Americo Marti mas alla de las diferencias desarrolla una interesante tesis sobre el papel de los militares en América Latina. Lo militar constituye uno de los poderes supremos en nuestros estados y es una de las razones por la cuales un poder tan destructivo y explotador como el que existe en nuestro país haya podido mantenerse en pie, desde las razones por las cuales todo el estado venezolano haya destruido su formación democrática y transformado en una autocracia que en los últimos tiempos tome características que por su quehacer represivo se transforme en una formación de tipo fascista. Solo asi podemos comprender el descarado fraude que opera actualmente contra la soberanía popular. Según Marti el poder militar no sustituye al civil hace las veces en el mejor de los casos de contrapeso a la institución civil en la medida en que los principios democráticos se mantienen, algo que en la medida en que se van imponiendo variadas formas de autoritarismo en esa misma medida el papel de contrapeso que además juegan todas las instituciones como poderes públicos van perdiendo peso mientras aumenta el papel del poder militar. Por supuesto esto ya se vivió con las dictaduras puras y duras donde lo militar sustituye por completo el poder civil, pero ya en esta época la demagogia política ha sabido conservar las mascaradas democráticas mientras toda fórmula de corrupción e imposición de medidas y leyes, el militarismo juega un papel fundamental estando presente en prácticamente todas las empresas y poderes en manos públicas. Siendo así el poder militar juega dos roles básicos. Uno su principal papel cual es el papel represivo en conexión directa a las directrices del poder civil, el otro papel lo juega directamente bajo el mando de todas las instituciones que juegan el papel de control social y económico principalmente aduaneras, que en este caso sirven al control portuario y todo lo que significa el control sobre los actos de importación y exportación, esto facilita el contrabando militar e incluso el narcotráfico ligado al poder militar.
Nuestro país esta totalmente aferrado a esta nueva forma de militarismo, lo militar es ya un sustituto efectivo del poder y como tal presente en todas las instituciones del estado en la mayoría al mando de ellas, fenómeno que solo se presenta dentro del continente en este país. El militarismo que solo se expresa como un contrapeso al poder civil en el resto del continente en nuestro caso es un acompañante efectivo de todos los poderes de este fallido y burlado estado en todas sus dimensiones, de allí que se trate de un caso único a nivel continental y un gerente máximo de todo el andamiaje de corrupción que impregna el estado. Obviamente cuando se habla de militarismo esto no invade a toda la oficialidad de las FFAA, la cantidad de oficiales presos nos da a ver la división que existe en su interno. Es una división de estamentos que se presenta a nivel civil y militar propios de este gobierno dividido por intereses internos apoderados de las diversas empresas y operaciones ligados a la corrupción y el desfalco de las riquezas de la nación.
Por ello reiteramos que es mas que imposible la puesta en marcha la realización del fraude por venir sin la existencia de este militarismo extensivo y monopólico dentro del complejo estatal. Gracias a la fuerza armada de la república se hace posible garantizar un estado lo suficientemente represivo como para evitar al menos hasta los momentos un levantamiento masivo contra el fraude en marcha. Esto se junta con la represión a todas las manifestaciones en pro d la justicia y los derechos civiles, sin el militarismo en marcha este estado ya se hubiese desmoronado. No obstante el gobierno no deja de tener terror a las manifestaciones que ya se expanden por el mundo. El corpomilitarismo como lo hemos llamado vive su propia incertidumbre ya que por mas represión e injusticia no es libre de hacer lo que quiera, los niveles de conciencia por la situación que vivimos se elevan dia a dia creando formas de pánico dentro de los estamentos civiles y militares en el poder.
En todo caso militarismo, corrupción y fraude se dan de la mano, no puede haber uno sin el otro, empezando porque la mafias que abundan de un lado y del otro se dependen mutuamente. No queda otra salida sino la rebelión contra esta patraña que constituye el civilismo corrupto de gobierno y el militarismo igualmente corrupto y represivo. Darle sentido e idea, programa y organización es la tarea del presente, venceremos.