El nivel de disociación de la ultraderecha golpista es tan grande, que apelan a cualquier artimaña para lanzárla al gobierno del presidente Maduro. Por ejemplo con la embajada de Argentina han tejido los más inverosímiles señalamientos; hoy bajo la responsabilidad del gobierno brasileño, han puesto en boga cualquier cantidad de falsedades, reñidas con la verdad por todo el mundo; donde algunos periodistas, dizque "corresponsales", como el palangrista Alonso Moleiro, por allá por los predios de España, desde donde se solaza el borrachito de Edmundo, ha caído en la jugada. Como eso que la embajada este bajo asedio por los cuerpos policiales; cuando en verdad su presencia allí, obedece simplemente a darle protección a sus instalaciones, resguardándose de un posible ataque fraguado por ellos mismos. Por otro lado expresan a todo gañote que no les permiten el ingreso de agua, cortes de luz y alimentos a los seis asilados que se encuentran allí. Hasta Milei el ultraderechista presidente de Argentina se ha unido al coro de las pamplinadas que dice Moleiro. Todavía palpita en el recuerdo, cuando el golpe de abril del 2002, se dio el asedio a la embajada de Cuba, salió el mamarracho aquel gritando por todos los medios de comunicación "se van a tener que comer las alfombras; porque no le vamos a dejar ingresar alimentos".
Ahí tenemos a Guaido l, auto juramentado "presidente interino"; que entregó a Citgo, Monomeros, la tonelada de oro depositada en las arcas reales de Inglaterra, cuentas y depósitos en bancos del mundo; se ha convertido en el muchacho mandadero del imperio gringo; entre ellos; el mismísimo Trump, que se prepara para la toma de posesión en el mes de enero próximo; que lo pone como un adalid de la democracia. Mayor sarcasmo. Cuando bien sabemos que dispone de una fortuna, no de millones, sino de millardos de dólares; sustraídos a través de todos estos chanchullos.
Otro que se abre paso por el mundo, anunciando que hará acto de presencia en el país el 10 de enero a juramentarse como presidente es el Guaido ll, el viejito que no sale de una borrachera en los predios de Salamanca, donde vive con lo mas preclaro de la alta burguesía madrileña. Por cierto no se apareció por ningún lado a la manifestación que algunos de sus coterráneos invitaban a la marcha de los labios rojos y las manos pintadas el pasado primero de diciembre. Estaba con una soberana pea
Que han existido actos de corrupción. No lo dudamos, algunos están bajo rejas. Ahí tenemos a Tareck El Aisami y Tellechea y otros que han amasado una buena fortuna, con el acompañamiento de connotadas figuras de la oposición y no fueron capaces de denunciarlos por estar involucrados en haber recibido dólares contantes y sonantes. Hoy esos mismos se rasgan las vestiduras con el yonofui y o no estuve ahí.
Hoy vemos a la sayona, disociada, fuera de control, desequilibrada, con trastornos de conducta que dejan mucho que decir en franco descenso de su credibilidad, al borde de la locura soltando sapos y culebras por todos lados. El país quiere paz, quiere tranquilidad, pasar unas navidades felices con sus familiares y amigos, no desea que un extremismo ultroso pretenda aguarle las festividades navideñas. Todo esto sucede en momentos que nuestro pueblo se prepara para otro lance electoral, por todo lo alto, con la elección de los jueces de paz para mediados del mes de diciembre.