Golpe militar contra Medina, 18 de octubre de 1945. Ver cómo, los derechos laborales, tuvieron injerencia

Viernes, 18/10/2024 01:10 PM

Del primer gobierno de Rómulo Betancourt a Rómulo Gallegos

Dado el golpe militar del 18 de octubre de 1945, se constituyó una Junta de Gobierno, con fuerte presencia del partido Acción Democrática (AD), la preside Rómulo Betancourt y la integran, además, Gonzalo Barrios, Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto Figueroa- todos de AD), el mayor Carlos Delgado Chalbaud y el capitán Mario Ricardo Vargas –por el sector militar y Edmundo Fernández. Este último, según distintas versiones, provenientes de los actores principales que lo repitieron por años, había actuado de intermediario entre los militares por alzarse y el partido ahora en el gobierno.

La nueva administración cívico-militar toma una serie de medidas con cierto aliento popular como:

1.- Promulgó un estatuto electoral, destinado a aplicarse para las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente que se proponía convocar, en el cual estableció el sufragio universal, directo y secreto, para los venezolanos mayores de 18 años y de ambos sexos.

Esta conquista, sobre todo la del voto universal y directo para escoger las autoridades, como la incorporación de la mujer al ejercicio de ese derecho, constituyó un fuerte golpe a quienes defendían al régimen anterior; el cual se negó persistentemente a ese reclamo. Recordemos que el régimen electoral anterior, no permitía la elección presidencial y de senadores de manera directa, sino que esos funcionarios se escogían en elecciones en otras instancias; los senadores por los munícipes y el presidente por el congreso.

También que votaban sólo los del género masculino, mayores de 21 años y que supiesen leer y escribir. Eso implicaba negarle el derecho a votar a más de las dos terceras partes de los ciudadanos que deberían ejercerlo.

Una de las razones esgrimidas por la oposición a Medina, sobre todo quienes fundaron el partido AD, fue la persistente negativa del gobierno a asumir medidas de esa naturaleza y persistir en elecciones de segundo grado.

2.- Fundamentándose en el estatuto electoral mencionada antes, el 27 de octubre de 1947, se celebraron las elecciones para los miembros de la Asamblea Nacional constituyente, en las cuales participaron los partidos políticos con sus respectivas planchas y el uso de tarjetas de colores para facilitar el acto electoral de los analfabetos. En ellas participaron los partidos AD (Acción Democrática), Copei (Comité de Organización Electoral Independiente), PCV (Partido Comunista de Venezuela) y URD (Unión Republicana Democrática).

Los resultados electorales otorgaron a AD 107 representantes, para Copei 19, PCV 2 y URD 2.

El 17 de diciembre del mismo año se instaló la Asamblea Nacional Constituyente, la cual quedó presidida por el poeta Andrés Eloy Blanco y el 18 del mismo mes, esa Asamblea ratificó y legitimó la Junta de gobierno surgida del golpe del 18 de octubre de 1945. Hablamos de legitimación porque un acto popular, con las características de las elecciones de octubre de 1947, otorgó a la Asamblea Nacional, poder constituido por ese medio, la facultad para tomar las decisiones que hubiese sido necesario, como promulgar una nueva constitución y eso, fue un acontecimiento progresista, sin antecedentes en la historia nacional. Aunque esto no se pueda utilizar para justificar el golpe de octubre de 1945 o la mal llamada "Revolución de Octubre", porque ella también rompió un proceso pacífico que avanzaba y dejó mal precedente para los acontecimientos posteriores que sirven al mismo tiempo para tomarles en cuenta en la hora actual.

Esa nueva constitución emanada de un poder constituido por el Poder Popular, incorporó lo correspondiente al Estatuto Electoral antes aprobado. Lo que democratizó en cierto modo al Estado e hizo depender la soberanía en el voto popular. Es decir, parió la democracia representativa.

Así nace la "Constitución de los Estados Unidos de Venezuela", consecuente con los viejos principios del federalismo y la Guerra Federal, aunque en mayor medida sólo en algunos formalismos Esa Carta Magna de 1947, producto de una Asamblea Nacional Constituyente donde se dieron largos y sesudos debates entre los representantes de los partidos AD, COPEI, URD y PCV, entre otras cosas plasmó lo siguiente:

Art. 53.- La educación es una función esencial del Estado. Se ratifica aquí el principio del Estado Docente, conquista popular, progresista y hasta revolucionaria, en la cual hubo mucho de la contribución de Luis Beltrán Prieto Figueroa. Asunto sobre el cual se debatió intensamente en la Asamblea Nacional Constituyente entre factores del gobierno y PCV contra la representación del Partido Social Cristiano.

