Cuesta no meter la "cuchareta" en el caso que involucra a la abogada María Alejandra Díaz.
En una oportunidad dijimos que nos parecía bien que optara al cargo de Fiscal General de la República, todo esto si el actual fiscal hubiese dejado con anterioridad el puesto, pero no fue así.
Antes percibimos a MAD muy activa, en programas de TV, en defensa del gobierno y de la Revolución Bolivariana, pero todo cambió de la noche a la mañana.
En sus últimas intervenciones, tal cual lo reflejamos en una anterior entrega, la abogada comenzó a dejar saber que sus relaciones no marchaban del todo bien con el Psuv y mucho menos con el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
De allí en adelante comenzaron a surgir algunos elementos que nos dieron mayor luz para pensar que MAD andaba en disgusto con el gobierno.
Desde luego esto se hizo notorio, y todos aquellos que defendemos el proceso revolucionario de seguidas nos puso en guardia, pues resultaba incomprensible que MAD, una buena chavista, precisamente se estaba constituyendo en una peligrosa opositora al gobierno.
De allí en adelante se desataron los demonios.
O estás con la Revolución Bolivariana, o te declaras enemiga de ella.
A nuestro entender, creemos que en definitiva la abogada MAD prefirió ubicarse en la acera del frente, lo que la convirtió, sin lugar a dudas, en un objetivo que había que controlar o en todo caso neutralizar.
Hay quienes aseguran que el poder se ejerce, de lo contrario pudieras sucumbir cuando menos te lo esperas, precisamente por dejar en el olvido a esos que te adversan y aparentan ser inofensivos.
A "calzon quita'o" hay que reconocer que MAD asumió posturas temerarias, por cuanto puso en duda el dictamen final que dió el CNE, y lo que es peor, la propia decisión que ratificó el TSJ, relacionada con el resultado electoral.
Es decir, la reconocida litigante asumió una actitud retadora en contra de dos Poderes de nuestra República.
Pero lo que es peor, introdujo su reclamo representando a organizaciones políticas y personeros de la extrema derecha, que se han desvivido para que el gobierno de Maduro caiga definitivamente.
MAD dice que ella no apoya a quienes han venido pidiendo sanciones, bloqueo e incluso una invasión en perjuicio de Venezuela, pero actúa en defensa de esos mismos grupos que desean que Edmundo González asuma el gobierno, porque presumen que ganó.
Preguntamos:
¿Porque MAD no ha tomado también acciones judiciales para obligar a la oposición que demuestre con precisión que ganaron las elecciones?
El país pudo ver desde un principio del proceso electoral, que ellos no iban a acatar el dictamen del CNE, como lo advirtieron con anterioridad.
Por ello el país pudo presenciar, de manera ilegal, que publicaron unas actas "chimbas" y sin consistencia, en una página Web, que luego desaparecieron.
Insistimos.
¿Que pruebas hay entonces para demostrar que la oposición ganó el pasado proceso electoral, si nunca acudieron al CNE a llevar las actas?
De acuerdo a la última declaración que dió MAD, publicada precisamente por este portal, deja entrever que todas las personas que fueron detenidas, después del 28J, son presos políticos, aunque reconoce que si algunos de ellos cometieron hechos delictivos, asesinaron o destruyeron bienes de la República, deben pagar.
Preguntamos nuevamente:
¿Las detenciones se produjeron o no, al momento que el país estaba siendo destruido por los Comanditos violentos?
Claro que fue en ese instante, en esos momentos y pocos días después que se activaron las investigaciones.
Sobre este particular no hay que olvidar que muchos de los detenidos fueron apresados en flagancia.
Porque entonces MAD habla que solo hay presos políticos y no reconoce claramente que actuaron delincuentes.
Pensamos a su vez que así como MAD ha salido a defender los intereses de la extrema derecha, porque no tomó también una acción individual, por ejemplo, en contra de la violenta María Corina Machado, por traición a la Patria, cuando llama que se arrecien las sanciones y el bloqueo y que se produzca una invasión en contra del país.
Es evidente que hoy en día MAD ha dejado en claro que es enemiga del gobierno del presidente Maduro, y ante este hecho no puede pretender que no se le salga al paso, aunque haya habido algún exceso en su contra.