El gobierno de Venezuela lucha realmente por la libertad.
El gobierno bolivariano en su terrible lucha contra la dominación imperialista de los Estados Unidos se ha mantenido férreamente firme en sus planteamientos de la unidad nacional a lo interno y la unidad latinoamericana a lo externo. La unidad del Estado es una expresión de la libertad. Si el estado pierde su unidad caerá en contradicciones internas que le debilitaran y facilitaran su dominio por los enemigos externos, que en el caso venezolano es su obsesiva intención. Ellos por dominarnos y nosotros por ser libres.
Es de reconocer el esfuerzo y tesón que Nicolás Maduro y todo su equipo ha realizado para conservar la paz, la unidad y el socialismo como las líneas directrices del gobierno bolivariano.
Porque mantener la unidad del estado se basa no solo en estructuras administrativas, tecnológicas, sociopolíticas, sino en la interconexión y el reconocimiento mutuo entre los ciudadanos y la identificación de las instituciones del Estado como expresión de sus decisiones.
Este concepto de la unidad tanto del estado como de la sociedad, gracias al esfuerzo del ciudadano Presidente ha impedido la división del gobierno, a pesar del afán de la derecha por copar su estructura, lo cual habían logrado cuando tenían hombres bajo su subordinación, en altísimos cargos, como fueron Ramírez, Roa, Tarek, solo para nombrar algunos que considero generaron suficientes contradicciones internas en momentos de gran dificultad como las guarimbas, que redujo la eficacia del gobierno para enfrentar esos problemas, pues se confiaba demasiado en ellos, olvidando el adagio que "el Principe no debe confiar en nadie" pues tiene un solo afecto, su país o nación.
Estas posiciones directrices mencionadas permitió la evolución del gobierno hacia formas con más autoridad de mando, evolución que está aún incompleta hoy, que refleja la voluntad popular de un gobierno fuerte, con capacidad y voluntad de decisión para superar las injusticias históricas a las cuales ha estado sometido. Aunque se debe gobernar con más fuerza, la unidad y la cohesión son fundamentales para el funcionamiento efectivo del Estado lo cual también refleja un salto de racionalidad que refleja esa voluntad de un gobierno colectivo del pueblo.
La relación cohesiva entre el individuo chavista, las comunidades, el gobierno, las fuerzas armadas y las fuerzas policiales ha sido fundamental para asegurar esa unidad interna, camino de libertad, ya que se encontró una cohesión mutua que ha permitido sostener el gobierno legítimo que es responsable ante sus ciudadanos por satisfacer sus necesidades pasadas, presentes y futuras.
El gobierno de Nicolás Maduro y su equipo consideran que la unidad interna es esencial para su legitimidad, efectividad y capacidad de actuar en pro del bien común y en la construcción del socialismo, enfrentando los retos que representan las constantes agresiones imperialistas. Un estado cohesionado no solo garantiza estabilidad política sino también progreso ético en la sociedad lo cual es otro ideal del pueblo.
El liderazgo con el que cuenta la revolución bolivariana es fundamental para alcanzar la unidad nacional y la libertad permanente del país, gracias a que cuentan muchos elementos importantes necesarios para efectuar cabalmente esa función de liderazgo como son la visión y dirección necesaria para articular una perspectiva lúcida y compartida del futuro nacional que traiga esperanza para todos, permitiendo conjugar los desvelos de diferentes grupos y sectores de la sociedad hacia objetivos comunes.