Colonización y descolonización

Viernes, 11/10/2024 12:50 PM

De seguro muchos de los lectores están familiarizados con los términos colonialismo, colonización y colono, sin embargo es bueno aclararlos para fijar en la mente tales conceptos. El colonialismo es el control y la explotación de un territorio ajeno por parte de una nación. La colonización es el término empleado por la biogeografía para describir la relación de población u ocupación de un espacio por parte de un grupo de seres vivos que pueden ser tanto animales, como plantas o microorganismos que pasan a poblar un lugar en el cual antes no se encontraban.

La colonización es la acción de dominar un país o territorio (la colonia) por parte de otro (la metrópoli). El proceso de colonización puede ser de carácter político, militar, cultural económico o presentar otras manifestaciones, así como desarrollarse de forma violenta o pacífica. La colonización es la acción y el efecto de colonizar, es decir, establecer colonia, fijar en un terreno la morada de quienes la cultivarán. El término se utiliza en diversos ámbitos para indicar la ocupación o población de un espacio (colonizado) por parte de un grupo (colonizador), ya sea humano o de otra especie. Un colono o una colona es una persona que ha migrado a un área, bien sea voluntariamente o siendo forzada a ello, y ha establecido una residencia permanente allí en el contexto de colonización de una tierra.

Los anales de la historia nos reseña la colonización como las armas de los viejos imperios para extender sus territorios, así mismo, para imponer la cultura dominante que incluye el idioma, la religión, el comercio, así mismo, para robar las riquezas ajenas del territorio colonizado, cobrar impuestos, esclavizar a los insumisos. Son los colonos, quienes mediante la fuerza, en un principio, luego, utilizando otros mecanismos, impondrán la cultura del colonizador.

El 12 de octubre los españoles celebran el día de la hispanidad como una fiesta por el mal llamado "descubrimiento del nuevo mundo". Algo paradójico como motivo de celebración, dado que con la llegada del conquistador de Castilla y Aragón se produjo uno de los más cruentos genocidios, a través de la conquista y colonización de los pueblos indígenas, además, de la población negra traída a la fuerza desde África para esclavizarlos en las plantaciones café, cacao y caña del "nuevo mundo". Un mundo poblado desde hace más de 15 mil años por pueblos originarios.

Lamentablemente para aquella época no existía un departamento de estadística que informara sobre el número de víctimas de la población originaria y de los africanos asesinados, no solo por los ibéricos, los provenientes de Castilla, Aragón, también los del reino de Portugal. Es bueno recordar que los antiguos imperios como el de Francia, Gran Bretaña y los Países Bajos exportaron sus guerras a las tierras recién conquistadas y colonizadas. Numerosos pueblos indígenas desaparecieron completamente de la faz de estas tierras de gracia continentales, así como también las tribus que habitaban en las islas caribeñas como Trinidad, Tobago, Granada, Curazao, Aruba, Haití, Cuba, San Vicente, Barbados, Santa Lucía, Martinica, Dominica, Guadalupe, Antigua… cuyas tribus fueron exterminadas totalmente para reemplazarlas por esclavos que trabajaron en las plantaciones pertenecientes a colonos franceses, ingleses y holandeses. Así mismo, dichas islas se convirtieron en centros de acopio donde se realizaban lucrativos comercios de esclavos para venderlo hacia otros territorios.

Los naturales de América no tienen nada que celebrar el 12 de octubre, más bien es un día de duelo que nos recuerda las amputaciones de manos, las torturas de los esclavos como el cercenamiento de las orejas y nariz, hasta la marca con hierro candente en la frente o en los carrillos de los esclavos. Además, ejecuciones en la hoguera, empalamientos, ahorcamientos, aperreamientos en los que se lanzaban grandes perros de combate contra personas, abusos sexuales contra mujeres y niñas y numerosas masacres. Estos fueron algunos de los métodos empleados por los españoles para someter a las poblaciones locales, según detalla el historiador español Espino López en su libro "La invasión de América". Este autor refiere que en España la conquista de América se ve como un hito histórico, pero en realidad fue una brutal y sangrienta invasión que debería generar vergüenza. Así mismo, el catedrático señala: "El verbo invadir es mucho más inequívoco. Implica irrumpir, entrar por la fuerza, así como ocupar anormal e irregularmente un lugar. Y eso es lo que ocurrió en el caso de América".

