Empezaré, en correspondencia con el título, con el poema "La Renuncia" de Andrés Eloy Blanco:
"Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño..."
Si continuamos con Edmundo, el final del poema a éste, le viene al pelo. Edmundo, según dicen las notas periodísticas, desde que dijo presente, o se asomó al mundo de la política, tal como un fantasma que sale de la bruma, fue embajador.
Como una muestra del poco significado que tuvo en la vida de Venezuela, confieso que todavía no sé dónde ejerció ese cargo. Hasta hoy, en ningún medio, he leído algo que ese señor haya escrito y menos de su participación en algo significativo; su vida anterior, es un total silencio, una densa oscuridad.
Y hablo así porque soy una referencia significativa para esto, pues formo parte de esa multitud de venezolanos, medianamente informados que, pese eso, nada sabía de él hasta el día que la señora MCM lo propuso como candidato, dado que estaba inscrito en el CNE, casi de manera clandestina, como un fin premeditado. Y, en el curso de la campaña, tampoco me enteré nada de su pensamiento, cultura y visión de Venezuela, porque no fue más que una callada y triste figura . ¡nada que ver con Don Quijote! – acompañando a la verdadera candidata . El mensaje era elaborado por otro personaje y este mismo lo pronunciaba. Edmundo solo sonreía con una sonrisa triste y mirada de niño perdido.
Ahora, cuando se hace público, que negoció su salida hacia España, con Jorge Rodríguez, estando de antemano asilado en la embajada de ese país, a cambio de reconocer su derrota, pues eso es lo que admitió al firmar un documento que dice: "Siempre he estado y seguiré dispuesto a reconocer y acatar las decisiones adoptada por los órganos de justicia en el marco de la Constitución, incluyendo la precipitada , sentencia de la Sala Electoral que, aunque no la comparto, la acato por tratarse de una resolución del máximo tribunal de la República", del poeta cumanés repite: "Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo".
En efecto, regresó a lo que fue, un personaje inédito que, por alguna circunstancia insustancial y de poco mérito, como tener unos amigos bien conectados por las diferentes vías que ofrece la vida, como las relaciones familiares, los que se consiguen en las universidades y los grupos, consiguió una "chamba" en el servicio exterior. Recuerdo siempre que Betancourt, solía decir que, era ese uno de los sueños dorados de muchos y si se lograba que fuese en Europa, el brillo sería más refulgente y la felicidad incomparable.
Pero también, llegado aquí, es bueno para fines posteriores, cuando hablemos de Lucas Rincón, en algunos casos, recordar que, la opción del servicio diplomático, el retiro en una embajada, podía ser como un castigo, digamos benevolente con alguien a quien era bueno mantener de amigo o por un amigo culpable, indiscreto a quien, por apreciarlo, se le daba esa canonjía.
Don Edmundo, cuando firmó lo acordado con Jorge Rodríguez, a su modo e interés, dijo "Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo". Es decir, creyó volver a lo que era; un hombre de vida apacible y regalada. Regresó a su pasado, una embajada, viaje hacia Madrid y un volver a estar tranquilo. Un alejarse de los apremios, conflictos que nunca le gustaron y de relaciones, en veces intemperantes, ajenas a la diplomacia y por ende a las buenas costumbres.
Y, sobre todo, era eso de firmar con Rodríguez, un volver a la libertad que por tanto tiempo experimentó y, en consecuencia, "Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño. Es decir, sintió que estaba recuperando su libertad; la vida tranquila, paradisíaca que antes vivió y por eso, cuando firmaba, pensó con certeza y hasta alegría, "La renuncia es el viaje de regreso del sueño..." Y en esos momentos, la sonrisa triste, obligada de Edmundo en campaña, se volvió alegre y transparente.
Lucas Rincón, no renunció. Al contrario, quiso que Chávez renunciase y al no lograrlo, dijo que, si lo había hecho, después de tantos reconocimientos que el presidente le brindó. Y en los avatares de su vida, se hallan muchas sinuosidades y extrañezas.
Y unas de esas sinuosidades, es la de haber comunicado a las fuerzas armadas, al país todo, a manera de apoyo a quienes al presidente habían secuestrado, en medio de un golpe de Estado en proceso, durante el cual se mantuvo esperando que todo sucediese sin riesgo y menos consecuencias negativas para él, que Chávez había renunciado, siendo eso sólo lo que él quería.
