Posiblemente la preferencia por un fusil, le viene desde la infancia, cuando en la televisión de entonces, se transmitían buenas películas vaqueras. Y en su afán de imitar al protagonista, en su juego a los vaqueros, seguro era "El muchacho de la película"; allí fue cuando comenzó a soñar con el fusil, aun cuando en sus manos, lo que llevaba era un palo de escoba, cuyo disparo lo constituía el ruido que emitía con su boca imitando el sonido de esa arma en cuestión. Es posible que haya cargado un fusil si por casualidad formó parte de algún grupo guerrillero venezolano; pero, se puede dudar si quien habla y prefiere los fusiles siempre le ha gustado que los demás se pongan al frente del pelotón. Asimismo, cualquier persona con edad avanzada, en Venezuela, puede dar fe de su testimonio visual (medios de comunicación) o de sus vivencias en relación al uso del fusil, desde los tiempos en que comenzaron los golpes de estado en Latinoamérica. O a partir de la historia de los países que en busca de su independencia tuvieron que usarlo o bien para defenderse o atacar, dependiendo de su situación política.
Desde hace tiempo, muchos están esperando que en Venezuela los militares hagan uso de sus fusiles para que le traspasen el poder a los civiles que viven en constante atropello a la soberanía nacional; mientras, otros escudados en movimientos políticos casuales con nombres "Salvadores" también aspiran que el fusil les abra el camino para imponer a sus grupos y venderlos al venezolano como la salvación del país.
Creo que ninguno de esos grupos merece que en Venezuela se derrame más sangre por sus apetencias personales y por sus compromisos con otros países que les pagan para que mantengan en zozobra al nuestro. De nada han valido todos los intentos por derrocar a un presidente; solo muertos y heridos inocentes ha sido el resultado de esos intentos y sin embargo, aun pudiera haber más, si los grupos que buscan el poder de manera desesperada siguen inventando lemas como el ultimo que se le ocurrió a María Corina, respecto "Hoy les digo con firmeza, ha llegado el momento de que el miedo nos tenga miedo (…) y el momento es ya"
En todo caso, no es la hora de los fusiles para dispararlos contra el pueblo; es mejor que aquellos que claman por un fusil, vayan preparando el suyo para que defiendan el país en contra de los que quieren jodernos. He dicho.