (operar el estadio) ni podemos salvarnos del tremendo calor que nos impide de trabajar y estudiar efectivamente.

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo hubieran permitido le privatización de las exitosas empresas estatales?

No señor.

Y finalmente …

¿Creen ustedes que Chávez y su equipo hubieran permitido que 80% de nuestra población sufra de desnutrición crónica?

¡Jamás!

¿Ven a qué me refiero?

Esas son algunas de las realidades que los escritores maduristas aquí en Aporrea niegan de incluir en sus argumentos, solo se fijan en el pobrecito arquero llorón y las patadas que se les da a él, no se fijan en los jugadores, ni en los árbitros, ni en los fanáticos, ni en el estadio. Básicamente, usan únicamente las patadas al arquero --- y las sanciones (patadas) sin distinguir entre las sanciones individuales y las sanciones contra el Estado venezolano (contra el estadio) que fueron aplicadas solamente a partir del 2019 --- como excusa para justificar el desastre y el caos que existe en nuestro estadio, y la huida de los fanáticos.

NOTA FINAL

De hecho, estamos devuelta a la normalidad después de las elecciones. Desde entonces, aquí se ha ido la luz alrededor de 18 veces, y justo ahora, al escribir este diario, otra vez se fue la luz. Sí señor. Así funciona nuestro estadio, está sin luz.

oscar@oscarheck.com





 












 

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