"Se juntó el hambre con las ganas de comer" (expresión popular)
La ultraderecha internacional sigue dando sus pasos insurreccionales y golpista para apuntalar su anticomunismo exacerbado y radical, cuando no aceptan bajo ninguna circunstancia que los países Latinoamericanos y Caribeños dejen de ser, el supuesto y estratégico "patio trasero" del imperialismo estadounidense.
Es bastante significativo y preocupante que el recién Presidente electo, Donald Trump (EEUU) haya nombrado al ultraderechista y senador Marco Rubio, como Secretario de Estado de su gobierno, una especie del "ministro más cercano" y se convertiría en un poderoso político muy pro imperialista y muy antiizquiedista, que perfila hacia donde se direccionaliza la política exterior estadounidense y como podrán ser las relaciones diplomáticas con países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Si a esta particular situación política del nombramiento de una persona con una alta carga de odio político y de una brutal intolerancia con todo lo que se parezca a izquierdismo y progresismo, lo que hace es derrumbar la hipótesis de que Donald Trump, en su segundo mandato, podría establecer diálogos y encuentros con "sus enemigos ideológicos" que gobiernan en Latinoamérica y el Caribe, en donde cada día Rusia y China, tienen mayor presencia en los intercambios comerciales con "su patio trasero".
Si a ese nombramiento hecho para el manejo confrontacional con los que piensan políticamente diferentes, "coincide" con la huida de Venezuela de MCM, la misma que tenía su grito de guerra "hasta el final" y que lo hizo siguiendo instrucciones del imperialismo estadounidense, para lograr construir a un personaje radicalmente antichavista, que tendrá como nombre: Marco Corina Rubio Machado.
Eso significa la fusión de dos personas que políticamente piensan de la misma manera, que puede lograr contra Venezuela, un enfrentamiento más visceral, con un brutal aumento de las sanciones y colocar sobre la mesa, la posible acción favorita de los halcones estadounidenses: el uso de la fuerza, sin importar los efectos colaterales, con una intervención militar disuasiva, que sirva de ejemplo al mundo, sobre las consecuencias que pueden sufrir los países que mantengan actitudes antiimperialistas.