La guerra multifactorial que la derecha internacional mantiene en contra de la soberanía e independencia de Venezuela, no tiene límites en su accionar no solo es ilegal y antiético, ya que han sobrepasado de manera perversa y descarada, el irrespeto a la libre autodeterminación de los pueblos, con un macabro injerencismo en nuestros asuntos internos.
Y cuando ya han pasado más de mes y medio desde las elecciones presidenciales realizadas el día domingo 28 de julio del 2024, los ataques cibernéticos, eléctricos y mediáticos han arreciado en contra del chavismo y del gobierno nacional y en lo particular, han enfilado todo un plan insurreccional, radical e irracional, basados en el odio político en contra del Presidente de La República, Nicolás Maduro.
La poderosa y antiética maquinaria mediática de la extrema derecha y ultra derecha internacional, han querido "vender la idea" y confundir a la opinión pública en todo el planeta tierra, de que en Venezuela la dictadura chavista, ha masacrado a miles de personas y tiene millones de venezolanas y venezolanos detenidos o en el exilio, para imponer un gran fraude electoral y que la oposición no reconoce los resultados electorales, a menos que se le reconozca a ellos como "las verdaderos ganadores".
Una de las vertientes estratégicas del plan desinformativo de lo que se conoce como "la presión internacional" es cuando presuntamente alrededor de 50 países, presentaron ante Las Naciones un particular documento en la que se autoproclaman como los dueños de la verdad y ser los mejores árbitros electorales extraterritoriales en el mundo entero.
En toda ésta propaganda antivenezolana, con un documento que se parece mucho a un panfleto político, aseguran que "todos los países democráticos del mundo" consideran que la oposición política venezolana ganó las elecciones, sin prueba alguna y uno se pregunta, si en la actualidad hay 193 Estados miembros en la ONU ¿Por qué no firmaron, ni apoyaron ese documento los otros 143 países?
Eso significa que la batalla mediática antivenezolana sigue, en especial desde el imperialismo estadounidense y la unión europea, cada día es más manipuladora, en la que se debe incluir, el recrudecimiento de las sanciones.