Es impresionante la actitud recolonizadora que mantiene la derecha española con respecto a Venezuela, demostrando hasta estos momentos toda una estrategia política de imponer nuevamente (quinientos años después) la reconquista y la recolonización de las tierras venezolanas, que son libre e independiente, cuando estos injerencistas españoles, se olvidan que ya hace doscientos años con la batalla de Carabobo y la batalla Naval del Lago, fueron sacados a patadas, del suelo sagrado por la que lucharon nuestros libertadores y libertadoras.
Todo parece indicar, que ésta derecha y ultraderecha española quieren reconvertirnos en una de sus colonias preferidas, ya que necesitan tener algún "tipo de enclave o espacio periférico" en el continente americano y siguen viendo a Venezuela, como el lugar estratégico (con las mayores reservas petroleras en el mundo) para resolver sus problemas económicos – energéticos y se quieren aprovechar de una ultraderecha apátrida que no les importa entregar nuestra soberanía a España, siempre que les garanticen inmensas riquezas personales.
Para los intereses expansionistas de la extrema española, no es nada casual, ni tampoco son "actitudes inocentes" la estrategia de recibir con los brazos abiertos a las y los venezolanos que sean militantes (o terroristas) de movimientos políticos que sean abiertamente antichavistas y que mantengan una relación confrontacional e insurreccional en contra del gobierno nacional venezolano.
Pareciese que la ultraderecha española, quienes se sienten muy orgulloso de ser "los mayores genocidas de la historia", cuando asesinaron a más de 50 millones de nuestros indígenas, quieren revivir "sus gloriosos momentos históricos" como conquistadores y colonizadores, y no quieren asumir la derrota político – militar que sufrieron en el siglo XIX, por lo tanto, todo indica que están preprando "su venganza histórica".
Sus planes actuales, es proclamar como presidente electo de Venezuela, al "excandidato tapa – afiche" y seguir financiando a todos los exiliados políticos venezolanos, para preparar la instalación de un supuesto gobierno en el exterior, para luego encontrar la manera (a partir del 10 de enero del 2025) de generar un golpe de Estado en Venezuela.