Art. 79.- La soberanía reside en el pueblo, quien la ejerce mediante el sufragio y por órgano de los Poderes Públicos.

Art. 81.- Son electores todos los venezolanos hombres y mujeres, mayores de 18 años.

Art.-192.- El presidente será elegido por votación universal, directa y secreta.

Los tres artículos citados anteriormente producen un cambio sustancial del cual ya hemos hablado antes; lo que significó la derogación de las elecciones de segundo grado para la presidencia de la República, funcionario que anteriormente surgía de la votación del Congreso Nacional.

El artículo 93 de aquella constitución señaló que las "Fuerzas Armadas Nacionales constituyen una institución apolítica, esencialmente profesional, obediente y no deliberante; y se organizan para garantizar la defensa nacional, mantener la estabilidad interna y respaldar el cumplimiento de la Constitución y las Leyes.

Bajo el amparo de esta nueva constitución, el 14 de diciembre de 1947, se elige a Rómulo Gallegos presidente de la república, cargo que asumió el 15 de febrero del año siguiente. Es digno de resaltar, al momento de juzgar los hechos posteriores, que obtuvo el elevadísimo porcentaje del 74.4% de los votos.

Pero el ministro de Fomento, Juan Pablo Pérez Alfonzo, quien más tarde será uno de los promotores y fundadores de la OPEP y llegase a asumir posiciones muy vanguardistas y nacionalistas en materia petrolera, logró se aprobase la política de no más concesiones a las empresas extranjeras del sector y el 12-11-1948, la fórmula del 50 y 50 (fifty-fifty) para repartir en partes iguales el excedente del petróleo, entre las transnacionales y el Estado.

Lo que aspiró Gumersindo Torres y costó que Juan Vicente Gómez le destituyese, se hizo realidad en esta etapa.

Por medidas como esas, el gobierno de Estados Unidos prestó su respaldo, a pocos meses de haber asumido Gallegos la presidencia de la república, a un grupo de militares encabezados por Marcos Pérez Jiménez, para que el 24-11-48, lo destituyesen violentamente. Le expulsaron del país, en ropa de dormir, como hace poco a Zelaya y, a Pérez Alfonzo, llevaron a la cárcel por largos meses para luego darle el mismo destino del autor de "Doña Bárbara", sólo por haberse atrevido a defender el interés nacional. Sólo eso fue un pecado o "delito" para hacerse acreedor a aquella pena.

No obstante, lo que dijimos en otro anexo sobre el gobierno de Medina, creemos necesario hacer aquí alusión algunas de sus ejecutorias, que pudieron determinar el fácil respaldo de EEUU dado al grupo golpista de Pérez Jiménez y Betancourt. Alusión que tiene que ver completamente con el asunto petrolero, tomando en cuenta que, en fin, hasta ahora mismo, para los gobernantes de ese país y sus grandes capitalistas, Venezuela sigue siendo sólo un pozo petrolero alrededor del cual danzan "inocentes criaturas sin alma".

Sobre el gobierno de Medina, en la historiografía del pasado y del presente, sobre todo aquella elaborada por la izquierda, todavía se discrepa.

Tal como nosotros decimos en otro anexo de este texto al comentar ligeramente sobre el gobierno de Medina, en otras palabras: "Entre la Gran depresión de los años treinta y el período posterior a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se abrió una brecha para que muchos países periféricos buscaran experiencias propias de desarrollo", como afirma Luciano Wexell, en "Economía Venezolana (1899-2008)" de Editorial El Perro y la Rana, en la página 49.

No hay duda que Medina y sus asesores, percibieron la coyuntura y hasta hablaron de "Sembrar el Petróleo", frase generalmente atribuida a Arturo Uslar Pietri, pero al parecer original de Alberto Adriani, quien había sido ministro de Agricultura del gobierno de López Contreras y con quien el autor de "Lanzas Coloradas (A. Uslar P.) tuvo estrechos vínculos.

