El agravamiento de la expansión militar de Estados Unidos a través de Israel sobre el Medio Oriente, ha puesto al Mar Rojo en el foco de atención militar; dado que la perspectiva que está mostrando el conflicto contra la Resistencia Islámica conduce a una continuidad de la guerra.
La prolongación de la guerra torna la situación en un conflicto entre resistir desgastando al enemigo, por el lado de la resistencia, y ampliar la expansión y los ataques aéreos a zonas de interés económico en El Líbano, Siria, Irak y esencialmente los intereses de Irán. Y por supuesto, los intereses económicos del país persa, descansan fundamentalmente en el petróleo.
Producción que descansa en las gigantescas reservas del crudo, que aún posee Irán y que se lleva a cabo con una alta capacidad técnica y eficiencia humana aplicada a todo el proceso; es decir desde la exploración, extracción, procesamiento, refinar y exportar petróleo. Los ataques pueden perturbar o parar el proceso in situ.
Pero, la debilidad energética de Irán es a la vez su fortaleza; dado que el país Persa, posee un larga frontera en el Mar Rojo y un estrecho, el Estrecho de Ormuz, donde pasa una gran proporción del petróleo que consume el planeta; como respuesta a las agresiones imperialistas, podría cerrar el paso por el Estrecho de Ormuz. Y all, según los expertos transitan 20 millones de barriles de crudo al día. A tal grado que al cerrar el Estrecho de Ormuz, generaría una crisis mundial de suministro del hidrocarburo.
He, ahí está la urgencia de un cambio revolucionario en Venezuela. Dado que el país bolivariano es el número uno a nivel mundial, en reservas probadas de petróleo. ¿Cómo es esto?
La cuestión es que de cara al agravamiento y continuidad de la guerra que Estados Unidos lleva contra Rusia y el Eje Islámico del Medio Oriente; la posibilidad del cierre de la principal vía de transporte del hidrocarburo, está generando ya, una crisis de suministro mundial del crudo.
Ese impacto de deficiencia grave del suministro mundial del crudo, coloca a Venezuela en la alternativa mundial de exportación de gas y petróleo; no es como dice Maduro de crear una economía independiente del petróleo.
Si fueran más cuidadosos en valorar los acontecimientos mundiales, se darían cuenta que el proceso de producción petrolera de Venezuela, necesita urgentemente de una revolución tecnológica y administrativa; pues se está frente a un fenómeno que demanda mucha exportación del hidrocarburo que Venezuela posee en abundancia.
Que pasa hombres y mujeres venezolanas, la situación de miseria y abandono se puede acabar si se aplican estas tres medidas: revolución técnica administrativa de la producción petrolífera, re incorparación soberana del Esequibo y cambiar la visión económica del gobierno actual; si eso implica un cambio de gobierno, ya eso es cuestión de venezolanos.
Recuperar la infraestructura de producción petrolífera y retomar el Esequibo, es URGENTE.