Edmundo González llega a Washington a reunirse con Biden ¿Cómo nos queda el ojo?

Lunes, 06/01/2025 04:03 PM

Según noticia que acabo de leer, Edmundo González, después de reunirse con Milei y Luis Lacalle Pou, presidentes de Argentina y Uruguay respectivamente, enfiló hacia Washington, esta vez a reunirse con Biden. Lo que en cierta medida es como repetir la fórmula anterior, si nos sujetamos al caso específico de Uruguay.

No creo que el respaldo de Milei, sea muy significativo, dado que, en la Argentina, de este momento, ese gobernante goza de muy poca aceptación popular, dados los devastadores efectos de sus políticas económicas, que empobrecen en gran medida a los trabajadores y donde los jubilados están siendo víctimas de las rebajas de sus pensiones. Es, la política de Milei, determinada por sus planes neoliberales, una orquestada de manera deliberada y no el resultado de una crisis. Una política que sueña con la muerte prematura de los trabajadores para descargar al Estado y empresarios de la obligación de pagar jubilaciones, aminorar los costos y aumentar las ganancias, tal como lo dijera una vez, y no por simple indiscreción, la señora Christine Lagarde, directora del FMI, entre el 2011 y 2019. Más si, uno de los motivos del descenso en el apoyo popular del presidente Maduro, fundamentalmente, se explica en la política salarial, que él mismo y sus colaboradores, justifican en las sanciones; es decir, el gobierno no la asume como pertinente y resultado de sus deseos y planes, sino en los efectos del acoso de los gobiernos de Estados Unidos y la caída brutal del ingreso petrolero, también determinado por errores garrafales en el bando gubernamental venezolano. Una actitud o definición distante a la de Milei.

Cuando hablamos que la visita prevista, de parte de Edmundo González, a Biden, es como "repetir la fórmula anterior", hacemos alusión a la hecha a Uruguay y específicamente al presidente actual Luis Lacalle Pou. Pues Biden debe entregar el poder ahora mismo, el 20 de este mes, 10 días después que lo haga el presidente electo de Venezuela. Y el presidente recién electo de Uruguay, Yamandú Orsi, del Frente Amplio, a quien los medios internacionales califican como "izquierdista", asumirá en marzo.

Es digno de tomar en cuenta que, Edmundo González, no visitó, no tuvo ningún intercambio con quien, en breve, será el nuevo presidente uruguayo, sino con quien está de ida. Aunque es cierto que, Yamandú Orsi, no ha definido la actitud a asumir frente a Venezuela y particularmente con respecto al presidente Maduro, dado que, según él, "Cuando hay dificultades diplomáticas se abre un paréntesis y se verá llegado el momento. Se verá, falta tiempo. Ojalá se encamine todo, como para que esas relaciones de Estado permitan invitar a todos los países". Estas declaraciones, se fundamentaron en el caso del uruguayo, llegado a Venezuela desde EEUU y supuestamente prisionero y, sobre el cual, el gobierno del presidente Maduro, no ha dado respuesta.

Pero es obvio que la respuesta dada a los medios por Orsi, no implica una posición tomada contra la toma de posesión de Maduro, sino por lo relacionado con el detenido y dado ese "conflicto", se siente obligado a mantenerse prudente.

En el Frente Amplio, el grupo que asumirá en breve el gobierno uruguayo, hay divergencias; un sector manifestó su disposición a no asistir a la toma de posesión de Maduro, dado que no habían sido invitados y otro aseguró que, si estarían presentes en ese evento, pese a estos se les califica de "muy poca significación".

https://www.infobae.com/america/america-latina/2025/01/06/el-frente-amplio-y-el-movimiento-sindical-uruguayo-no-asistiran-a-la-jura-ilegitima-de-nicolas-maduro/

Lo evidente y llamativo de esto es que, Edmundo González, no visitó a Yomandi Orsi y por lo que se sabe, no tuvieron ningún contacto. De donde se puede concluir que entre ellos no existen afinidades. Y es obvio que así sea, pues el recién electo presidente de Uruguay, está muy distante de Milei.

En su visita de ahora a Washington, González se entrevistará con Biden, pero no con Trump, quien ahora mismo, el 20 de enero, asume por segunda vez la presidencia de EEUU.