Para fortalecer la idea de quienes atribuyen la originalidad de la frase, como Domingo Alberto Rangel, a quien más de una vez se lo escuché decir, "Sembrar el Petróleo" a Alberto Adriani, de quien Uslar fue colaborador bajo el gobierno de López Contreras, en una Venezuela que comienza a cambiar, leamos el siguiente texto: "Existe cierto grado de complementariedad en los tres colaboradores del presidente López– se refiere quien habla a Adriani, Humberto Egaña y a Arturo Uslar Pietri.

Esta complementariedad responde a que el novelista caraqueño – Uslar con su inmenso talento narrativo, recoge las advertencias y recomendaciones que Adriani, como economista profesional formula".

Fuente: Economista Luis Xavier Grisanti, profesor de las universidades

Simón Bolívar y UCV. Blog

Fundación Casa Arturo Uslar Pietri. "Adriani, Egaña y Uslar Pietri. Un

modelo Económico para Venezuela".

Este último, en el diario "Ahora" en la edición del 14 de julio de 1936, en artículo titulado "Sembrar el Petróleo", llama a salir del esquema rentista petrolero e importador de todo tipo de mercancías creando nuevas formas de producción y puestos de trabajo. Esto toma mayor significación en vista el peso del autor de aquel artículo y propuesta de cambio, en los gobiernos de López Contreras y Medina. Fue ministro de Educación entre 1939-41, período de gobierno del primero, secretario de la presidencia entre 1941-43 y ministro de Relaciones interiores en 1945, estos últimos cargos bajo la administración de Medina.

Por la percepción del momento histórico, la influencia de Alberto Adriani y la presencia en el gobierno de Arturo Uslar Pietri, alumno de aquél, el gobierno de Medina se propone, según las palabras de los intermediarios la "superación del modelo económico rentista".

Con anterioridad, Juan Domingo Perón, en la Argentina, aprovechando la brecha abierta por el capitalismo ya en su etapa imperialista, por causa de la II Guerra Mundial, había iniciado una audaz política. Es decir, fue más allá de la simple enunciación del General Medina. Para esto recomiendo leer mi trabajo "Elevación y caída de Perón", en deeligiodamas.blogspot.com o Blog de Eligio Damas.

Tomemos como ejemplo, para mostrar la contrariedad y falta de audacia del gobierno al enfrentar las circunstancias, lo relativo al tratado comercial de 1939, firmado por nuestro gobierno, bajo el régimen de Eleazar López Contreras, conocido como Tratado de reciprocidad Comercial, con Estados Unidos, ni más ni menos un antecedente temprano de lo que ahora se conoce como TLC, según el cual: "En ese Tratado, mientras que a Venezuela se le garantiza condiciones para la entrada del petróleo a los Estados Unidos, éste último tenía la oportunidad de exportar hacia nuestro país todos los productos que quisiera sin mayores restricciones legales ni

comerciales". "Petro-diplomacia y Economía en Venezuela". Autor: Andrés Giussepe Avalo. Edit. El Perro y la Rana. Pág. 18.

Ese tratado, que ataba por los extremos a la economía de Venezuela a la de Estados Unidos fue mantenido por el gobierno de Medina y "prorrogado en 1952 por el gobierno de Marcos Pérez Jiménez y luego denunciado" por el Rafael Caldera en 1972, según Andrés Giussepe Avalo.

Pág.19. Esto incluye, es bueno observar, a los gobiernos de AD, período 1945-48 y 1959-72, pese a las llamadas políticas sustitutivas de Betancourt o más fundamentando éstas en aquél.

Pareciera obvio, que no hubo correspondencia entre los enunciados del gobierno de Medina por romper con la rentística petrolera, "sembrar el petróleo" y la existencia de ese tratado.

No obstante, Medina tomó algunas medidas progresistas destinadas a aumentar el ingreso nacional y una mejor participación del Estado en las ganancias del negocio petrolero. Era natural eso porque, desde los tiempos de Gómez, cuando Gumersindo Torres, tal demanda crecía en el interés nacional y posición de algunos sectores clasistas de la sociedad venezolana.

Además, AD, partido ya constituido, dirigido por Rómulo Betancourt, aprovechando la posición "browderista" del PCV, con gran influencia entre los trabajadores del sector, que implicaba contener los reclamos salariales y de otra naturaleza en función del primordial interés de los aliados en el combate contra el nazi-fascismo, asumió aquellas banderas y restaba partidarios a éste.

