"Los medios de comunicación son en realidad
el sustituto del ágora pública"
Rosa Montero
Del imperialismo no podemos esperar nada bueno, pero absolutamente nada; ni que pongan de presidente en los Estados Unidos al papa Francisco, porque apenas tome las riendas del país sostén, le pasan la cartilla, por el cual se va a guiar por mandato impuesto por las grandes corporaciones; por lo tanto debe olvidarse de la biblia, o por lo menos apartar los mensajes de Jesús de Nazaret, donde cuestiona sin ningún tapujo a todos los mercaderes, ambiciosos y aprovechadores de oficio y menos nombrarlo o hacer alguna referencia de los motivos, por el cual fue llevado a la cruz, porque termina crucificado en la misma estatua de la libertad.
Los dos grandes partidos de los Estados Unidos, se mantienen en una alternabilidad, como en una mesa de ping pong, sin ningún cambio a la vista; todo por tratar de mantener la hegemonía y, en estos momentos están haciendo uso de todas las herramientas posibles, empezando por todo el poder mediático a la par del militar. El trabajo realizado por los medios se ha convertido en un analgésico capaz de adormecer a grupos numerosos de personas, sin darse cuenta de la forma, como los convierten en unos autómatas. Todo es minuciosamente planificado, pero no todo puede ser perfecto, como es el caso de Venezuela, donde aplicaron una guerra psicología y, al final se han quedado mirando hacia el norte, su tabla de salvación, para ver si hay una nueva señal.
Al imperialismo nunca le ha faltado la ayuda planificada del poder de los medios y más en estos momentos, cuando le van quitando las caretas en plena actuación. Ahora, aparece Elon Musk un multimillonario petulante, tan bocón, que dentro de poco se va a creer dueño del mundo por ser el propietario de una influyente aplicación de los medios: X. En las pasadas elecciones del 28 de julio, intervino a favor del candidato del capitalismo, pero antes se había cuadrado con otro millonario Donald Trump, y al hacer una comparación de sus gritos de autosuficiencia de ambos personajes, nos encontramos que se parecen tanto en sus expresiones corporales y verbales, que solamente falta saber, cuál de los dos amasa más dinero.
Tanto Trump, como el Musk, se encuentran coincidiendo en todas las ayudas posibles, que le puedan prestar al capitalismo salvaje, sin importarles a quien se llevan por delante y por supuesto se dan la mano, como unos villanos, cuando se reparten el botín. Todos los grandes medios de los Estados Unidos han pasado a segundo plano, incluso aquellos, que eran revisados de manera minuciosa en momentos de grandes convulsiones políticas y militares. Todo lo dejan deslizar a través de las redes, porque llegan en fracciones de segundos a millones de personas en el mundo, acompañado del entretenimiento necesario, la mayoría de las veces son simples bobadas, pero significan el gancho para atrapar e inocular el veneno para llevarlos, como manadas de animales, sin importarles para donde van, ni quien los incita agarrar caminos desviados.
No, es raro, que aparezca alguien asomando al Musk al premio Nobel de la paz, como ya hicieron con la inhabilitada, después de atentar contra el propio pueblo al tratar de rendirlo por hambre, cuando desaparecieron los alimentos. De estos personas influyentes, hay bastante cargados de dinero, pero poco les importa la cantidad de personas sumergidos profundamente en los vicios, que va creando el capitalismo salvaje para descomponer la sociedad y mantenerse en el poder, así, se presenten barbaridades todos los días, ya que, las redes se han convertido en ese estimulante para llevar las perversidades a la mente y por eso la casa del "sueño americano" está viviendo en medio de grandes convulsiones sociales, que no pueden esconder, porque ha pasado a formar parte de un negocio muy rentable a través de la aplicación YouTube.
En los últimos años no se había presentado un vocero del capitalismo, tan engreído, que parece andar por las nubes, porque la montaña de billetes es incalculable, por supuesto, que no se la ganó en una esquina vendiendo cambures. La única extracción positiva, que podemos sacar de la actuación verborreica de este personaje de las redes, es como el dinero sirve para tocar cualquier puerta a la hora que sea. El destacado escritor español, Jacinto Benavente, reconocido y galardonado con el premio Nobel de literatura en 1922, dejó un pensamiento con algo de jocosidad, como para identificar a este Elon Musk: "Yo no sé si continuará siendo más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos; pero un camello cargado de dinero entra por todas partes".