Si se llegara crear un interesante y vergonzoso premio suramericano: "La decepción política" y que corresponda al año 2024, al jurado no le sería nada difícil llegar a un acuerdo, ya que seguramente se lo ganarían por unanimidad (empate técnico) los presidentes de Colombia y Brasil, Gustavo Petro y Lula Da Silva, cuando de manera inexplicable, mantienen una actitud política muy similar a la extrema derecha internacional, sobre "el caso Venezuela" en la que no reconocen el triunfo electoral del Presidente de La República, Nicolás Maduro, con respecto a las elecciones del 28 de julio del 2024.
Es impresionante el cambio del pensamiento político de una "izquierda moderada" a una "nueva derecha" suramericana por parte de dos presidentes que "casualmente" son países vecinos de Venezuela y que con esa actitud política hostil al chavismo venezolano, ahora forman parte de un extraño club llamado "los conversos políticos" junto al presidente chileno, Gabriel Boric, quien ya lleva dos años consecutivos ganándose el premio suramericano "la decepción política" correspondientes a los años 2022 y 2023.
Quienes andan muy contentos con ese giro político de "Petro Da Silva" es la extrema derecha internacional, en especial, el imperialismo estadounidense y la unión europea, cuando consiguieron a dos nuevos aliados estratégicos para conformar todo un frente internacional antichavista, lo cual intentan "limpiar" al patio trasero estadounidense, de gobiernos izquierdistas, progresistas y antiimperialistas.
Lo extraño de estos dos patéticos casos de reconversión política y que fusionamos con el nombre de "Petro Da Silva", es que ambos presidentes vecinales han sido víctimas de la extrema derecha en sus respectivos países, y que en el caso del "ex camarada Lula", enjuiciado y hecho preso por la derecha brasileña, para evitar que fuera nuevamente presidente y hasta le dieron un golpe de Estado parlamentario a su amiga Dilma Rousseff.
Y si nos referimos al presidente colombiano, Gustavo Petro, a quien la derecha neogranadina nunca ha sido de su agrado, que hasta paradójicamente, ha denunciado que en estos momentos la extrema derecha del vecino país, le está preparando un golpe de Estado, para sacarlo de la presidencia de Colombia.