Aunque todos los gobiernos de Estados Unidos desde que llegó el Presidente Chávez al poder han demostrado una marcada obsesión contra Venezuela, incluyendo el de Obama quien quería demostrar que era más blanco que quienes lo llevaron al poder, fue Donald Trump quien más se arrebató contra nosotros dejando una estela de acciones que nos hicieron y nos hacen todavía mucho daño, impulsadas estas acciones por unos recoge latas que elevó al máximo poder de aquella potencia, pero ellos con sus medidas viscerales también se auto causaron grandes daños y pérdidas en todos los aspectos, políticos, sociales, económicos de los Estados Unidos.
Así las sanciones económicas contra Venezuela incrementaron el flujo de inmigrantes que llega a los Estados Unidos, pues ya no podíamos sostener las políticas de ayuda y solidaridad que manteníamos con todos los países de América Central. Venezuela era el eje que sostenía el subsistema económico de la región, en base a programas de ayuda y apertura de mercado que permitía un flujo comercial interesante para todos ahí. Cuando por ignorancia o porque no le importaba, se sanciona a Venezuela la región sufre y lo hace hasta el día de hoy. Hasta la llegada de Petro al poder en Colombia es consecuencia de eso.
Pero la fallida política de Trump en ese aspecto, también tuvo efectos adversos contra ellos mismo a pesar de que la rapiña económica le proporcionó algunos beneficios como fue un aumento de la producción de petróleo en EE. UU. Hay que mencionar también que el petróleo del fracking contiene niveles de radioactividad superiores a los demás petróleos del mercado, cuyos efectos acumulativos en algún momento aparecerán en los Estados Unidos.
Hay que señalar que las medidas agresivas trajeron aparejadas otras consecuencias como fue el aumento de los precios de la gasolina en Estados Unidos. La reducción de las importaciones venezolanas ha contribuido a una menor disponibilidad de crudo en el mercado internacional, lo que ha presionado al alza los precios del combustible y ha afectado negativamente a los consumidores estadounidenses. Hay que indicar que en Estados Unidos existen refinerías diseñadas para procesar nuestros crudos y al carecer de ellos tuvieron que voltear hacia ¡Rusia¡ salieron del sartén para caer en la candela. ¡Tronco de éxito!.
Es importante considerar al evaluar el impacto global de estas medidas el impacto en la economía de Florida, especialmente en sectores como el comercio y el turismo. Las restricciones comerciales han afectado a empresas que mantenían relaciones comerciales con Venezuela, disminuyendo sus ingresos y generando pérdidas de empleo. Además, las sanciones han dificultado las transacciones financieras entre entidades de Florida y Venezuela, lo que ha afectado la inversión y el flujo de capital.
En el sector turístico, las sanciones han reducido la llegada de visitantes venezolanos a Florida, lo que ha impactado negativamente en hoteles, restaurantes y tiendas que dependían de este mercado. La disminución del turismo también ha afectado a la industria del entretenimiento y eventos en el estado. Claro para los súper ricos Estados Unidos 24.000 millones de dólares de comercio en mercancía del Estado de Florida son como cascaras de arroz, nada.
Por otro lado, las sanciones han generado incertidumbre en los mercados internacionales, lo que ha afectado la confianza de los inversores y ha frenado el crecimiento económico en Florida. Además, las restricciones comerciales han aumentado los costos de importación de ciertos productos, lo que ha repercutido en los precios al consumidor.
Las sanciones a Venezuela han tenido un impacto negativo en la economía de Florida al afectar sectores clave como el comercio y el turismo, generar incertidumbre en los mercados e incrementar los costos de importación. Es importante monitorear de cerca cómo evoluciona esta situación en esa economía estatal, ahora en estos períodos electorales y donde Venezuela puede con su intercambio impulsar sus actividades económicas.
Estos elementos debemos tenerlos presentes también los Venezolanos a la hora de sacar balances en esta guerra interminable con el imperialismo de Estados Unidos ya que por muy poderoso que usted sea si se monta en un ring, recibirá también golpes. Y en el caso de Venezuela creo que tenemos con que sentarnos a conversar un intercambio comercial y económico mutuamente favorable, pues es una salida y no tenemos que abandonar nuestros principios. No es una contradicción.