Qué hace que en un país se pueda vivir en democracia, llama la atención y por lo mismo reflexionaremos sobre estos aspectos, en un mundo donde cada vez hay menos libertades para los muchos y más posibilidades para los pocos que son quienes acaparan el poder y nos someten al control de las instituciones constituidas a nombre del constituyente originario, el cual una vez que ha ejercido su voluntad a través del voto, es apartado y subsumido por el constituyente, que actúa a discreción, relajando todo el entramado jurídico, legal y de derecho. se han podido dar cuenta abarcan temas variados, nuestra realidad es compleja, y los sistemas que se han propuesto para que pensemos de una manera y nos comuniquemos en Occidente, varían mucho con lo que se debate en Oriente, por lo menos es lo que se ha mantenido en la escisión y separación de los dos mundos enfrentados, y que por ende afecta principalmente a la justicia social, la equidad, al cuidado, a la naturaleza y la existencia en el mundo, de todas las especies en general, y particularmente a la humana, tan vapuleada, hasta el punto en que la vida al parecer no vale nada si socioeconómicamente nada tienes. Sobre esos valores se valora la existencia, y la muerte sería lo idóneo para ponerle coto a tales diferencias de enfoque por parte de quienes desde la cúspide, mantienen tales argumentos. Un sistema realmente perverso, donde los pocos que tienen mucho, deciden que los muchos que tienen poco, o nada, tengan o no posibilidades de vivir una existencia digna, más amigable, menos hostil. El enfoque tiene que ver con la sustentabilidad en el planeta, en las posibilidades de existencia donde la distribución no es equitativa con los recursos naturales, que no son suficientes para abastecer a los millones de habitantes del planeta, a quienes lo requieren por ser necesidades ar una existencia acorde con los principios y valores que se suponen en los seres humanos, y las tan necesarias oportunidades en la sociedad que se debería procurar como a lo que se aspira cuando se habla de lo inclusivo en lo global. Creemos que en lo venidero habría que atender y enfocarnos en qué es más beneficioso para el planeta como un sistema íntegro y holístico para la vida de todo ser vivo que medra en ella, atendiendo por tanto al medio ambiente para permanecer en las condiciones idóneas, si no es ya tarde para realizar dichas tareas ante tanta incertidumbre que causa este desasosiego ante los anuncios que hacen presagiar que no habrá oportunidad después del 2030, para que el 99% de la población mundial, puedan superar el umbral del año 2050, hundidos como estamos en tantos desastres y guerras, que pudieran ser evitables, si dejáramos a un lado las diferencias absurdas, porque son las mismas en la que nos hemos enfocado, una vez se instauró desde los prejuicios y los perjuicios sobre los grupos humanos, que en vez de ponerse de acuerdo, se dividieron cada vez más en cuestiones irracionales, bárbaras, sin sentido, por no poder ver más allá del momento y las circunstancias, siempre favorables al 1% de quienes han usado al resto, y son los que acumulan lo que requiere el resto de los humanos. Erradicar la pobreza, las enfermedades, la necesidad de alimentos, y los insumos para salir de la indigencia inducida, debería ser la prioridad, hoy existen las capacidades y las herramientas para lograrlo en un corto plazo, siempre que no sea la instauración del Nuevo Orden Global, donde los pocos que son ricos, frente a los muchos que son pobres, lo que se traduce en el poder y control que operan sobre las masas, y se oponen a que se de un crecimiento y desarrollo en los procesos que nos son propios en la Tierra, el acceso a todo lo que son los bienes y recursos, estableciéndose ya no colonias donde unos someten a los otros, sino mancomunar esfuerzos para equilibrar las cargas y poder profundizar en lo que es lo esencial en los seres, que desde donde se quiera ver, somos lo más privilegiado del universo conocido. Lamentablemente nos hemos fragmentado en múltiples sociedades en un mundo que se ha hecho rival entre las especies, motivado al ego. Fue Michel Foucault quien llegó a explorar cómo el poder ejercido a través de los discurso y la puesta en práctica en las sociedades, van moldeando y modelando lo que se ha comprendido es nuestra propia identidad en el mundo. Y diríamos más respecto a que la falta de apreciar las cosas desde la propia conciencia de la existencia, y aquello que realmente trasciende a esta experiencia que apenas es una mínima expresión tangible de lo que seríamos capaces de lograr, si dejáramos que se manifestara lo que encarna en nosotros, esa esencia de la divinidad que somos, es decir, la singularidad hecha energía que se manifiesta y modifica todo lo que hay, o sea, la realidad, y es lo que acontece en lo que es real, hechura de nuestra propia creación. Por su parte lo que evoluciona es el continuo deseo de perpetuidad como búsqueda individual, al plantearnos las cosas elementales, desde lo más común, el diario vivir y las relaciones interpersonales, atendiendo a la verdad que hay en cada quien. Tales son las cuestiones que nos han legado nuestros ancestros, quienes conocían el por qué y el para qué de lo requerido para tener una relación franca, de lo que hay dentro y se manifiesta afuera. Es lo que se ha proyectado desde el mito, la magia, la religión, enfocados en perspectiva desde el conocimiento de causa, lo abarcante. Si nos atenemos a la mística, esa conexión indisoluble y plena de