A 11 días del disparo del misil Oreshnik, el 21 de noviembre, y que impactó en la ciudad ucraniana de Dniéper, los expertos y analistas occidentales aún no salen de su asombro. Y aún se sabe poco sobre esta arma hipersónica que también puede llevar cargas nucleares, que es portador al mismo tiempo de 8 ojivas independientes, con una efectividad de error de apenas 3%, y con una capacidad de destrucción que dejó al mundo entero atónito. Y más aún cuando ahora se sabe que vuela a mach 10, y para que el lector se dé una idea de esa velocidad, si el misil pasara por Caracas, cuando se escuchen sus motores, estará pasando por Buenos Aires. Además de este terror, hay que sumarle que se fabricó en la Guerra Fría y se ha venido actualizando, aunque ni la OTAN ni el Big Brother sabían de su existencia, lo que lleva a otra pregunta, como dijo un experto militar francés "cuántas sorpresas como esas habrán".
Es decir, que este misil, obligó a redefinir el curso de los acontecimientos, porque lo primero que están tratando de precisar los expertos, es qué equipo se pudieran modificar que sea capaz de detectar este aparato en vuelo, toda vez que no existe en la actualidad ningún equipo electrónico que pueda medir esa velocidad.
De modo que los expertos van y vienen, de la mesa de cálculo, a la mesa de estrategias militares, a la mesa de análisis político, y de vuelta a la mesa de cálculo, en un complejísimo ir y venir, en una dinámica que pasó por encima de aquella máxima de "la guerra es un asunto demasiado serio para dejarla en manos de los militares", porque hoy en día, están implícitas cargas emocionales, sicológicas, morales, de conceptos sobre el hombre, sobre la sociedad, sobre la vida, incluso sobre el sino de la humanidad. Y debería pesar sobre la conciencia, el hecho de que 500 mil hombres hayan muerto ya, en el caso de Ucrania y otro tanto esté regresando a sus hogares destruidos, tan destruidos como ellos, sin piernas, sin manos, sin brazos, sin ojos, absolutamente indefensos, en espera de que manos iguales de indefensas que la de ellos, levanten una cuchara para darles un sorbo de sopa. Eso pesará todos los días sobre quienes toman las decisiones de desmembrar a una nación, enviando a sus jóvenes a una muerte segura, porque lo más seguro que hay en una guerra, es que seguramente morirá. Y después de esa horrible carga emocional.
El ataque a Dniéper marcó el primer uso en combate de un misil de este tipo. Putin anunció que Rusia advertiría sobre el uso de esta clase de proyectiles. "Treinta minutos antes del lanzamiento del misil Oreshnik, Rusia envió a Estados Unidos una notificación automática a través del centro de reducción de riesgos nucleares", indicó el portavoz del presidente Putin, Dimitri Peskov.
En su declaración, Putin aseguró que el misil estaba equipado con una "carga útil hipersónica no nuclear" y que sus ojivas "atacaban objetivos a una velocidad de Mach 10, es decir, de 2,5 a 3 km/s".
El día antes del lanzamiento del misil, Estados Unidos cerró su embajada en Kiev debido a "información específica sobre un posible ataque aéreo importante".
Las embajadas de España, Italia y Grecia también cerraron, mientras que las de Francia y Alemania permanecieron abiertas, pero advirtieron a sus ciudadanos de que se mantuvieran alerta.
El acontecimiento ocurre, luego de que el presidente Biden, irresponsablemente autoriza a Ucrania de usar misiles de largo alcance contra Moscú, y que un megalómano como Zelenski aprovechó de inmediato para enviar los misiles a Moscú, para lo que ya Putin había advertido. El presidente saliente adopta una posición guerrerista para dejar a Trump un país mucho más empantanado, quien por cierto ha dicho insistentemente, a pesar de haber designado un gabinete de la ultraderecha, que detendrá las guerras, y que su decisión es volver grande a Estados Unidos, de lo que ya ha dado algunas muestras cuando anunció la aplicación de un 100% de tasas arancelarias a países que adopten los Brics como moneda y desechen el dólar.
Y es una demostración de que los aconteceres del tema militar, están estrechamente vinculados al tema económico. En realidad, todas las guerras son por motivos económicos, y ahora se plasma con mayor fuerza. Solo que esta vez, las potencias emergentes, debieron esperar a tener músculo propio, es decir, construir el garrote con el que respaldan sus acciones, porque es la única manera de que sean respetadas. Por siempre, y aún es así, aunque en menor proporción, cualquier expresión de reivindicación de cualquier nación, fue molida a sangre y fuego por parte del Big Brother. La aparición de un nuevo bloque de poder, ha modificado un poco ese comportamiento, porque China, Rusia, Irán y La India, tienen armas nucleares y suficiente poder militar para enfrentar otras posiciones.
En verdad impresiona como la acción de un solo misil, obliga a redefinir todo el panorama bélico, como un ejemplo claro de su poder mortífero y de cómo la utilización de varias armas de un tipo o de otro, haga tanto daño, que se haga imposible la recuperación, y con ello, el comienzo del fin de la humanidad.
Caminito de hormigas…
"Coño Olmos, tú has de creer que en el penal de Tocuyito opera un centro de comando, creo que mejor que el de la policía de Carabobo. Todo el que sabe manejar una computadora y un teléfono, lo sientan allí, para el soborno, la extorsión, el chantaje. Y sabes cuántas veces hemos denunciado eso y ni una autoridad se ha hecho eco de ese problema, porque los tipos operan impunemente", me contó un camarada.