“Bayer de Venezuela cerró definitivamente sus instalaciones” denuncia dirigente sindical de FETRAMECO

Lunes, 24/06/2019 09:16 AM

Bayer en La Trinidad, Miranda, Venezuela

24 de junio de 2019.- El pasado jueves 20 de junio, bajo el más absoluto silencio y sin razón ni explicación alguna, la planta de medicamentos de la Bayer Venezuela, ubicada en la zona industrial de La Trinidad, cerró definitivamente sus instalaciones. El cierre de esta empresa, operativa en Venezuela desde 1977, pasó inadvertida en los medios de comunicación públicos y privados a pesar de tratarse de un asunto de profundo interés para la población venezolana, especialmente para los sectores más vulnerables del país, quienes a fin de cuenta sufren con mayor crudeza los efectos de la crisis económica.

Dada la importancia de este hecho desde el equipo de Arsenal Terapéutico decidimos contactar al dirigente de la sección Caracas de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST) y secretario general de la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de Productos medicinales, cosméticos y perfumería FETRAMECO; Avilio Echenique. Sostuvimos una corta pero bien nutritiva conversación sobre lo sucedido con la empresa Bayer de Venezuela. A continuación, le presentamos a nuestros lectores el contenido íntegro de la entrevista:

Arsenal Terapéutico (AT): Compañero Avilio es un tremendo placer escucharte, primero que nada, te expresamos toda nuestra solidaridad con el movimiento obrero y con todas las luchas que desde sus trincheras se encuentran desarrollando. En esta ocasión quisiéramos hablar sobre el cierre de la planta de medicamentos de la Bayer-Venezuela y de la situación de la industria farmacéutica en general. Vamos a entrar directo en la materia.

¿Cuáles fueron las razones alegadas por la empresa para proceder con el cese de operaciones en Venezuela?

Avilio Echenique (AE): Bueno, primero que nada, muchas gracias por el contacto y la entrevista. Sí efectivamente el pasado jueves 20 de junio la planta productora de Bayer en la trinidad cerró sus actividades. En esta planta laboraban, entre trabajadores y empleados, 200 personas. A todos estos se les dejó sin trabajo, ni sustento alguno. Cabe resaltar, además, que los patrones recurrieron a la estrategia de la "cajita feliz", práctica muy habitual en el sector patronal para comprar el silencio de los trabajadores y no cumplir con las obligaciones que la legislación venezolana contempla. Misteriosamente el cierre de esta empresa pasó por debajo de la mesa, no aparece en los periódicos, ni en los medios de comunicación, a pesar de tratarse de un sector estratégico para la población venezolana, por lo tanto consideramos necesario romper con el silencio que encubre este hecho.

AT: ¿Cómo se encontraba la producción de medicamentos antes del cierre de la planta?

AE: Mira, de aproximadamente 70 productos que tiene la cartera de Bayer de Venezuela, para la fecha del cierre solo estaba en producción 3 de sus medicamentos, cabe destacar que ninguno de ellos es del tipo de productos que requiere la población venezolana en el actual contexto de desabastecimiento. Según diversas estadísticas las principales muertes por enfermedades en Venezuela son 4: Cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades de tipo infecciosas. En Bayer solo se estaba produciendo Beducen, Gynocanesten y unos óvulos vaginales, que en ninguno de los casos son para tratar las enfermedades descritas. Ahora nada de esto es casualidad ni muchos menos es una práctica única de la planta de Bayer en Caracas. Lamentablemente hay cosas que no se están diciendo, pero están pasando; Las empresas del sector privado de la industria químico-farmacéutico solo están produciendo dos o 3 medicamentos de la gran cartera de productos que tiene para ofrecer. Todo esto lo hacen con un criterio de rentabilidad capitalista, a costa de las necesidades del pueblo venezolano, solo producen para obtener ganancias inmediatas.

AT: ¿Qué cree usted que hay detrás de este cierre? ¿tiene alguna justificación?

AE: No, no la tiene y más cuando en el pasado el estado venezolano otorgó una gran cantidad de divisas a la industria químico-farmacéutica para poner andar la producción y aumentar sus niveles, cosa que lamentablemente hasta la fecha no ha sucedido. Además de los criterios de rentabilidad que tiene todo industria capitalista, que en ocasiones produciendo menos pueden ganar más, la caída de la producción también se inscribe en un plan desestabilizador de la derecha venezolana que pretende crear un clima de malestar contra el gobierno venezolano y justificar la apertura de un canal humanitario, con el objeto de provocar el derrocamiento, por vías violentas, del presidente Maduro.

AT: En esa dependencia de divisas que tienen estos empresarios hay una clara demostración de su carácter parasitario, ¿Qué nos puede decir al respecto?

