Desde hace mucho tiempo, por no decir, desde siempre, PDVSA, ha sido para muchos, la gallina de los huevos de oro. Cada presidente lleva su equipo; cada miembro del equipo también tiene su propio equipo y de este se desprenden otros sub-equipos que a la larga son los que forman las cadenas intrincadas de la corrupción. Allí comienza el "por allá jumea". En realidad, el equipo de un presidente de PDVSA no es más que la unión de Adán, Eva y la serpiente, alrededor del árbol del fruto, vale decir manzana, aunque según la biblia, nadie sabe cuál fue el fruto, pero debió ser muy apetitoso y sabroso para que Adán y Eva lo comieran con el visto bueno de la serpiente.
Así ha pasado con los presidentes de PDVSA en los últimos tiempos. No se han resistido y han caído en la tentación. Amén. Debe ser muy difícil ver y tener cerca un tesoro y que no le pase una mala idea por la cabeza. Y de hecho, esas ideas aparecieron y han causado un daño enorme a la economía del país. Si en realidad, haciendo un ejercicio de economía, nos propusiéramos a contabilizar o sumar todo lo que se han robado quienes han presidido PDVSA con sus respectivos equipos, posiblemente estuviéramos en mejores condiciones económicas, pese a sanciones y bloqueos.
Ahora, el último presidente de PDVSA, Tellechea, se ha dejado engatusar con los estados unidos, hasta el punto de haberle negociado la entrega del cerebro de la empresa, el mismo que tuvieron cuando el golpe de Estado a Chávez, desde donde los gringos manejaban toda la empresa en todos sus espacios. Como siempre, los Estado unidos se supone que prometiendo montones de dólares, han hecho que muchos corruptos venezolanos, hayan llegado al extremo de querer propiciar un camino fácil para que Puff Diddy (Estados unidos) se apodere hasta del cerebro de la empresa. (Sistema de Control y Mando Automatizado). En este caso, parece que, más fácil es traicionar y vender a la patria; soñar con su propio bienestar y los demás que se jodan.
Hay quienes plantean como solución a esta situación, nombrar presidente de la empresa a gente conocedora del negocio petrolero; pero, esto no basta, si ese profesional no es honesto. ¡Qué difícil es conseguir gente honesta para dirigir esa empresa!; creo que el problema no es de profesión, el problema es de honestidad; hasta los propios profesionales conocedores del negocio petrolero no han resistido la tentación y optaron por el negocio redondo, donde el objetivo era saquear. A manera de chiste malo, si a alguien se le ocurriera calcular, cuanto petróleo queda en nuestro subsuelo, posiblemente se dé cuenta que ya no somos el país con mayor reserva, pues, hay un gran déficit de petróleo, que según comentarios leídos, el petróleo se vende, se entrega en alta mar, o a través de otros modus operandi, sin ningún control, ni supervisión. Y esto es viejo.
En conclusión, "Anima de San Benito, líbrame de la culebra que de Adán y Eva me libro yo" tun tun.