¡Volvió, volvió, volvió! Aprieten ese rabo, chavistas, porque el compañero Trump viene, y viene arrecho con ustedes. Es verdad que también está arrecho con nosotros, y sobre todo con Guaidó, porque de nada sirvió que lo nombrara presidente interino de lo que queda de Venezuela, porque ese carajo es más inútil que cenicero de moto, pero esa arrechera se le pasa pronto. En cambio, con ustedes, chavistas, la calentura es mayor, porque, carajo, ustedes no se dejaron tumbar a pesar del montón de vainas que el hombre intentó hacer, y a pesar de que todas las opciones estaban sobre la mesa. Ahora el hombre viene con la operación Trump, Trump, a botar a toda esa gente ilegal que llegó a la segunda patria nuestra como quien llega a su casa sin pasar por go. Ya la compañera María — Súmate— CM le envió una felicitación pidiéndole que la invitara al salón oval para contarle los planes que tiene hasta el final. También es cierto que el dictador salió diciendo que el compañero Trump tiene una oportunidad de oro para arreglar el mundo y que él está a la orden para todo lo bueno. Yo te aviso, chirulí, ¡aquí lo que viene es candela! El hombre lo dijo hace algún tiempo: "Yo estaba a punto de quedarme con el petróleo de Venezuela gratuitamente, y llegaron estos y no pudieron". Una vaina así dijo el compañero Trump. Lamentamos que el compañero Lula no haya podido ganar con su candidata Kamala Harris, pero no todas se pueden ganar. Ya él ganó vetando lo que queda de Venezuela, y eso para nosotros es del carajo. Lo llaman traidor, y con razón, pero eso nos importa un carajo, porque nosotros también somos traidores que jode, y eso ni se nota. Así que, ahora, todos somos Trump.
Lo bueno del triunfo del compañero Trump es que ganó toda vaina. Todo lo que le pusieron por delante y muchas otras vainas que uno no conoce, porque esas elecciones son más enredadas que Embajada Radonski llamando corrupto a Julio —Matemático— Borges. Ahora van a saber cómo se bate el cobre. El compañero dice que no quiere guerras, y eso está bien, pero tiene que pensar cómo vamos a hacer con el dictador aquí, porque ya ganamos con el compañero Edmundo González y no lo quieren reconocer. Tendrá que hacerle una guerra al dictador para que acepte al compañero Edmundo González. Por cierto que Edmundo tiene arrecho a Miguel Henrique Otero, porque no le da una entrevista a El Nacional. Hasta el compañero Edmundo González dejó de creer en ese medio. Es verdad que el compañero Trump descubrió que nosotros no servimos para un carajo, pero somos muy buenos robando, y en eso le ganamos hasta a la gente de la dictadura. Ojalá nos dé otra oportunidad.
Hay que decir que la dictadura se está preparando para juramentar al dictador el 10 de enero. Ya acaban de hacer un foro contra el fascismo, una vaina que no existe, pero que ellos ven por todas partes. Allí invitaron a representantes de más de setenta países, teniendo como excusa esa cosa que nadie sabe qué es. Seguro que ya vendrán más foros, porque en eso son especialistas los de la dictadura, ya este es el segundo o tercer foro que hacen. Ojalá que sigan haciendo esos foros, porque así están ocupados, por lo menos haciendo algo.
El papá de Margot estuvo toda la madrugada viendo los resultados de las elecciones en Estados Unidos y ya, cansado y triunfante, y viéndonos a Margot y a mí, nos dijo: "¿Vieron que no hizo falta un tipo como Elvis Amoroso para que se robara las elecciones? Ese es un país serio, como debe ser, un ejemplo para el mundo, creador de la democracia, del nuevo orden internacional, de todo lo bueno. Ahora solo le pedimos al compañero Trump que el 20 de enero, cuando se juramente, llame a Edmundo González y lo juramente también allá y nos lo mande empaquetado como presidente, para ver si salimos de esta dictadura, carajo". Y se fue al cuarto y agarró la puerta y le metió ese coñazo tan duro que la vecina salió gritando: "Trump, ven a sacar a este gran carajo del país".
—Lo demás era muerte y solo muerte / a las cinco de la tarde… —Me declama Margot.