Hay que dejarse de miedos y temores. Un venezolano y una venezolana son el resultado histórico de heroísmos inimaginables, de inmensos sacrificios y de una montaña de esperanza. No será ahora que dos minorías lumpen burguesas, la madurista y la maricorinista, puedan impedir que este pueblo que ha parido tantos hombres valerosos y a tantas mujeres valientes, pueda construir una Patria llena de felicidad, justicia social y libertad para todas y todos sus habitantes. Este sueño es posible realizarlo y hay que convocar a toda la nación a hacerlo. No vacilemos más, no perdamos más tiempo.
¿En que se beneficia un empobrecido venezolano dándole importancia que un alcahueta de la extrema derecha se haya ido al exilio dorado? Ojalá se vayan todos – incluyendo al madurismo - sin provocar más una sola gota de sangre o el más mínimo sufrimiento al pueblo venezolano, y que no vuelvan nunca más. En que se beneficia un empobrecido venezolano por la continuidad del teatrillo electoral montado por el madurismo y el maricorinismo y el montón de políticos alcahuetas que se prestaron para llevar esta falsa contra el pueblo venezolano.
Al pueblo empobrecido de Venezuela lo que si le importa es resolver el problema de recibir un salario y una pensión que le permita cubrir las necesidades básicas para vivir con dignidad él y su familia, lo que le importa es contar con un sistema público de salud donde pueda ser atendido eficazmente, lo que si le importa es que haya un sistema público de educación para que sus hijos puedan formarse y capacitarse en una profesión para la vida, lo que si le importa es tener una trabajo digno y estable, lo que si le importa es que se desarrolle la agricultura para garantizar las tres papas diarias, que haya paz, libertad y justicia social, de esto es que lo que están interesados los empobrecidos en Venezuela.
Sobre cómo resolver estos vitales problemas, es que se debería convocar un congreso nacional, pero con los propios empobrecidos venezolanos, para que ellos mismos comiencen a destruir las causas políticas que generan su empobrecimiento. Porque el problema de Venezuela no es económico, es un problema político, tiene que ver con el poder, con quién tiene el dominio sobre Estado. Porque es esa instancia la que determina de qué manera se realiza la redistribución de la riqueza en la sociedad, y desde el asesinato de Chávez desafortunadamente el Estado venezolano quedó en manos de la nueva burguesía roja y los viejos amos del valle, quedaron como la guayabera, por fuera del reparto de la riqueza y la ricura.
Pero el que quedo en peores condiciones fuel el pueblo venezolano, que fue expulsado por la contrarrevolución madurista de las filas de su propia revolución y a tener que conformarse a vivir de bonos. Por lo tanto, es allí donde hay que buscar las causas de la crisis política venezolana, y no en las fulanas actas. Porque ni al madurismo ni al maricorinismo le interesan las fulanas actas, eso forma parte del decorado tras el cual se oculta la perdida de hegemonía capitalista en Venezuela.
Lo que hace falta en Venezuela, y esto lo saben las dos burguesías y por eso hacen todo lo posible por impedirlo, es que todas las clases trabajadoras se unifiquen en lo que venimos proponiendo, una Junta Patriótica de Salvación, este es el camino que se vislumbra con mayor claridad para salir definitivamente de esta crisis agobiante, para sacar del poder a las dos responsables de este desastre nacional, las dos burguesías, y reconstruir en paz, en libertad y con justicia social a Venezuela.