En ese sentido, Oscar Battaglini, citado por Luciano Wexell Severo, en pie de página N° 65, de "Economía Venezolana" (1899-2008) dice lo siguiente: "Era evidente e que el avance del proyecto de Betancourt pasaba por quitarle la superioridad de los comunistas en el movimiento sindical y obrero. El gran objetivo de Acción Democrática era convertir ese poder político-ideológico sobre los trabajadores en el medio más efectivo de su capacidad de negociación con Fedecámaras, los terratenientes latifundistas y la estrategia norteamericana de la post guerra".

Pero ese proyecto de Betancourt, para decirlo como Battaglini, fue facilitado por las políticas del PCV, de las cuales hablamos en otra parte y las indecisiones o sumisiones del medinismo u otros compromisos; al efecto, transcribiré lo dicho por Eleazar Díaz Rangel, muy bien informado periodista y quien estuvo en las filas comunistas en su columna del domingo, 27 de abril de 2014, en el diario Últimas Noticias, pág. 12: "1944 fue un año decisivo en la II Guerra Mundial. La Alemania nazi estaba acorralada por las fuerzas soviéticas en el Este, y las estadounidenses por el Oeste. Parecía inminente el segundo frente, la invasión a Francia ocurrió el 6 de junio. Once meses después tendrán que rendirse, Hitler se suicida."

Entre tanto, aquí se organizaban la Asociación Juvenil Venezolana (de AD), y la Confederación de Jóvenes de Venezuela (PCV), y la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) es dividida por la Derecha que forma la Unión Nacional de Estudiantes, con Caldera al frente. En cambio, el movimiento sindical hacía esfuerzos por unificarse. En febrero se instala la Comisión Organizadora de la Convención Obrera, aunque la presidía Augusto Malavé Villalba y lo acompañaban José González Navarro, Francisco Olivo, etc., dominaban los comunistas con Jesús Farías, Luis Miquilena, Manuel Taborda, Francisco J. Arrieti, Luis Felipe Ojeda.

El PCV era mayoría en los sindicatos. En esos días viene Vicente Lombardo Toledano, presidente de la Central de Trabajadores de América Latina, su discurso en el Nuevo Circo fue un impulso a la unidad y combatividad de clase. También hablaron Andrés Eloy Blanco, Farías, el ministro Julio Diez y Ramón Quijada, dirigente campesino.

El 10 de marzo se instala en el Nuevo Circo, con delegados de 150 sindicatos , de los cuales 106 dirigidos por los comunistas y 44 por adecos.

El 24 fue convocada la sesión de clausura en el Teatro Olimpia, donde debía elegirse la directiva de la nueva central sindical Nacional, y ésta quedaría constituida. Llegado a este punto, los comunistas proponen que la directiva sea electa proporcionalmente, según sus fuerzas, mientras Quijada, por AD, propone que sea alguien independiente. Interviene Juvenal Marcano, se declara comunista y que siendo mayoría pueden decidirlo solos.

Los sindicalistas de AD, después de acusar de comunistas a esa mayoría, se retiran, como lo habían acordado. Según versión de P.B., en 1948 primer presidente de la CTV, también fue tema controversial un proyecto de acuerdo contra la revista "Selecciones" del Readers Digest.

En esa época estaba vigente la Constitución de 1936, cuyo artículo 32, inciso VI, establecía: "Se consideran contrarios a la independencia, a la forma política y a la paz social de la nación, las doctrinas comunistas y anarquistas; y los que las proclamen, propaguen o practiquen, serán considerados como traidores a la patria y castigados conforme a la Ley".

Ese mismo día levantan el acta de quienes se quedaron, y posteriormente, la Gobernación del Distrito Federal, dicta un decreto disolviendo la Convención e ilegalizando los 93 sindicatos y las tres centrales que permanecieron.

Políticamente, nadie le encontraba explicación, toda vez que el PCV apoyaba a Medina Angarita y AD era su más férreo opositor.

Pasados los años, quien esto escribe, aún no le encuentra explicación a aquella conducta de Medina y menos al PCV que siguió apoyándolo. Si aquello aconteció por presiones de la embajada gringa y los nexos de Betancourt con Nelson Rockefeller, de lo cual siempre se ha hablado, menos para comprender la actitud de los comunistas.

