Consideración aparte, cuando uno discurre oralmente, que no de modo escrito, vuela como un pajarito al que le abren la puerta de la jaula para que escape, si es posible, sobre las más altas montañas y no quedan registradas evidencias de sus piruetas; en cambio, escribir el discurso es otra cosa y en la cual conviene atenerse a reglas para evitar que usted, lector, se "enrede" en interpretaciones equivocadas. Escribir debe ser como la tarea de un pajarito enjaulado, en otras palabras, pienso que escribir para un lectorado distinguido debe ser una gran responsabilidad y siempre habrá de ser pertinente pedir ser perdonado por las metidas de pata que el que escribe comete y que evitan ser debidamente interpretado lo que el dictador dicta.
Mas, tanto yo como el que escribe votamos recientico al Juez de Paz de esta comarca y uno de los dos, que no soy yo, sino el que escribe (no el que dicta), se zampó unos trancazos de más y se le pueden ir los frenos en esta curva, así que disculpadlo si le patina el coco.
Abordé la cotilla y el muchacho que es llorón y lo pellizcan; —¡ah, sácale punta a lo que dijo Diosmazo!— …
—¿El amigis del Ministro Diosdado?
—¡École!…
—Bueno, supieran ustedes que yo me perdí ese pedacito, yo había caído como un fardo lleno´e piedras y aunque recibí unos codazos por las costillas verdaderas, que no por las falsas, para que me despertara, no di pie con bola, seguí de largo…
Por añadidura, estimo que El Mazo Dando lo pasan demasiado tarde, entre siete y ocho, y eso debería corregirse a por lo menos empezar a las cuatro o cinco de la tarde.
Pero, al hueso, el caso es que en el "Mazo Dando" de unas dos o tres semanas atrás se habrían planteado temas muy sensibles de muchos niños vulnerables por alguna condición física lo cual amerita atenciones específicas, personalizadas, que han sido atendidas hasta donde ha sido posible, con esmerado afán y amor por parte de la revolución.
El socialismo no es para mí el tope de la historia ni mucho menos algo que está ahí o a la vuelta de la esquina siquiera sino que el socialismo, y en particular el socialismo bolivariano es una búsqueda para nosotros, algo por ser, pero en esa búsqueda en particular me he pronunciado por el ejemplo de una mujer insigne a quien yo le habría besado sus pies, se trata de Agnes Gonxha, nacida en Albania y que luego de haber sido religiosa dejó atrás el convento, donde había adoptado el nombre de Teresa, y se echó a las calles de Calcuta a practicar el socialismo.
Su breve historia la condensé a mi manera hace ya varios años en "El socialismo silencioso de la pequeña flor Agnes Gonxha", por lo que luego puede ser escarbada —por a quien pueda interesar—.
Su conflicto con El Vaticano revela la hipocresía del entonces Papa que la acosó hasta más no poder, negándole hasta lo que no al gallo de la pasión; ¡bah, para que nombrar acá al referido ultra escua Papa de cuando ellla.
Teresa de Calcuta sentenciaba: "¡el que no vive para servir no sirve para vivir!, y a mi modo de ver esa era una punta contra el entonces Papa contra el que ella se rebeló no sin sobradas razones.
Entre otras consideraciones que otrora han ocupado mi atención, todas tratativas acerca del tema del socialismo —pero ahora no desde la praxis como en el caso de la Madre Teresa de Calcuta, ya referido a un documento que está en red— están desde la perspectiva eminentemente teórica, las disquisiciones entre Ferdinand Lassalle y Karl Marx, que también están tiradas por ahí hace mucho tiempo pero que no recuerdo cómo las titulé, por lo que a seguido, trataré de evocar un poco de lo entonces referido.
De Marx ni que decir, excepto siempre hacer énfasis en que de conjunto con Engel, Marx señaló a los trabajadores de todos los países cuál es su papel, ser primeros en la lucha revolucionaria contra el capital, unir en torno suyo a todos los trabajadores explotados, o dicho a lo chavista, empoderar al pueblo, que el pueblo forje su propio poder.
