La vigencia del ideario bolivariano en nuestro tiempo nos convoca a no dar descanso a nuestro brazo, ni reposo a nuestra alma, hasta que hayamos roto las cadenas bien sea de quienes nos oprimen por voluntad de cualquier imperio, así como de cualquier forma de dominación o corriente contrarevolucionaria.
En ese contexto, resalta la imperante necesidad de profundizar, defender y consolidar lo establecido en el preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV)1: "El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana; con el fin supremo de refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna".
Y es ese legado heroico de nuestros libertadores lo que guía nuestra firme y determinada convicción de lucha por la libertad, como lo expresó nuestro Libertador Simón Bolívar en su discurso ante el Congreso de Angostura2: "Representaros la historia militar de Venezuela sería recordaros la historia del heroísmo republicano entre los antiguos; sería deciros que Venezuela ha entrado en el gran cuadro de los sacrificios hechos sobre el altar de la libertad"...No combatiendo por el poder, ni por la fortuna, ni aun por la gloria, sino tan solo por la libertad…" . En la actualidad, la lucha sigue por que, tal y como lo describe el camarada y escritor revolucionario Argentino Norberto Bacher: "América Latina es un territorio en disputa entre las fuerzas del imperialismo y las de un heterogéneo bloque de fuerzas sociales y políticas, que comenzó a disputar el control casi absoluto que los capitales transnacionales (no sólo yanquis) habían logrado a principios de los 90"3.
Y esa disputa por el control de nuestro territorio obedece a la existencia en nuestra región de recursos naturales que son de interés de las potencias mundiales, todas sin excepción, por tal motivo la defensa integral de estos recursos y de nuestro territorio debe seguir siendo asumida desde una política soberana, de independencia y autodeterminación.
Bien avizoró Bolívar aquel 31 de julio de 1829 en Guayaquil en su Decreto Conservasionista (art. 4): "Cualquiera que extraiga de los bosques del Estado quina, maderas preciosas y de construcción sin la debida licencia, o que traspase los limites que se les haya fijado, incurrirá en la multa de 25 hasta 10º pesos, aplicados a los fondos; además pagará a justa tasación de peritos los objetos que haya sustraído o deteriorado", esto en sus últimos años en el poder cuando trata de formalizar el control estatal sobre los bosques de Colombia; Bolívar quería asegurarse de que si alguien iba a sacar provecho de la explotación de los bosques ese debía ser el Estado, y no empresas privadas o particulares sin escrúpulo4.
En este sentido, y en el marco de la defensa integral bajo un pensamiento bolivariano, el presente ejercicio de análisis crítico proporciona un conjunto de ideas sustentadas en las reflexiones y planteamientos del comandante Chávez, el cual inspirado en el ideario de nuestro Libertador Simón Bolívar explicó respecto a "La Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la batalla de las ideas"5, así como "La doctrina militar bolivariana y el poder nacional"6, ambos temas desarrollados en el marco de la nueva Doctrina Militar Bolivariana y los elementos fundamentales que la integran como parte fundamental de la defensa integral de nuestra región Latinoamericana y Caribeña.
Es por ello que, el comandante eterno de la Revolución Bolivariana Hugo Rafael Chávez Frías, sentó las bases conceptuales históricas, políticas y filosóficas para la concepción y puesta en marcha de una nueva doctrina militar bien llamada bolivariana, la cual implica el estudio de lo nuestro, el rescate de nuestros orígenes, el afianzamiento desde la conciencia de los valores patrióticos y revolucionarios. En ese mismo orden de ideas, instó a no dejar los estudios, a investigar lo nuestro y dejar la absurdidad de la doctrina militar impuesta por el imperio norteamericano, que a propósito fragmentó nuestro ejército, a su juicio les hizo perder el tiempo estudiando una doctrina yanqui contraria a nuestros principios. Siendo así, la nueva Doctrina Militar Bolivariana está inspirada en el idealismo bolivariano, en nuestra historia, en la herencia de nuestros próceres que lucharon por los intereses de los pueblos, en el pensamiento/palabra y acción del comandante Chávez, en las luchas de otros pueblos y de sus líderes contra el imperialismo yanqui y cualquier otra forma de dominación.
El comandante Chávez, resaltó que la expresión "Pueblo en armas" y la concepción "Pueblo + Ejercito", preceden de los tiempos de independencia y les da un mismo significado, es decir, un solo cuerpo, un solo espíritu, una misma esencia.
