La identidad social es un concepto que se refiere a la manera en que los individuos se definen a sí mismos y en relación con los grupos a los que pertenecen, en el contexto de un país. Esta identidad se construye a partir de una combinación de factores, como la cultura, la nacionalidad, la religión, la lengua, el género y la clase social todo lo cual influye en cómo las personas perciben su lugar en el mundo y cómo se relacionan con los demás. Cada uno de esos factores señalados tiene su historia en la conformación de la personalidad social de los habitantes de cada país que en el caso venezolano están por escribirse.
A través de la identidad social, los individuos pueden encontrar un sentido de pertenencia y apoyo, lo que es fundamental para su bienestar emocional y psicológico siendo por lo tanto un factor psico-social. Además, la identidad social puede ser dinámica y cambiar a lo largo del tiempo, especialmente en contextos de migración o cambio cultural. En este sentido, la identidad social no solo afecta la autoimagen de una persona, sino que también juega un papel crucial en la cohesión social y en la forma en que se construyen las relaciones interpersonales.
Su vida se concibe allí en su identidad nacional. Sus ambiciones, sus esperanzas, su respeto.
En este contexto de la identidad nacional se desarrolla la personalidad social nacional la cual aunque tiene varias influencias se refiere al conjunto de características, valores y comportamientos que predominan en la población de un país por lo que sería el tipo de comportamiento individual esperado para los connacionales y la compostura y dignidad que la caracteriza.
La personalidad social nacional también influye en cómo los ciudadanos interactúan entre sí y con el mundo exterior, como imaginan el mundo exterior. Esto puede reflejarse en actitudes hacia la diversidad, la resolución de conflictos y la forma en que se enfrentan a los desafíos. En resumen, la personalidad social nacional es un reflejo de la identidad social y tiene un papel crucial en la cohesión social y el desarrollo.
Este imaginar del mundo exterior es importante en el caso venezolano para entender el ataque que se nos hizo con la inmigración, por que el venezolano nunca se pensó como inmigrante.
Pero es que al perder tu personalidad social nacional pierdes una parte importante de tu personalidad, que no podrás recuperar. Fuiste formado en esa personalidad y para dar respuestas según ella, lo que pasa que en el exterior el contexto de otra nación no permite entender con facilidad esas respuestas.
La personalidad social nacional venezolana se caracterizaba por una integración a las tradiciones, valores y costumbres propias moldeadas a lo largo de la historia del país, lo cual muestra la alevosía del ataque hacia Venezuela, la premeditación y el manejo de instrumentos psicológicos para alejarnos de nuestra propia percepción nacional como venezolanos en un esfuerzo desintegrador de la identidad y personalidad social del venezolano.
En otros aspectos los venezolanos suelen ser percibidos como hospitalarios y solidarios, con una fuerte conexión con la familia y la comunidad. Se integra a este respecto la cultura del "pueblo" donde es fundamental, la alegría y el optimismo prevalecen a pesar de las adversidades, en un esfuerzo por alejarse de la tristeza y la depresión.
Algunos señalan ahora que tenemos resiliencia como otra característica clave, al aprender a adaptarse y encontrar soluciones diversas para situaciones difíciles. La diversidad étnica y cultural del país enriquece esta personalidad social, promoviendo un sentido de identidad compartida que celebra la pluralidad. En resumen, la personalidad social venezolana es un reflejo de su historia, su gente y su capacidad para enfrentar desafíos con una sonrisa, creando un ambiente de unidad y esperanza. Esto debe generar mucha envidia a los poderosos países y personalidades.
Toda esta identidad y personalidad nacional únicas, enriquecidas por un factor adicional como es el deseo de libertad permanente del venezolano fue atacado vilmente para destruirnos como nación, país y lo que sea. Con estos factores a su favor los venezolanos que se fueron han sufrido penas y sufrimientos inenarrables, a lo que se suma la pérdida de identidad social al llegar al nuevo país, pues allí lamentablemente no son nadie, e inclusive lo seguirán siendo a pesar de todos los aportes que hagan en su nueva residencia.
Esto ocurre porque el implicarse en un nuevo entorno social desconocido, significa una pérdida de relaciones, amistades, familiares y de las costumbres propias del venezolano, dándose en la mayoría de los casos una aflicción por el desapego. Sin embargo la campaña sistemática y sin tregua contra Venezuela es más intensa que los sentimientos de congoja que afloren en los inmigrantes por lo que pueden no ser numerosos los que manifiesten su deseo de volver.
Sin embargo no hay que olvidar que para todos los que abandonan su país, por una u otra causa en el país de llegada "siempre serás un inmigrante" un extranjero, por lo que los venezolanos que abandonaron los puede acompañar el sentimiento de desarraigo, de "no pertenecer" y en los casos más sublimes obstaculizar la construcción un mundo con dos pertenencias apreciadas.