Más o menos sic, en 1859 Lassalle le escribe a Marx que "...el instinto de los pueblos en las revoluciones es de ordinario más seguro que la razón de los intelectuales… y es precisamente la falta de elevada instrucción —digo yo acá en mi ignorancia, tales intelectuales como los petimetres, lechuginos, lepidópteros…, e inclusive tránsfugas exquisitos intelectuales que se mimetizaron para hacer de zapa dentro del chavismo— la que protege al pueblo contra los peligros de una conducta demasiado razonable.
La revolución —continúa Lassalle— no puede llevarse a cabo sino con el aporte del pueblo y en virtud de su abnegación, pero esas multitudes, precisamente porque les falta instrucción elitista no saben nada de posibilismos y lo mismo que un espíritu poco desarrollado no admite más que los extremos en todo, no conoce más que el sí o el no.
Las masas —asevera Lassalle— no se interesan más que por los extremos, por lo que es inmediato y total, y a fin de cuentas eso crea una situación en la que aquellos que razonan demasiado la revolución se encuentran con que no tienen amigos ni adeptos a sus principios.
Así que lo que parecía una razón superior queda reducido a ser el colmo de la sinrazón".
Yo no pretendo afirmar o negar si el decimonómico Lassalle tuvo razón al oponer el instinto revolucionario de las masas ignorantes de entonces su tiempo y el de Marx, a las tácticas razonables de los calculadores intelectuales de la revolución —íd, coetáneos— dado que a mi modo de ver, ni entonces ni ahora con la revolución bolivariana el instinto bruto debe ser el último criterio; hay un criterio superior en Chávez cuando él se afinca (suelo apelar al presente histórico cuando hablo del Comandante Chávez) en que el conocimiento de las leyes de la historia y del movimiento a consciencia de los pueblos es en sí, resulta ser, ese criterio superior.
Y tanto es así que la actual selección popular de los jueces de paz es a mi modo de ver, un ejemplo de forjamiento, o mejor decir, de afloramiento de criterio superior, dado que se afinca en la voluntad del pueblo venezolano y eso no fue una concha de ajo sino una demostración de gran fortaleza de criterio popular.
Lassalle mantuvo un estrecho contacto con Marx y Federico Engels durante un buen tiempo pero luego surgieron marcadas diferencias de enfoques y eso los alejo sin remedio.
E igual la Madre Teresa se distanció de la pompa y del dogma para consagrarse a una obra monumental, la vida de los necesitados, y eso es socialismo. Ella nunca se proclamó socialista sino cristiana de Cristo, su nombre en albanés, Agnes Gonxha, significa pequeña flor.
Su obra silenciosa no admite parangón pero acá en mi ignorancia considero que ella y Lenin son los más altos exponentes de la praxis marxista; y hasta en eso de asumir cada cual un respectivo seudónimo, se parecen; ella de Agnes Gonxha a "Teresa"; y él, de Vladímir Ilich Uliánov a "Lenin".
Ella, en principio, mujer religiosa; y él, hombre sin religión. Pero se consagraron al mismo objetivo: forjar el socialismo.
Ella sin decirlo y tal vez sin saberlo; y él proclamándolo a todo gañote, lo que significa que todos podemos trabajar unidos por la felicidad de los pueblos que no es otra cosa que lo ya expresado.
Ñapa:
A la juventud del PSUV y en conjunto con la del Gran Polo Patriótico, os recomiendo discurrir acerca de posibilismos.
Re ñapa:
Salgamos el 10E a respaldar a Chávez en Maduro, salgamos como la mar agitada. A mí lo que más me ha seducido y me seguirá seduciendo hasta mi última respiración es el azul intenso de la mar profunda aunque a veces ésta cambie su tonalidad; pero también me seducirá el 10E el rojo rojo de la marea roja rojita del partido de la revolución, el PSUV, el partido de Chávez.