Un conocido analista político vinculado a la oposición, alarmado por esta conducta llama a González y sus asesores a que "tomen la brújula política"; y al decir esto, justamente hace alusión a los casos que estamos mencionando.

Es decir, González Urrutia pone su futuro y los deseos de quienes le apoyan, donde prevalece mucho el interés de algunos de recuperar sus antiguos espacios, sinecuras, privilegios y, en otros, la ilusa creencia que González Urrutia, implementaría una política contraria a la monetarista y neoliberal que ahora impera en Venezuela, pese se apoya en fundamentalmente en Milei, un monetarista y neoliberal por convicción y en manos de quienes ahora gobiernan, particularmente en Uruguay y EEUU, pese ya están de salida. Pero esta salida, la de Biden, es posterior al 10 de enero, fecha prevista en la Constitución de Venezuela, para que el presidente electo, asuma el cargo. Pero la diferencia es apenas de 10 días y hay tareas que demandan bastante tiempo y determinadas condiciones.

Es decir, a Edmundo González, lo mueve lo inmediato, aparentemente la necesidad de generar una circunstancia que le instale en Miraflores en la fecha constitucionalmente prevista. Pareciera que, pensando en lo inmediato, intenta desatar algunas fuerzas ocultas que trabajen en favor de su propósito. Como si intentase un acto de magia, la intermediación de un prestidigitador que, sin esfuerzo alguno, cambie la realidad.

Esta desesperación que lo lleva a empezar su recorrido justamente en el sitio menos apropiado y ante un gobernante que es objeto del rechazo multitudinario del pueblo argentino por sus políticas anti obreras, contrarias al interés popular y de los desposeídos y, en Uruguay, como en EEUU, no busca entenderse con los presidentes electos, que pronto tomarán posesión sino en quienes están de salida, habla de un pensamiento asido a un proceder inmediatista que, por carecer de los elementos necesarios a lo interno, para hacerlo realidad, busca fuera una ayuda de un carácter que debe ocultar por razones inherentes a la soberanía y la paz.

¿Por qué González Urrutia, pone mayor interés en buscar la ayuda de Biden que Trump, en un momento cuando en EEUU se está en un proceso de transición y ya a esta altura, los nuevos funcionarios, los designados por el segundo, están tomando las riendas de los asuntos respectivos?

Por muchas razones, uno percibe que González Urrutia y los suyos, no parecen muy esperanzados en Trump. Pues de no ser así, pondrían énfasis más en este que en el presidente estadounidense saliente, quien ya no pudiera tener competencia para tomar una decisión de gran trascendencia, como lo que parecieran aspirar; una que les dé los medios para hacer lo que aspiran.

Factores que apoyan al señor Edmundo González, parecieran subestimar y hasta evaluar de manera demasiado equivocada el espíritu que siempre predomina en la Casa Blanca. Y además miran al mundo y en particular a Venezuela, como un cuadro guindado en la pared, sin movimiento, salvo el que la creatividad del pintor, sugiera a través de las imágenes. La política de EEUU frente a Venezuela de los últimos años, particularmente desde el momento que Obama declaró a nuestro país como "una amenaza inusual", estuvo y está determinada por los compromisos de los gobiernos de ese país con factores internos de la vida nacional y el discurso desde Miraflores que hablaba de "cambiar al mundo" y, al mismo tiempo, iba acompañado de ciertas acciones derivadas del alto ingreso venezolano que generaron ese peligro que oteó o imaginó Obama.

Pero el mundo da vueltas y genera cambios y a estos hay quienes les perciben. El cuadro político, económico, las relaciones internas en Venezuela, las de la oposición que tiene a González Urrutia como figura presidencial y las del gobierno de Maduro, no se parece en mucho al de los tiempos de Obama, Trump en su primer gobierno y tampoco al de los días finales de Biden.

Por eso, el señor González y los suyos, más por la experiencia concreta, "los golpes que da la vida", el correo que no llega, como "El coronel no tiene quien le escriba", o si llega no trae las noticias que uno espera, aspira que sea Biden, por las estrechas relaciones que con ellos todavía tiene, quien les deje todo resuelto.

Es posible que González Urrutia y los suyos hayan leído los cambios y pudieran sospechar la aparición de un Trump con nuevos lanzamientos, dado que el bateador se paró de manera distinta ante el plato y los jugadores contrarios de ahora, si no son otros, lo parecen y siendo así, hay que ajustarse a la nueva realidad.

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