En otro trabajo sobre Medina, que aparecerá como anexo a este libro, hago la siguiente referencia: "Estamos en presencia de una interpretación mecánica de eso que los comunistas llaman el internacionalismo proletario. Nuestros comunistas, copiando a Earl Browder, secretario del PC norteamericano y quien más tarde será expulsado por sus desviaciones que lo llevaron a disolver la organización bajo su responsabilidad y quien dijo que en la hora presente era indispensable subordinar todo a la victoria contra los nazis y Vicente Lombardo Toledano, presidente de una organización internacional de trabajadores (la CTAL), el cual afirmó que se debía prescindir de la huelga mientras la guerra no concluyese, han llegado a decir que los obreros por mantener la unidad nacional están dispuestos a evitar conflictos económicos".

Más adelante, para explicar el avance de AD en el movimiento obrero, con los fines arriba señalados de Betancourt, según Oscar Battaglini, en nuestro mismo trabajo citado anteriormente se dice: "No puedo entender– dijo mi viejo- como el Partido Comunista de Venezuela, que ha sido el eje de la izquierda, hace suyo el pensamiento de Numa Quevedo, ministro del trabajo de Medina y enemigo declarado de la clase obrera, quien en 1941 sostuvo: hay que conciliar. Debemos evitar pugnas entre las fuerzas del capital y el trabajo, pues lo contrario nos llevaría al fracaso.

Pero ese gobierno de Medina que prometió romper el fórceps del rentismo petrolero, la mono exportación y "sembrar el petróleo", no sólo firmó con EEUU el Tratado de Reciprocidad Comercial del cual ya hablamos, sino como decimos, en el mismo trabajo sobre Medina, al cual ya hemos hecho referencia: "…….la política industrial de este gobierno, pese las posibilidades que la guerra ofrece, por la transformación del aparato capitalista para adaptarse a las exigencias de la guerra y, cuando en muchas partes del mundo y especialmente en este lado de América, se adelantan audaces planes sustitutivos, se desnuda y define diciendo, con contundencia de las cifras, que durante 1940-45, de un volumen de exportación de novecientos ochenta y ocho mil doscientos cincuenta millones de bolívares, corresponderá a los sectores petrolero y agrícola el noventa y siete por ciento del total. De modo que los demás sectores, incluyendo el industrial, sólo exportarán un miserable tres por ciento".

No obstante, por las presiones de clase, que como antes dijimos ya se venían manifestando de cuando Gumersindo Torres, bajo el gomecismo, y las definiciones del gobierno que había estado haciendo Medina y su equipo, pese a que, en su discurso de toma de posesión, manifestó que se mantendría en correspondencia con lo que había heredado, se comenzaron a tomar algunas medidas nacionalistas como la Ley el Impuesto Sobre la Renta y la de Hidrocarburos, entre otras.

La primera Ley de Impuesto Sobre la Renta en Venezuela se promulgó el 17 de julio de 1942, pero entró en vigencia en enero de 1943, cinco seis meses después; mediante ella se impuso a las compañías petroleras un impuesto cedular –el cual se refiere que las tarifas se determinan según las diferentes actividades económicas - , por esto a aquellas se les pechó "con 2 ½ % más un impuesto de sus beneficios líquidos". El párrafo entre comillas, redactado casi de manera igual, aparece en distintos textos, por lo cual no hemos creído necesario mencionar ninguno en particular.

En la Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela N° 31, de fecha 13 de marzo de 1943, se oficializó la Ley de Hidrocarburos.

Al respecto, es justo hacer referencia aquí a lo expresado por Salvador de la Plaza, citado por Luciano Wexell, en la obra antes mencionada, pág. 27: "Antes de la Lay de Hidrocarburos de 1943, las compañías petroleras no pagaban sino los impuestos que limitativamente habían establecido en los respectivos contratos de concesión, por lo que los concesionarios estaban exentos del pago del Impuesto Sobre la Renta".

En el mismo sentido, Domingo F. Maza Zavala, citado en la misma obra e igual página, dice al respecto: "Durante más de veinte años, hasta 1943, se estuvo regalando prácticamente el petróleo y las facilidades para producirlo a las compañías extranjeras……En definitiva, rehicieron al país a su conveniencia a cambio de un plato de lentejas".

Según Ernesto Fronjose Lasalle, en "Ley de Hidrocarburos del año 1943. Un complejo proceso de negociación en el ámbito global", en dicha Ley se "elevó el valor de regalía a un mínimo de 16 2/3 % y se acordó la ampliación de las facultades de supervisión técnica por parte del gobierno".