lo que está y se manifiesta desde lo divino que hay en nosotros mismos, solo que opacado por las tinieblas que se interponen como el lado opuesto del bien hacer y actuar, y que desde los intentos del saber, apelamos a la filosofía y a las ciencias del hombre, para desentrañar la naturaleza. Tales planteamientos intentan alcanzar algún acuerdo entre posibles y plausibles explicaciones, que vienen a colación si nos involucramos en las narrativas que hemos expuesto desde diferentes epistemes o intentos de sistematizar las posibilidades desde las ideas expresadas en pensamientos, que buscan comprender lo que es observado por el observador. Esto bastaría para aclarar el panorama frente a la realidad actual que se ha apropiado de la existencia, siendo que es nuestra experiencia expresada, siendo aquí y ahora, en presente, desde donde nos damos cuenta de las cosas que hay, de las cosas que son, y de lo que hacemos con ellas desde lo cognitivo, lo mental, lo egoico. Y qué tenemos en primera plana, las perturbaciones que nos han contaminado la mente, el cuerpo y el alma, desequilibrándonos de nuestro centro como punto de apoyo y equilibrio de la vida misma. Somos expresión de lo que hacemos, y las inestabilidades y distorsiones se dan por las políticas mal implementadas, que requieren con urgencia la atención concertada por las mayorías participantes y que sean protagonistas de la puesta en escena de la obra cumbre de la humanidad, la propia existencia, desde el deseo ético y las esperanzas moralizantes, sin lo cual nos seguiremos perdiendo en una búsqueda de no sabemos qué en realidad, y mientras tanto destruimos el planeta, y con él nuestras posibilidades y las de las generaciones sucesivas, a las que ya les estamos dejando testimonio de lo mal que lo hemos hecho hasta ahora. Desde un análisis crítico y sin muchos aspavientos, podemos decir que la humana adolece de conciencia, complicada por parte de una elite que se enfocada en acaparar y acumular riquezas y fortunas, un acopio fútil si pensamos en lo efímero del tiempo de vida que tenemos en la Tierra, y que cuando llegue la hora, nada nos llevamos, a no ser que aquello que hayamos cosechado en nuestra experiencia de la existencia, que es lo que nos acompañará el resto de la eternidad. Requerimos de una sociedad más humana, y los criterios para definirla pasan por la atención que le damos a las personas, como la expresión más sofisticada de lo que hemos alcanzado a ser en los millones de años que nos anteceden como especie. El reconocernos como humanos, con independencia del origen socioeconómico, es la garantía de poder tener acceso desde los derechos básicos, por educación, salud, vivienda, el descanso debido para reponer fuerzas, con una justa distribución de los recursos y los bienes necesarios para que podamos vivir una existencia digna. El ambiente debería ser el reflejo de lo que somos como especie superior en el reino natural, con el aporte que supone la progresividad en proporción a las ganancias en cultura y aprendizaje mientras moramos en el planeta, donde todos y todas estamos encerrados y aislados con los recursos que tenemos y de los que disponemos en la práctica. El papel que representamos debe ser entre iguales, única garantía y oportunidad que tenemos de expresarnos ante tanta maledicencia que ha traspasado los límites tolerables, perdiéndose los valores que antes lo sustentaban. No se trata del privilegio de unos, mientras los otros son discriminados, por falta del libre acceso a estar informados y educados para oponerse a cabalidad frente a los desvíos y el fomento de las discrepancias entre los actores principales y secundarios, antagonizando en las toma de decisiones políticas, sociales, económicas y hasta jurídicas, con políticas que se adecúen a los tiempos que corren, donde la corrupción es el plato fuerte, y los desvíos y actuaciones a discreción, lo que se refleja ante la realidad de un mundo en decadencia, y por tanto a la espera de atravesar privilegiada por parte de los gobiernos para las minorías, que se distribuyen entre grupos y en sectores de influencia, como se ha reflejado en las sociedades actuales escindidas, donde la responsabilidad y la cooperación sean también las corporativas, que al final juegan su papel en la reducción de las desigualdades. Adoptar y adaptar tales prácticas para el bienestar entre empleados y empleadores de la comunidad, con mejores salarios y más justas ganancias, y las condiciones laborales dignas en ambientes con responsabilidad ambiental, que solo se logra con educación y conciencia, para que exista la necesaria empatía, la solidaridad, el pensamiento crítico, conscientes de las causas y consecuencias que generan la desigualdad, para modificar en las personas una conducta acorde con el actuar de manera más justa, equitativa y solidaria. La desigualdad es un problema local, regional, hemisférico y global, es importante que se sepa, y es un trabajo que se debe realizar entre todos los países, un trabajo mancomunado, para abordar las disparidades económicas y sociales a todo nivel en el mundo, fomentando la cooperación internacional en apoyo a los países en vías de desarrollo. Abordar las desigualdades requiere del compromiso ético y la acción concertada desde múltiples niveles, en los planos de las políticas, la economía y las sociedades. Una labor que debemos realizar ya y sin más demora, siendo necesario que los pueblos exijan.
Por ahora todavía podemos expresarnos
Por: Franco Orlando
Viernes, 11/10/2024 06:28 PM