Hay que tener claro, que la conquista y colonización de América no hubiese sido posible sin la intervención de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Es reseñado en los libros de historia que en todos los viajes de Colón en los navíos siempre estaba presente uno o más frailes, cuyo objetivo era la cristianización de los herejes. En este caso, los apóstatas era la población originaria que desconocían la verdadera fe y el dios traído por los invasores. Estos curas fueron los encargados de divulgar en latín los evangelios en las tierras recién conquistadas, doctrina que los naturales no entendían sin embargo, los obligaban a bautizarse a la fuerza, en caso contrario, eran esclavizados algunos y a otros, sentenciados a morir a latigazos en el cepo. Eran tiempos de la Inquisición española, cuando la Iglesia cometía los peores crímenes en nombre de Dios y de la única fe.

La asociación de la Iglesia con los reyes de Castilla y Aragón les permitió a los grandes jerarcas de la religión convertirse en los mayores latifundistas de américa que les coadyuvó adueñarse de enormes extensiones de tierras productivas para ser explotadas. En un principio por los indígenas, y luego, por la "misericordia" del fraile dominico Bartolomé de Las Casa, los sustituyó por esclavos africanos que rendían mejor que los indios. No cabe la menor duda, uno de los responsables de la colonización y la conquista del nuevo mundo fue la Iglesia Católica Apostólica Romana. Una vez que se declaró la independencia estos sacerdotes debieron ser expulsados del territorio recién emancipado, como consecuencia de la complicidad de aquellos en los miles crímenes y del genocidio de indios y esclavos. El nazismo fue prohibido en todo el mundo por sus horrendas prácticas, el catolicismo mereció el mismo tratamiento debido a las miles de víctimas, del despojo de riquezas y tierras amparados por la Inquisición. Cristianismo, colonización y conquista en América son sinónimos. El 12 de octubre no hay nada que celebrar, en un día de duelo.

La España Católica siempre inventa algo para recordarle al mundo la "epopeya" del gran conquistador y colonizador del Nuevo Mundo. Para esto inventó el término "Hispanidad", que engloba la identidad y cultura de los países de habla hispana. Lo lamentable de este vocablo es que en este se incluye el mestizaje, la religión y la lengua, por desgracia, las tres fueron impuestas a la fuerza mediante la cruz y el arcabuz. Nuestros naturales de aquella época fueron bautizados a la fuerza, muchas de nuestras aborígenes fueron violadas por esta morralla de salvajes que no tenían mujer y la lengua local, fue prohibida con violencia para que los naturales pudieran entender las órdenes del invasor y del torturador. Como es natural, cuando desaparece el idioma se extingue parte de la cultura y de la memoria histórica de un pueblo. Otra desgracia que le debemos al colonizador, fue la aniquilación de la cultura de numerosos pueblos de América como secuela de la pérdida a la fuerza de aquellas lenguas.

Por fortuna, no toda América es hispana, existen regiones que no son parte de esa Hispanoamérica, me refiero a numerosas tribus, tanto en Centro América como en Sudamérica que no fueron conquistadas por los españoles. Se trata de numerosos pueblos originarios localizados en zonas alejadas y escondidas en la selva y en la sierra que no fueron víctimas de la conquista y la colonización. Tales tribus están presentes en el centro y en el sur de América que conservan su propio idioma y nunca han hablado el español, es decir no son hispanohablantes. Tales pueblo originarios no piensan en español, no cantan en español, no bailan canciones en español, son "herejes", no están bautizado, desconocen al dios católico y no saben nada del niño Jesús, ni de la virgen María, se enamoran en su idioma originario, su narrativa (cuentos) conservan la cultura de sus antepasados, por suerte, no están "civilizados".

Ya Venezuela está descolonizada, ya no tiene amo ni tampoco debemos darle cuenta a otro gobierno de nuestras actuaciones. Que hace dos centurias nos apartamos de la monarquía como forma de gobierno, que la estirpe de los Borbones son parte de una nefasta historia con la que estuvimos ligados por un tiempo y por la valentía de muchos rompimos con esta hace 200 años. Dicha ruptura nos costó mucha sangre, la hemoglobina de un pueblo que se sacrificó para que la soberanía se hiciera realidad. No debemos ni podemos darle al reino español razones de nuestras actuaciones, somos una república descolonizada, independiente y no la colonia de un gobierno monárquico. Eso es algo pasado, nuestras riquezas y nuestras tierras nos pertenecen, no son ni de la iglesia ni de las corporaciones agrícolas de la UE. El presidente de la República Bolivariana de Venezuela se llama Nicolás Maduro elegidos en una votación universal directas y secreta, el rey de España y Grecia Felipe VI de Borbón es un anacronismo que la deben aguantar solo los españoles.

Por mucho tiempo algunos intelectuales mercenarios del reino español intentan blanquear la leyenda negra sobre la conquista y la colonización española en América, por eso es prudente recordar las palabras del escritor portugués José Saramago: "He aprendido a no convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro". Lee que algo queda.

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