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Réquiem en Do Mayor, para un gremio que otrora, fue participante activo de las luchas sociales en Venezuela, vigilante activo del ejercicio profesional y ejemplo para otros gremios en la defensa y protección reivindicativa de sus agremiados. Paz a sus restos.
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Más de Cuarenta Periodistas Palestinos asesinados por Israel y la persecución y encarcelamiento de Julián Assange, han sido hechos que lamentablemente el Colegio de Periodistas les ha dado la espalda y mira para otro lado.
Desde que la Derecha por errores que no se enumeraran aquí, asumió el Colegio Nacional de Periodistas, éste progresivamente se vino eclipsando al punto que hoy se nos presenta como una entelequia que no tiene ningún peso específico en la vida nacional.
Atrás quedó su vibrante actividad, donde Ud. podía ver y leer la postura del CNP, no sólo los temas atinentes al gremio sino, a los diversos problemas de la sociedad venezolana, y se escuchaba con atención sus propuestas y planteamientos.
Foros, Conferencias, Asambleas, Convenciones Nacionales vibrantes, participación en eventos nacionales e internacionales, atención en las propias empresas periodísticas de las controversias que se presentaban (periodista-patrón), abordaje y hasta demandas contra el ejercicio ilegal (Caso Eladio Lares y otros) del periodismo. Breve resumen de su vibrante actividad. Hoy todo eso quedó en el pasado.
Actualmente, cuando por casualidad se tropieza con una declaración, que alude al CNP, sólo es referida a una enfurecida verborrea contra el gobierno y los sectores revolucionaria e inclusive, en eso, la respuesta es esporádica y agonizante.
Hoy al CNP, y eso lo puede Ud. observar si por casualidad pasa por la Avenida Andrés Bello, donde queda su Sede Nacional, no se acercan ni los buhoneros. La Soledad es lo reinante. Antes se veía en las vidrieras la exhibición de unas motos, porque los locales fueron alquilados y no se sabe dónde fue ese dinero. Pero ahora, ni los sectores cristianos, que en el antiguo local de Cine, alquilaban para hacer sus cánticos, se aparecen. Sólo quedó el letrero: CINE PRENSA, que nos recuerdas las películas de Cartelera que allí se proyectaban y un agradable Bar, donde departíamos los periodistas, ahora ni siquiera existe un lugar para compartir.
Si ese es el panorama que observamos en la sede principal, nos imaginamos que la misma desolación se presentará en el interior del país. Con el agravante, para las actuales autoridades, y en algún momento tendrán que rendir cuentas, a los periodistas decentes y las nuevas generaciones, sobre las pérdidas de locales, propiedades y reservas de fondos que antes tenían bajo su posesión y propiedad el Colegio Nacional de Periodistas (CNP).
La reflexión, la hago en virtud de una nota periodística que pude leer en la Redes, donde comentan las declaraciones del Analista Político César Burguera, crítico permanente del Colegio. Al respecto la nota dice: "La sombra de mala pava que persigue al Colegio Nacional de Periodistas (CNP) en el estado Carabobo ha venido intensificándose durante los últimos días, haciendo que sus dirigentes echen mano de cualquier medida desesperada que les permita mantener la repugnante pátina que cubre sus desviaciones violentas y apátridas. Llamar a la insurrección, generar campañas de desprestigio y dictar cátedra sobre desacato y desestabilización son funciones, de seguro, muy bien plasmadas en los documentos que manosean estos erráticos oficinistas.
En las propias palabras de Burguera, se refleja, la regresión que ha tenido ese organismo gremial, otrora, ejemplo de luchas gremiales y políticas en el país, cuando describe el verdadero rostro del CNP: "la principal responsable de esta disparatada vocación que se hace llamar secretaria general del ente gremial, Ruth Lara Castillo, quien en días previos al evento electoral, y en medio de un desolado acto al que acudió una lamentable decena de periodistas, no llamaba a ejercer pacíficamente el derecho al sufragio, sino que, irracionalmente, indicaba que se debían producir actos de perturbación en todos los centros de votación; además, visiblemente alterada convocaba a la violencia contra cualquier obstáculo e incitaba a desconocer la ejemplar función de los diferentes representantes de nuestro Consejo Nacional Electoral (CNE).
En el fondo, esa directiva regional, del CNP, no tiene nada que envidiarle a sus pares de la Capital, el mismo encono, el mismo rencor político los consume y la misma soledad los rodea.
En mis clases en la Escuela de Periodismo de la UCV, por cierto, con numerosos estudiantes, he preguntado, Uds. Por casualidad conocen a quien preside el Colegio Nacional de Periodistas y he obtenido por respuesta un rotundo (NO), mucho menos la ubicación de su sede, que antes rebozaba de actividades y con presencia activa de periodistas y estudiantes.
Ya ni siquiera los nuevos egresados se inscriben en el Colegio, muchos menos su directiva se acerca a los actos de grado en el Aula Magna y por supuesto, sobre el Ejercicio Ilegal de la Profesional, que es el pan de cada día, mantienen un silencio cómplice.
Existen alrededor de 20 escuelas de Periodismo en el país y en esas numerosas Escuelas, la ausencia de las directivas gremiales en alarmante y sus estudiante y muchos profesores se preguntan y eso que se llamaba CNP, ¿todavía existe?.
Esa es la triste realidad de esta historia, lamentablemente tenebrosa para los nuevos periodistas y comunicadores sociales, que no reciben ningún tipo de orientación profesional gremial y están a la deriva, a merced de los empleadores y de todos, muchos de ellos políticos de profesión, que se aprovechan, de estas debilidades para usurpar las funciones propias que por Ley, vigente, le corresponde al Periodista Egresado de nuestras Universidades. Y muy lamentable, para una actividad que ya tiene más de 75 años de vida académica universitaria en Venezuela. Así lo veo, Yo.