El mismo autor dice "……el aspecto al que se le suele asignar mayor importancia en la Lay de 1943, es el precepto conocido como Fifty-Fifty. El cual, según Andrés Giussepi Avalo, en la obra antes mencionada, consiste en que "las compañías debían compartir sus ganancias con el Estado venezolano"; "es decir, "debían quedarse con un 50% y el otro 50% para el fisco nacional".

No obstante, Ernesto Fronjose Lasalle, refiere algo muy importante, generalmente subestimado, que en la Ley de 1943 "el concepto de concesión deja de existir en una relación puramente contractual". Según él, de allí en adelante, el propietario del recurso –la nación venezolana- se asocia con un operador que se encargará, en nombre de la sociedad, de extraer y comercializar dicho recurso.

Este mismo autor, deja constancia, que sobre el asunto del Fifty-Fifty, establecido en la Ley de 1943, sectores opuestos al medinismo, consideraron fue establecido sobre cálculos o bases técnicas, que dejaron espacio para que esa participación fuese menor, razón por la cual, posteriormente, el gobierno de Gallegos, vuelve sobre lo mismo.

No obstante, Oscar Battaglini, en "El Medinismo", Monte Avila Editores, pág. 73, dice lo siguiente: "aunque el pago de las rentas fijadas en la Ley de Hidrocarburos, o sea, ante todo la regalía de un sexto deberían arrojar, de acuerdo a estimaciones de los expertos y al nivel de precios existentes, aproximadamente un 50-50, ya que, calculadas conjuntamente con los impuestos generales, la participación fue estimada en un 60:40".

Pero para Andrés Giussepi Avalo, en la obra que hemos mencionado tantas veces, todo eso se logró "a cambio de asegurar, a las compañías petroleras, extensión de las concesiones por cuarenta años más".

Para el mismo autor, cuando el 26 de septiembre de 1945, menos de un mes para que fuese derrocado el gobierno de Medina: "se cierra el ciclo de otorgamiento de concesiones prometido junto con la Ley de Hidrocarburos de 1943. Para ese entonces se habían entregado 6,5 millones de hectáreas, representando una superficie mayor a la que tenían las compañías antes de la aprobación de la Ley de 1943".

De acuerdo a las opiniones o al carácter de las discrepancias, entre los medinistas y AD, a la tendencia de los primeros de avanzar hacia cambios que los segundos reclamaban, no parece difícil encontrar, posibilidades sustentables para que ambas expresiones pudieran encontrar puntos de entendimiento. Salvo que los primeros, quienes sustentaban el poder y el control de las gobernaciones del Estado Federal y del Congreso, quien tenía la atribución de escoger al presidente de la república no estuvieron dispuestos a promover un estatuto electoral, como el que produjo la Junta de gobierno que nació como resultado del 18 de octubre de 1945, que aprobó el voto universal, directo y secreto para los ciudadanos de ambos sexos y aunque no supiesen leer y escribir.

En medio de las disputas entre el medinismo y AD, donde al parecer las contradicciones parecieran no haber sido muy profundas, crece el descontento militar y nace la "Unión Militar Patriótica", por sus siglas UMP.

Al respecto, tomemos en cuenta lo que dice Oscar Battaglini en "El Medinismo": "La decisión de crear este instrumento político-militar la toma esta fracción del Ejército desde la perspectiva de los intereses socioeconómicos y políticos tradicionales (nacionales-extranjeros) que se siente seriamente por el proyecto modernizador del Estado medinista. Es evidente, por otra parte, que su creación se produce cuando ya existe en esta corriente militar, y en el grupo opositor del que forma parte, la determinación de desplazar por la fuerza al medinismo de la dirección del Estado, con el deliberado propósito de preservar dichos intereses y de devolverle al Ejército la posición que en el pasado éste había ocupado como soporte y árbitro principal del poder".

Pareciera un tanto exagerado y parcial, el criterio de Battaglini, según el cual el grupo opositor del cual forma parte la UMP, compartía esa aspiración de los militares. Más equilibrado pareciera atribuirlo a los militares mismos que conspiran.

En este sentido, este criterio nuestro pudiera sustentarse en lo que el mismo Battaglini más adelante señala, como propósitos de la UMP, expresados en su Acta Constitutiva, en la cual, entre otras cosas señalan: "…la creación de un ejército verdaderamente profesional".

