Da risa y tristeza, al mismo tiempo, leer los mensajes en las distintas redes sociales de los seguidores de la violenta MCM.
En su mayoria apelan a Dios, a Jesucristo, a la Virgen María, e incluso invocan al Poder Divino, para que la Sayona logre la supuesta "libertad" de Venezuela.
Mientras todo esto ocurre, en franca contradicción, la misma desquiciada extremista, sin ningún tipo de reparo y arrepentimiento, sigue en su empeño solicitando que una coalición armada internacional invada al país, dejando de seguro muerte, destrucción, desolacion y dolor.
Que tan errados andan estos opositores extremistas. Definitivamente están llenos de odio y rencor.
Solo desean que los venezolanos nos enfrentemos unos a otros y que la sangre llegue al río.
Por eso desestiman los llamados violentos de la loca bonita.
Eso es pretender tapar el sol con un dedo.
¿Hasta que punto todos estos seguidores de la Machado están de acuerdo que aquí en Venezuela se produzca un estallido social? ¿De verdad quieren que se genere, de seguro, un enfrentamiento entre los mismos venezolanos?
¿Están claros que estaríamos a las puertas de una guerra civil?
No podemos dejar pasar por alto tampoco, el reciente pronunciamiento de la congresista de EEUU, María Elvira Salazar, quien ha dicho que apoya a la violenta MCM y a los fascistas de la extrema derecha, que desean dar con el traste de la Revolución Bolivariana.
Está claro, que está otra loca, que le hace culto a la muerte, y que no está pendiente de los problemas internos de su país, sino que tiene ojos solo para meterse en los problemas de Venezuela, pretende además desconocer el genocidio que Israel viene cometiendo en perjuicio del pueblo de Palestina, con la clara intención de querer imitar a la violenta MCM, porque cree que esa conducta fascista y criminal les da prestigio y fama en el Continente.
Lo único que se han venido ganando, y esa es la realidad, es el rechazo y el desprecio de la gente buena, de la gente que anda en sus cabales, que cree en Dios y desea, como es su derecho, vivir libre plenamente y en paz.