Enrique Márquez, al igual que Leocenis García, ambos con aspiraciones presidenciales, buscaron siempre que fueran detenidos por los Cuerpos de Seguridad del Estado.
Márquez, como se recordará, fue diputado y ex-vicepresidente del CNE; y más recientemente aspiró como candidato a la presidencia de la República.
García, a su vez, quiso también ser candidato presidencial por el Movimiento Prociudadano, pero fue inhabilitado meses antes de las elecciones.
Después, ante unas declaraciones fuera del marco de la ley, incitando la violencia y desconociendo el dictamen del CNE y del TSJ, hizo que este opositor, con ínfulas de bravucón, fuera detenido.
Ambos extremistas de la ultraderecha, vale decir, compiten entre si con el pleno deseo de quedarse con el liderazgo de la oposición, que ha perdido ante sus constantes fracasos la violenta MCM.
Era evidente entonces que más temprano que tarde el ex-candidato presidencial por un ala de la oposición iba a ser detenido, pues sus constantes declaraciones, alineadas con el golpismo y cantando fraude, desencadenaron que le pusieran los "ganchos".
Márquez, como se recordará, es un político nacido en el estado Zulia, que siempre ha buscado figurar ante la opinión pública por su encendido discurso, que en muchas ocasiones ha tratado de socavar la estabilidad del gobierno revolucionario, que dirige aún el presidente Nicolás Maduro.
Márquez, ante la rivalidad interna que existe en la oposición,
decidió asomar su nombre, de manera separada, para optar como candidato presidencial en las pasadas elecciones que se cumplieron el 28J, del año pasado.
Vale destacar que una vez que el CNE llamó a cada uno de los candidatos presidenciales para suscribir un convenio, mediante el cual todos, sin excepción, debían comprometerse a aceptar el resultado electoral, que desde luego emitiera el referido organismo, Márquez se negó de manera rotunda a suscribirlo, tal como lo hizo también el candidato del imperio, Edmundo González.
Lo que siempre se ha podido notar de Márquez es que ha venido de manera repetitiva emitiendo declaraciones mediante las cuales desconoce el triunfo del presidente Maduro, exigiendo además que se muestren las actas, en claro desacato al dictamen del CNE, que luego ratificó el máximo tribunal de la República.
Hay quienes aseguran que Márquez venía actuando desde hacía tiempo de una manera premeditada, pues quería que fuera detenido para victimizar se ante el país, y así lograr escalar niveles de popularidad en medio de la oposición.
Al igual que Leocenis García, este ultraderechista desea quedarse con el liderazgo de la oposición, toda vez que dentro de escasas horas MCM lo perderá, de manera definitiva, una vez que este 10E asuma de nuevo la presidencia Nicolás Maduro.
Márquez, ante el fracaso que obtuvo en el pasado proceso electoral, además de haber perdido el "cambur" del CNE, no le ha quedado otro remedio que tratar de hacerse con el liderazgo, al menos, de la oposición extremista, usando para ello un verbo encendido, que erróneamente ha estimado que le puede producir buenos dividendos en el futuro, en su intento por llegar a Miraflores.
Entre tanto la pelea a "cuchillo" sigue en medio de esta oposición fracasada, que solo se dedicó a lo largo del tiempo, sin visitar los barrios, en procura de fortalecerse promoviendo el golpismo y la desestabilización, con acciones violentas mientras la gran mayoría de los venezolanos están del lado de la paz y desean vivir felices y en tranquilidad.