Y es ese espíritu, esa misma esencia de ideas y milicia / milicias con ideas las que nos mueve a recordar para no perder el rumbo, lo expresado por nuestro Libertador Simón Bolívar en el Manifiesto de Cartagena7 ante la clemencia criminal de los gobiernos liberales que contribuyó más que a nada a derribar la máquina, que todavía no se había enteramente concluido: "…Se establecieron innumerables cuerpos de milicias indisciplinadas, que además de agotar las cajas del erario nacional, con los sueldos de la plana mayor, destruyeron la agricultura, alejando a los paisanos de sus hogares; e hicieron odioso el gobierno que obligaba a éstos a tomar las armas, y a abandonar sus familias… El resultado probó severamente a Venezuela el error de su cálculo; pues los milicianos que salieron al encuentro del enemigo, ignorando hasta el manejo del arma, y no estando habituados a la disciplina y obediencia, fueron arrollados al comenzar la última campaña, a pesar de los heroicos y extraordinarios esfuerzos que hicieron sus jefes, por llevarlos a la victoria". Y en mi opinión, contextualizo este párrafo no por desconfiar del grado de preparación que hoy tenemos los milicianos y milicianas en Venezuela, sino para recordar que ser miliciano, ser miliciana, no debe responder a una exigencia institucional, ni a coyuntura política alguna, las armas deben tomarse con el inmenso compromiso que representa hacerlo y como tal debemos asumirlo con convicción, disciplinadamente, para estar a la altura del momento histórico, conjugando el fúsil con estudio y trabajo, estos últimos expuestos en nuestra constitución para lograr los fines esenciales del Estado.
De allí que el M/G Jacinto Peréz Arcay hace alusión respecto a: "La revolución educativa propiciada por Bolívar está en cierne y consiguientemente urgimos explicarla y desatarla.., necesitamos saber que el espíritu debe estar alerta; Precisamos despertar, activar la poderosa artillería bolivariana que está dormida en el papel"8.
Por esta razón, los principios de Seguridad de la Nación expresados textualmente en el artículo 326 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) establecen: "La Seguridad de la Nación se fundamenta en la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil para dar cumplimiento a los principios de independencia, democracia, igualdad, paz, libertad, justicia, solidaridad, promoción y conservación ambiental y afirmación de los derechos humanos, así como en la satisfacción progresiva de las necesidades individuales y colectivas de los venezolanos y venezolanas, sobre las bases de un desarrollo sustentable y productivo de plena cobertura para la comunidad nacional. El principio de corresponsabilidad se ejerce sobre los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar" 9.
Asumir estos principios son vinculantes al fortalecimiento moral, espiritual, disposición a la batalla de todos los días en cada uno de nuestros ámbitos de acción, incluyendo la familia, seguir fortaleciendo las Milicias, hacer de cada institución, de cada división, de cada comunidad, una División de Milicia, con tropas de combate, juventud y en función de eso, decía Bolívar: "Las instituciones políticas deben adaptarse a las características de los pueblos y no al revés", y junto a Chávez recordamos a Simón Rodríguez en cuanto a "Ideas y milicia", decía Simón Rodríguez, milicias con ideas; ¡qué creación la de Bolívar, el genio Bolívar!
Y es importante destacar que, la corresponsabilidad de asumir la defensa integral no se circunscribe sólo al elemento bélico o armado, sino a los diferentes ámbitos de acción comunicacional, cultural, socioproductivo, ambiental, político ideológico, militar, el estudio y el desarrollo técnico, científico y tecnológico; Esto demanda organizarnos en lo político, en lo territorial, asumir el rol histórico y convertirnos en defensores de nuestra Independencia y Soberanía.
Este planteamiento es reforzado por Marta Harnecker10: "Nuestras naciones deben estar preparadas para defenderse de cualquier injerencia extranjera. Es evidente que técnica y numéricamente nuestros ejércitos no podrán resistir ante una invasión imperial, sin que nuestros pueblos participen masivamente junto al personal militar en las tareas de la defensa de nuestra soberanía. Como dijo el entonces vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, nuestra única opción de vivir o de resistir ante una eventual invasión es tener "una fuerte vinculación entre la estructura militar y la estructura social"11.
Es claro que son los militares quienes conducen las guerras, pero no son los únicos que están implicados en ellas; Esa es la razón por la cual no debe haber divorcio entre el pueblo y su ejército; de allí que todo ciudadano, cualquiera que sea su condición, debe tomar conciencia de que el servicio militar es indispensable para la vida del país, así lo afirma el Coronel Jacinto Pérez Arcay en su libro "El fuego Sagrado".
Hoy por hoy, nuestra lucha sigue siendo defender, expandir y consolidar nuestra Independencia Nacional, objetivo histórico planteado por el comandante Chávez, lo cual suscribo totalmente: "No fue alcanzada en la lucha por la independencia iniciada por nuestro Libertador Simón Bolívar, quien terminó" expulsado de nuestra Patria, "Arando en el mar". Debe dolernos esta historia de traiciones a la causa justa de un pueblo, traición al pensamiento integracionista de nuestro grande el Libertador Simón Bolívar.
Es por ello, que ante la inminente crisis que agudiza las contradicciones en el Estado Burgués que a su vez genera una crisis institucional, la defensa integral trastoca la recuperación socioproductiva, la guerra a muerte a todo lo que atente contra la transformación estructural del Estado burgués hacia un Estado Comunal, para que el sujeto social pueblo sea participativo, protagónico y verdaderamente decisorio, donde las instituciones se pongan al servicio del pueblo y no al contrario, donde predominen los intereses de la mayoría, no de las élites y el objetivo común sea la Defensa Integral de nuestra Patria, y junto a nuestro presidente Nicolás Maduro, consolidar una Sociedad Productiva, Justa y Amante de la Paz.
