Es común pensar que quienes están al frente de instituciones de gobierno son los más llamados a emitir opiniones que consideramos como inteligentes, no por el contenido de ellas sino por el cargo que se ostenta, tal es es el caso de lo que conocemos hoy día como la Diplomacia.
Últimamente vemos, oímos y leemos opiniones de personajes que pareciera que utilizan el metodo de primero opinar para luego analizar y al asumir las consecuencias que les precede construyen respuestas que en el mayor de los casos en vez de aclarar lo que hacen es oscurecer aún más los asuntos.
A tal efecto se presenta el fenómeno de la opinión prejuiciada la que considero como la causa principal de la diatriba en cuestión, es bastante recurrente (a todos los niveles) que en un escenario alguien diga, opine o proponga algo, no falta quien se oponga o discrepe a veces sin tener el más mínimo conocimiento de causa, acción esta que por lo general se disfraza con la crítica como una forma de justificarse.
En otras ocasiones hemos tratado el tema de la crítica y la autocrítica pero desde ya la descartamos en el tema de hoy porque lo que procede es algo que muy poco se ha tocado y que raya en lo insólito, para ello debo utilizar un ejemplo reciente sobre la Opinión supuestamente inteligente pero con el calificativo de Prejuiciada.
El tema de las ACTAS, ¡Si!, nuevamente el tedioso asunto de la elección presidencial en Venezuela, pero que viene como anillo al dedo, que si no fuera por sus "altísimos" protagonistas (sí cabe la ironía) y lo relevante del asunto y sus nefastos efectos entre países hermanos y amigos, pudiéramos pasar la página, pero no, hay que volver a explicar a ver si de una buena vez priva la razón sobre el prejuicio.
Para quienes piden la publicación de las ACTAS entiendan que éstas ¡No se publican! porqué desde el mismo momento en que finaliza el proceso electoral ya son publicadas, al cerrar la máquina se envía el resultado a la Sala situacional del CNE, en ¡Todas! las mesas seleccionadas se hace el conteo de los votos físicos depositados cuyos resultados deben coincidir al 100%, caso contrario la mesa queda en observación, asi sea por un solo voto. Acto continuo se revisa el cuaderno de votación donde firman y colocan la huella digital todos los votantes, cuyo conteo ¡debe coincidir! con los votos enviados por la máquina y los contados en la urna. Seguidamente se imprime tantas Actas como miembros, testigos de mesa de todos los partidos politicos y observadores internacionales que haya presentes y se le entrega las ACTAS a cada uno de ellos. A partir de ese momento ya las ACTAS son públicas, entonces, que carajos es lo que quieren que se publique?
Bueno mis amigos, ya basta por ahora, en cuanto a las opiniones prejuiciadas no habrá poder alguno que pueda cambiarlas. Hasta la próxima.