Esto pudiera estar relacionado con la inconformidad de los nuevos oficiales, como Pérez Jiménez, graduados en Escuelas Militares "modernas", bajo la inspección y orientación del Ejército norteamericano, por continuar al mando de viejos generales venidos del gomecismo, en gran parte poco ilustrado y no formados en las ciencias militares, asunto del cual siempre se habló mucho.

No obstante, gobierno y oposición, pudieron acordarse en torno a la candidatura de Diógenes Escalante, afiliado al PDV, partido del gobierno y en el cual AD, de la oposición, sustentó sus aspiraciones de cambio. Pero el candidato, virtual nuevo presidente de Venezuela enfermó, lo que le obligó a retirar su candidatura y sin quererlo, romper el pacto entre gobierno y oposición y abrirle camino al golpe de Estado del 18 de octubre de 1945 contra Medina, en lo inmediato, por el cual según dijeron reiteradamente Rómulo Betancourt y sus más cercanos colaboradores, esa manifestación era un hecho y no había forma de detenerla, y el posterior del 24 de noviembre de 1948 contra Rómulo Gallegos.

No hay duda, sobre el particular, hay una extensa bibliografía que muestra que, los golpes militares contra Medina y luego contra Gallegos, estuvieron determinados por los cambios en el manejo del negocio petrolero.

En este sentido, es suficiente lo que informa Andrés Giussepe Avalo, en su libro antes citado: "El 50-50 generó un revuelo tal que las trasnacionales y los grandes consorcios financieros de Estados Unidos comenzaban a presionar y a solicitar la eliminación de ese mecanismo impositivo. De hecho, J.E. Pogue, vicepresidente del Chase Manhattan National Bank en un informe publicado en el Boletín de la Asociación Venezolana de Geología, Minería y Petróleo, critica el régimen del 50-50 y sugiere se elimine. Pág. 22-

En el mismo trabajo, el mencionado Pogue solicita se otorguen nuevas concesiones, no se aumente la cuota de petróleo a refinar en el país y se suspenda todo intento de mejorar las condiciones de los trabajadores.

Es decir, desde la aparición del petróleo en Venezuela, la injerencia de EEUU en nuestra política es determinante. Desde ese país, promovieron el golpe de Juan Vicente Gómez contra Cipriano Castro y contribuyeron a instaurar una dictadura por más de treinta años, sin ningún asomo de respeto por la opinión ajena y en general por los derechos humanos. La vida de los opositores al régimen poco importaba y centenares de patriotas se repartían entre las horrendas cárceles del régimen, la clandestinidad y el exilio. Mientras eso sucedía, EEUU tuvo a Gómez como un excelente aliado y digno amigo.

El período de transición de 1938 al 48, de López Contreras a Rómulo Gallegos, en cierta medida afectado por la segunda guerra mundial, se caracterizó por cierta apertura y respeto por la participación política con excepción del PCV que estuvo proscrito hasta la caída de Medina, por disposición constitucional, pese ser partidario y defensor del gobierno; lo que más por la constitución misma, resultó de las contradicciones entre los grupos y tendencias que apoyaban al gobierno, sobre todo el enorme peso que el gomecismo allí ejercía.. Pero también acompañado del crecimiento de la masa trabajadora, grupos intelectuales provenientes de la clase media y la incorporación activa del movimiento estudiantil a los asuntos de la política.

Surgieron como hemos visto, dentro del medinismo, el PCV y AD, manifestaciones muy centradas y fundamentadas de nacionalismos y preocupación por los asuntos petroleros que no se resolvieron con simples destituciones como cuando Gómez, en dos oportunidades, por exigencias de las petroleras, ahogó los atisbos patrióticos de Gumersindo Torres. No obstante, del tránsito del medinismo a la Junta de gobierno nacida con el golpe de octubre de 1945, se conocen de denuncias de atropellos, hasta se llegó a hablar de un centro de tortura conocido con el nombre del "trocadero" y acusaciones infundadas de delitos de peculado como aquellas de las cuales fueron víctimas "los presidentes López Contreras y Medina Angarita, enjuiciados por cargos de defraudación de recursos fiscales y condenados a restituir al patrimonio nacional todas sus posesiones" (Pedro Barría. "Aprendizaje Político: La experiencia de Venezuela en perspectiva comparada". Pág. 36) y Arturo Uslar Pietri, a quien también le confiscaron sus propiedades y, como los expresidentes, fue expulsado del país.

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