Una de las consecuencias de la llamada segunda guerra mundial (1945) fue el nacimiento del supe poderoso y despiadado imperialismo estadounidense y que prácticamente en los últimos 80 años, han hecho en el planeta tierra, lo que les ha dado la gana y que además han contado con el apoyo servil de gobiernos pertenecientes a la extrema derecha internacional.
A este país norteamericano, nunca le importó que lo llamaran injerencistas, ya que al considerarse dueños, jueces y policías del mundo entero, fueron incrementando su poder político, financiero y militar, utilizando una de su estrategia favorita: robándose las materias primas de otros países, para luego venderles productos manufacturados con una gigantesca ganancia.
Ya en la segunda mitad del siglo XX, el imperialismo estadounidense, se fue caracterizando por controlar la economía de naciones periféricas, imponiendo gobiernos afines a sus políticas expansionistas de un proceso de globalización muy conveniente a los interese imperiales.
Y esa peculiar conducta anti ética de robarse lo ajeno o comprar todo a bajísimo precio para incrementar las inmensas plusvalías logradas por las llamadas empresas multinacionales o transnacionales, que en paralelo financiaban a la industria de las armas, para ser considerada la máxima potencia mundial, en detrimento de los países subdesarrollados.
Y uno se pregunta: ¿Qué podemos decir sobre los descarados robos (petróleo) que el imperialismo estadounidense ha hecho contra Venezuela en los últimos 100 años?...la historia ha sido de gran beneficio para "el coloso del norte" en detrimento de la economía nacional, sin contar lo que ha pasado después de aquel nefasto decreto presidencial de Barack Obama (9 de marzo del 2.015) que declara "una emergencia nacional", por considerar a Venezuela, como una amenaza "inusual y extraordinaria".
A partir de ese momento (han pasado 9 años) los gobiernos estadounidenses han realizado casi mil sanciones y han bloqueado todos nuestros activos que Venezuela tiene en el exterior, nos han robado barcos con cargamentos de gasolina y se han vuelto unos expertos ladrones de aviones que son de la propiedad del Estado Venezolano y han contado con la complicidad de gobiernos servirles a los intereses estadounidenses.