El periodista Juancho Marcano regaba con tranquilidad los helechos, luego de hacer lo mismo con las matas de calas que tienen varios corazones como flores. En eso estaba, cuando en la emisora comunitaria escuchó: "Trabajador campesino/ del pueblo tacarigüero/ pensando en el aguacero/ siempre va por el camino/"... y ahí se acordó de su amigo el cantante y compositor Simón Guerra, que hacía unos días había partido a lugares celestiales a cantar las canciones de su pueblo y a darle serenatas a las muchachas bonitas de ese ignoto lugar. Guardó silencio como pleitesía al folklorista ido y en el fondo se oía: "Ay campesino/ ¿dónde vas tú? / yo voy para mi conuco/ porque esa será mi cruz/..
El periodista se recordó los ratos que compartió con Simón Guerra y también cuando lo entrevistó para la revista Margarita en tus manos, que el músico le dijo: "Yo aprendí a tocar sólo el cuatro y la guitarra, lo poco que toco lo hago por oído. Igual aprendí sólo a crear décimas, y ya perdí la cuenta de cuántas he compuesto. Yo cuando muchacho era muy serenatero, pero después me dediqué más que todo a componer y tocar música de mi tierra" …
Y la canción que le dio más satisfacciones al cantautor, hijo de la Tacarigua de Margarita, seguía sonando: "Con su azadón en el hombro/ y su mapire terciao/ en donde lleva su arepa/ con su machuelo salao".
"Simón, pensó el periodista, le cantó a su tierra, a su gente y a sus paisajes. Fue de esos músicos, cantantes y compositores, que han entendido que la música nuestra debe tener todo el apoyo, pues nuestros ritmos son únicos y sería una lástima que se perdiera, porque los que tienen que ver con el asunto, no la sienten, no la quieren ni tampoco quieren trabajar en pro de élla".
Y la voz de Simón seguía sonando en la radio. "Se levanta tempranito/ y amuela el azadón/ y llama a su compañera/ pa´ que le prenda el fogón/.."
El periodista quedó pensativo y vio que Pipo, salió de la casa y le manifestó: "La señora María me preguntó si yo sabía que quién había dicho que "la cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos, la más fácil es hablar mal de los demás", y yo le dije que no sabía. ¿Tú sabes Juancho? "Eso lo dijo Tales de Mileto", respondió el periodista, y Pipo volvió a entrar a la casa, mientras tanto la canción El Campesino Tacarigüero, finalizaba con su coro: "Ay campesino/ ¿Dónde vas tú? / yo voy para mi conuco/ porque esa será mi cruz/..