Hay que sostener la atención gravitando en lo primordial y estratégico, y lo primordial y estratégico aquí, en esta hora tan oscura y difícil que se vive en Venezuela, no puede ser sino centrar todo el interés en reunir la mayor cantidad de energías sociales de cambio, poner todo el quehacer político revolucionario en la dirección por construir nacionalmente la Junta Patriótica de Salvación.
Por donde se le vea, este es el único instrumento político-organizativo adecuado para lograr la unidad nacional popular que se necesita para quitarnos de encima la tiranía madurista y, por otro lado, impedir que la otra versión de la opresión capitalista, la ultraderecha progringa representada en el maricorinismo asuma el poder. Necesitamos con urgencia el nacimiento de una Junta Patriótica de Salvación como una coalición popular para retomar el camino de la edificación de la Venezuela Potencia.
Porque aun con toda la devastadora crisis mundial por la que está atravesando el sistema internacional del capital a la cual fue arrastrada Venezuela por la restauración capitalista del madurismo, mismo pantano en el cual el maricorinismo nos hundiría, sin lugar a dudas, mucho más. Incluso, con todos los bloqueos y sanciones que el imperialismo pueda llevar a cabo contra el pueblo venezolano, el país posee los recursos naturales, cuenta además con el talento humano y aunado a esto, tiene una ruta trazada como lo es el Plan de la Patria original 2013-2019, que vertebrados estos tres elementos en manos de la Junta Patriótica de Salvación se transformarían en la espina dorsal para salvar a la república de este terrible desastre y reconsttuir su base económica y su infraestructura cultural en beneficio de todo el pueblo venezolano.
Una noticia como esta debe buscar la vía por la cual millones de personas en Venezuela se enteren de que una idea como la Junta Patriótica de Salvación nació y comenzó a andar. Es la única manera que se conoce para que una idea prenda en las multitudes desposeídas y empobrecidas y pueda convertise en una fuerza material y la multitud transformarse en un pueblo para sí. De esos dos elementos combinados y reunidos orgánicamente en una Junta Patriótica de Salvación emergería el instrumento político ideal para llevar a cabo una verdadera revolución popular que conduzca a la creación de una sociedad de productores libremente asociados. Porque querer erradicar el capitalismo sin eliminar las relaciones de dominación y explotación es no cambiar nada, eso se llama reformismo y no vale la pena porque eso no le sirve al pueblo empobrecido para liberarse del yugo y la opresión.
Parafraseando a Bolívar, no concentrarnos es perdernos.