Edmundo huyó a Madrid para esperar relajado que llegue el 10 de enero y alguien lo ayude a juramentarse ante algún parlamento

Lunes, 09/09/2024 12:20 PM

AHORA, LA OPOSICIÓN JUGÓ: ¡DEJÓ EL PELERO¡

Se abre el telón y aparece Edmundo González huyendo a Madrid para no afrontar las acusaciones que el Ministerio Público le hizo por orden expresas del Tribunal Supremo de Justicia, sobre supuestos delitos que le investigaban, entre ellos, la veracidad de las Actas de Escrutinios que recibieron los testigos de mesa que defendieron sus votos el pasado 28J, donde ellos dicen que lo dan como ganador.

Cuando se analiza en frío esa jugada política, es evidente que el candidato Edmundo recibió la orden de no defenderse, y al final, no reconocer la Jurisdicción Electoral venezolana, conformada por el CNE, la Sala Electoral del TSJ y los tribunales competentes en la materia, que es el único sistema de instituciones o escenario en Venezuela, para dirimir democráticamente cualquier controversia sobre resultados electorales, denuncia de lícitos o impugnaciones (Artículo 297 de la Constitución y Artículo 197 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales).

Esas eran las instancias legales que el candidato presidencial Edmundo González debía acudir y agotar las vías administrativas en nuestro país, para defenderse de los supuestos delitos que la Sala Electoral del TSJ determinó y le solicitó al Fiscal General, Tareck William Saab, que lo investigara para determinar responsabilidades penales por desconocer la adjudicación y proclamación de Nicolás Maduro como presidente reelecto el pasado 28J.

En términos coloquiales, Edmundo "dejó el pelero" por tanta presión de la Fiscalía General, aprovechando un salvoconducto solicitado por España y que el mismo Gobierno de Nicolás Maduro le otorga en el marco del derecho internacional.

Ahora, Edmundo al no defenderse jurídicamente en Venezuela, se genera la duda sobre la veracidad de su triunfo.

No obstante, su jefa política, María Corina Machado, salió en un video diciendo que él se iba a juramentar el 10 de enero como presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivariana "con el apoyo de todos".

AHORA LE TOCA JUGAR AL CNE, QUE TIENE LA CARGA DE LA PRUEBA

Ante esa jugada política de la oposición de ultraderecha nacional, que aún lidera María Corina Machado, surgen varias preguntas:

¿Ahora, quién tiene la carga de la prueba sobre los resultados electorales del 28 de julio?

¿Si Edmundo dice que fue el ganador, ante qué Parlamento se va a juramentar el próximo 10 de enero de 2025? ¿Con qué Acta de proclamación en la mano se va a presentar? Si el que fue proclamado el pasado 29 de julio por el CNE fue Nicolás Maduro.

¿Será que en las estrategias de la oposición de ultraderecha está el escenario donde el prófugo autoproclamdo Juan Guaidó le coloca la banda presidencial a Edmundo en el exilio?

¿Será que seguirán con la agenda del paralelismo gubernamental para justificar que Estados Unidos nos mantenga como una nación sancionada y bloqueada para seguir afectando e intentando chantajear al Gobierno de Maduro sobre su salida no constitucional?

¿No será que esa siempre fue la jugada magistral que tenían en mente los opositores venezolanos aliados del imperio del Norte?

Realmente cabe la duda.

LA REALIDAD POLÍTICA QUE NADIE PUEDE NEGAR

La realidad política venezolana al día de hoy es sólo una:

Hasta los momentos, según el CNE y la Sala Electoral del TSJ, que son parte de la Jurisdicción Electoral, Nicolás Maduro quedó reelecto como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, hasta que los actores políticos nacionales e internacionales en la disputa presidencial 2024, demuestren lo contrario en el marco de las Leyes, de la misma Jurisdicción electoral y la justicia nacional.

Esa realidad cambiaría en el marco de la legalidad y la democracia, si y sólo sí, le logran quitar a Maduro de sus manos el Acta de Proclamación emitida por el CNE.

No obstante, hay un hecho concreto que es verdad y eso nadie lo puede desconocer, es que todas las instituciones que conforman la Jurisdicción Electoral venezolana están dominadas y controladas por los mejores amigos y aliados políticos de Nicolás.

Tampoco se puede ocultar, que ya está vencido el lapso de los 30 días después del Acto de proclamación que da la Ley de Procesos Electorales y su reglamento (Artículo 155, LOPRE), para que el Directorio del CNE ordene la publicación de la Gaceta Electoral definitiva que demuestre que realmente Nicolás Maduro ganó de manera holgada como dicen que ocurrió el 28J.

Cada día que pasa esa omisión electoral genera más desconfianza hacia el árbitro y sobre la legitimidad del triunfo de Nicolás a nivel nacional e Internacional.

Es evidente, que ahora el Directorio del CNE tiene la carga de la prueba y hasta que no publique esos resultados detallados de las elecciones mesas por mesas, centro de votación por centro de votación, estará siendo el gran responsable de las dudas generadas sobre los resultados del 28J.

Lo más preocupante de todo, es que esa omisión ha puesto en tela de juicio y en un desprestigio histórico el principio de transparencia y de seguridad del Poder Electoral y de su sistema de votación que, antes del 28J, era el más seguro y confiable del planeta.

Por ese lado, el CNE también está en mora legal con la población votante venezolana que aún no sabe, ni tiene forma de verificar, quién realmente fue el que ganó.

¿QUÉ ESCENARIO ESTÁ LATENTE QUE OCURRA?

En un primer momento, pareciera que dentro de la realidad del sistema político venezolano no ocurrirá un mayor cambio post 28J.

Lo más probable es que los mismos opositores seguirán desde su exilio dorado en el exterior, acusando a Maduro de dictador, de Gobierno ilegítimo y aupando intervención militar extranjera con apoyo de EEUU y sus aliados en América Latina y en Europa.

Como ven, no serán noticias nuevas para el país. Llevamos años escuchando lo mismo y no ha cambiado nada.

No obstante, Maduro sigue en el Palacio de Miraflores concentrando el Poder nacional cada vez más en pocas manos, grupos familiares y élites empresariales, y administrando los ingresos que aportan las riquezas naturales y los altos impuestos que paga la población como en los tiempos de Juan Vicente Gómez: sin rendirles cuentas a nadie sobre los ingresos fiscales petroleros, ni publicando las estadísticas económicas y sociales del país.

En definitiva: ¡En Venezuela hace falta un Gobierno serio y una oposición sería de manera urgente!

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