AE: Son empresas muy mal acostumbradas, habituadas al flujo de dividas que el estado entregaba. Estamos hablando de un sector bien complejo. Aquí no se producen o crean nuevos medicamentos, nuestros laboratorios son de tipo 2, es decir de ensamblaje y comercialización. Los laboratorios tipo 1 son los que desarrollan nuevos fármacos, moléculas y producen los principios activos fundamentales para los medicamentos. Laboratorio de tipo 1 están en manos de las grandes trasnacionales, colocando en una gran desventaja a los de la industria nacional. Sin embargo, en Venezuela tenemos oportunidades y ventajas gracias a la política desarrolladas por el camarada Eduardo Samán en el SAPI, las cuales dejaron sin efecto a las patentes en manos de los grandes monopolios y empresas. Aquí podemos producir, crear nuevos medicamentos, tenemos el apoyo del estado, pero el sector patronal insiste en su agenda conspirativa contra el gobierno.

AT: ¿Ante estos hechos que medidas debería tomar el ejecutivo nacional?

AE: En las mesas de diálogo que el gobierno está montando debería realizar peticiones al sector privado para aumentar los niveles de producción de medicamentos para beneficiar a la población venezolana. Hay que exigirle compromiso a la industria farmacéutica en este difícil contexto. El gobierno por su parte también debe flexibilizar algunos trámites burocráticos que por su naturaleza retrasan la producción y comercialización de medicamentos en el país.

AT: Bien, pero si hablamos de un plan para desestabilizar el país por un lado y por el otro nos encontramos con un sector patronal muy parasitario y dependiente ¿ante eso el estado no debería tomar medidas más contundentes?

AE: Sí, claro que las debería tomar, estamos seguros que la clase trabajadora las respaldaría. No se puede estar jugando con las necesidades de numerosos compatriotas. Es necesario actuar contra cualquier intento desestabilizador que use métodos basados en el chantaje y la necesidad ajena, eso es inadmisible.

AT: Para ir finalizando, Hablemos un poco del movimiento obrero. ¿Desde el seno de los trabajadores de la industria qué se piensa hacer? ¿Cuáles son las acciones inmediatas luego del cierre de la planta de Bayer en Caracas?

AE: El llamado es a resistir en la fábrica, a impedir el cierra de la misma, hay que hacer cumplir el llamado del presidente Chávez; Fábrica cerrada, Fábrica tomada. Tenemos que alertar a los trabajadores de las políticas e intereses de los sectores patronales y tomar acciones contundentes siempre en el marco de la revolución Bolivariana. Desde la CBST-Caracas hemos hecho peticiones en el Congreso Constituyente de los trabajadores para estudiar detenidamente al sector químico-farmacéutico con el objetivo de repotenciarlo desde sus bases.

AT: ¿Podrías mencionar alguna de esas propuestas?

AE: Sí por supuesto, sobre este sector hay muy poca información, la gente no conoce cuantos medicamentos esenciales se están produciendo, ni tampoco hay un órgano o institución que se dedique al seguimiento y contraloría exclusiva de esta industria, como sí lo hay por ejemplo en Chile. En ese país hay un instituto que se encarga de estudiar la situación no solo de su propia industria farmacéutica, sino que además estudia la situación de ese ramo en otros países, incluyendo el nuestro. Una de nuestras propuestas es crear este órgano aquí en Venezuela, para ordenar y recolectar datos y direccionar científicamente a la industria hacia las verdaderas necesidades de la población venezolana.

AT: Para finalizar, ¿Deseas trasmitir algún mensaje a la clase trabajadora?

AE: El papel de la clase trabajadora para recuperar la industria juega un papel de primer orden. Nada justifica el cierre de la planta de producción de Bayer de Venezuela, eso debemos repudiarlo en primer lugar. De modo que invitamos a la clase trabajadora a volver a la planta, a pelear por sus derechos y a ponerla a producir. Todo en el marco de la defensa de la Revolución Bolivariana y en la defensa de un sector estratégico para la vida y el bienestar para la población venezolano.

AT: Bueno, desde Arsenal Terapéutico nos sumamos a ese llamado, la industria farmacéutica es esencial para el desarrollo productivo en Venezuela, esta industria no puede quedar en manos de un sector de empresarios inescrupulosos, la salud y el bienestar de la población no debe ser un negocio de reducidos círculos, esperamos que se cumpla aquello que decía el comandante Chávez: "Fábrica cerrada, Fábrica tomada". Bueno Avilio gracias por tu tiempo, esperamos tener nuevas noticias sobre lo sucedido.

AV: claro que sí, muchísimas gracias a ustedes por la entrevista.

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