Para finalizar, con el pensamiento Geopolítico del comandante Chávez quién siempre proyectado en el futuro logró tener la perspicacia que en el tablero del ajedrez mundial le permitió adelantarse a las jugadas, propuso la creación de una "Confederación de Estados Latinoamericanos"12, esto en respuesta al planteamiento del periodista Agustín Blanco Muños cuando este intervino en una de sus entrevistas diciendo: A la hora del mal llamado socialismo-afirma el periodista-, nos conseguimos con ese mundo unipolar norteamericano a la cabeza. Ese mundo unipolar es la principal negación de toda posibilidad del reestablecimiento de los órdenes internacionales, y en el mundo policéntrico a que tú aludes ya estás establecida la negación de esos estados nacionales. De modo que el pensamiento es difícil…"
El comandante Chávez planteó "Unir a las distintas fuerzas armadas en un cuerpo armado latinoamericano, a través de tratados que habrá que ir haciendo por fases, entendiendo que estas fuerzas armadas deben ir evolucionando hacia un papel distinto en las sociedades. Un nuevo militar orientado hacia el desarrollo social, económico, político, hacia esa integración y un cuerpo armado que se encargue de la seguridad del continente. En Europa han avanzado en conformar un solo cuerpo armado con unidades inglesas, italianas, españolas; un comando mayor integrado entre esos países; no la OTAN, otra cosas. Hacer para la defensa de América del Sur, para América Latina, un cuerpo coordinado, integrado por unidades militares de combate. Hasta ahí llega nuestra concepción y así lo planteamos.
La congruencia entre el discurso y la praxis de nuestro comandante Chávez ratifica con él, la existencia de un "compromiso con la verdadera integración de nuestros pueblos de América Latina y el Caribe, unidad para ser libres, unidad para ser grandes". De allí que Elvira Narvaja de Arnoux en "El discurso Latinoamericanista de Hugo Chávez" destaca la dimensión didáctica y Latinoamericana de Hugo Chávez, quien en sus discursos hizo inteligible el objeto "Socialismo del siglo XXI"13; En su libro la escritora plantea claramente que Hugo Chávez, como otros líderes del continente, optaron por retomar el imaginario latinoamericanista forjado inicialmente en las guerras de la independencia y vincularlo con la aspiración hacia una democracia radical.
Por tal motivo, este planteamiento de Seguridad y Defensa Integral Latinoamericana y Caribeña realizado por Chávez, reivindica el sueño integracionista de nuestro Libertador Simón Bolívar, expuesto en la Carta de Jamaica: "Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande Nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria" y con su voz decimos: "Seguramente la unión es la que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración"14.
Y esa unión tan necesaria debe recordarnos que "América espera. América aguarda el gran día. América espera el afán que, por obra y decisión de sus hijos, debe darle tangible existencia, pleno ejercicio real de libertad y unidad. No obstante lo mucho andado, América espera"15
Referencias Bibliográficas
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Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2013). Preámbulo. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas, Venezuela. pág. 9.
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Simón Bolívar. Discurso pronunciado por el Libertador ante el congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, día de su instalación.
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Bacher Norberto (2007). "Unificar las ideas, unificar las luchas". Editorial Fuego vivo. Caracas, Venezuela. pág.59.
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Pérez Vila, Manuel. "Simón Bolívar. Doctrina del Libertador". Editoral Artde, S.A. 4ta. Edición: 27 de noviembre de 1992.
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Chávez Frías, Hugo. (2009). "La Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la batalla de las ideas". Aló presidente teórico N° 4. Caracas, Fuerte Tiuna.
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Chávez Frías, Hugo. (2009). "La doctrina militar bolivariana y el poder nacional". Aló presidente teórico N° 5. Caracas, Fuerte Tiuna.
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Simón Bolívar Manifiesto de Cartagena (Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un Caraqueño). 15 de diciembre de 1812.
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Pérez Arcay, Jacinto (2012). "Hugo Chávez El alma de la Revolución pintada en un papel". Caracas, Servicio Autónomo Imprenta Nacional y Gaceta Oficial. pág. 17.
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Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2013). Preámbulo. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas, Venezuela. pág. 236.
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Harnecker Marta (2014), "Un nuevo mundo a construir (nuevos caminos). Caracas, Venezuela. pág. 198.
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ibídem.
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Arnoux, Elvira Narvaja de y Zaccari, Verónica (eds.) 2015. Discurso y política en Sudamérica. Buenos Aires: Biblos. 402 pp. ISBN: 978-987-691-359-1. pág. 243.
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Pérez Arcay, Jacinto (2012). "Hugo Chávez El alma de la Revolución pintada en un papel". Caracas, Servicio Autónomo Imprenta Nacional y Gaceta Oficial. pág. 61.
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Simón Bolívar. Carta de Jamaica (Contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta isla). Kingston, 6 de septiembre de 1815.
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Salcedo Bastardo, José Luis. "América espera". Biblioteca Ayacucho. Caracas, Venezuela. Prólogo del libro, Pág. IX.
Correo: betzaidam906@gmail.com