En un momento, cuando creyó que todo estaba consumado, pese el presidente había hallado la manera de hacer saber que no había enunciado, a lo que se negó rotundamente y militares como Jorge Luis García Carneiro, se movían de un lado a otro combatiendo la insurgencia de generales sin tropa y sin apoyo popular, siendo Ministro de la Defensa, informó al país, a manera de entrega y complicidad con los golpistas "Los miembros del Alto Mando Militar de la República Bolivariana de Venezuela deploran los lamentables acontecimientos sucedidos en la ciudad capital en el día de ayer. Ante tales hechos, se le solicitó al señor Presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó. Los integrantes del Alto Mando ponen sus cargos a la orden los cuales entregaremos a los oficiales que sean designados por las nuevas autoridades."
A este Lucas Rincón, Chávez lo hizo general en Jefe del ejército; entonces y ahora, uno nunca supo el motivo; pues se trata de un honor o reconocimiento de un mérito de altísimo nivel. Pero lo que, sí sabemos, por reciente, es la conducta posterior del aludido. Empezando que, en el 2000, "en pleno desarrollo de los acontecimientos", para decirlo como Walter Martínez, refiriéndonos al golpe de Estado de Carmona Estanga, los medios difundieron la imagen y conducta de un "General en Jefe", como con "las bolas en los hombros", por lo menos, esperando lo que aconteciese, sin hacer nada, como sí hizo García Carneiro, para derrotar a los alzados. Y si revisamos sus declaraciones posteriores, siguiendo el mismo enlace puesto arriba, veremos cómo, según sus declaraciones, esa fue su actitud.
No obstante, derrotado el golpe, pese su deplorable actitud, quizás por las mismas razones que lo hicieron general en jefe, cuasi lo perdonaron, enviándole de embajador a Portugal, cargo que desempeñó hasta diciembre del 2022.
De Lucas Rincón Gutiérrez, siguiendo el mismo enlace, se puede leer que "Durante su función como embajador fue el enlace entre Hugo Chávez y el presidente del Banco Espírito Santo Ricardo Salgado en el año 2010. En 2023 fue acusado de corrupción en el caso Espíritu Santo, la Fiscalía de Portugal en su indagación ha establecido que el embajador Lucas Rincón recibió 9,6 millones de dólares entre 2008 y 2013, pero que poco se sabía por su inmunidad diplomática, el caso está en investigación".
Es obvio que, el general en Jefe Lucas Rincón Gutiérrez, fue un hombre afortunado. Llegó al más alto nivel e hizo todo lo que se le vino al antojo, como hablar de una renuncia que nunca se produjo y que él, según sus declaraciones, casi quiso imponer al presidente y éste lo evadía, antes de ser secuestrado y no obstante lo premiaron enviándole de embajador, tal como fue Edmundo y aún queda pendiente, según se lee arriba, un asunto, una acusación, contra él, del 2023.
Sólo que Andrés Eloy, renuncia, renunció o "renuncio a ti. Fueron vapores de la fantasía"; Lucas Rincón nunca se sintió obligado a renunciar, sino que difundió la falsa idea que Chávez había renunciado, sólo por lograr la paz que tanto buscó y busca Edmundo; la tranquilidad de ambos. No obstante, Lucas Rincón la halló, la halló y en anonimato, en la embajada de Portugal, donde estuvo casi 20 años. Ahora debe estar en paz, pues nadie le nombra, ni le recuerdan. Todo quedó en el olvido.
La firma de Edmundo González al documento que acordó con Jorge Rodríguez en la embajada de España, es en perfecta medida una renuncia, con muchas aristas y significados. Es una flecha de más de una punta, distinta a las habituales.
No sólo admite como valedero lo dictaminado por el TSJ con respecto a lo electoral, específicamente que ganó Maduro; también que no asumirá ningún rol ilegal en el exterior, como el de presidente electo y se mantendrá lo más discreto e indiferente que le sea posible.
Edmundo quiso recuperar su libertad, volver a aquel estado de tranquilidad en que vivía, a su "propio nivel". Quiere ser de nuevo su "propio dueño". Lo que es una renuncia a lo que llamaré, con todo respeto, a sus compromisos con la señora MCM.
Pero le queda un remordimiento, haber jugado un papel para el que no era apto; por eso, dice allá en España que, lo obligaron a firmar; un cuento de niños y una inocente disculpa a sus electores y a la señora Machado, que si cree que él firmó feliz y contento; es más, bien lo sabe, pero por su causa, no puede decir otra cosa que " lo obligaron; él no quería irse".