¡¡Leales siempre, corruptos nunca!!

Miércoles, 17/07/2019 07:29 AM

Hay que atacar la corrupción en todos los lados y en todos los niveles sin contemplaciones de ningún tipo".

Hugo Chávez.

La corrupción es inmanente al capitalismo. Hugo Chávez, Fidel Castro el "Che" Guevara, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello entre tantos dirigentes revolucionarios, han planteado desde siempre una lucha frontal contra la corrupción que es una desviación, un delito que afecta al estado, a la sociedad y a las instituciones del estado, pero también a los individuos y a los procesos revolucionarios en transición. Diosdado Cabello ha dicho como líder fundamental del proceso revolucionario y como Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente: "No puede ser chavista quién sea corrupto". Ver: https://www.conelmazodando.com.ve/cabello-no-puede-ser-chavista-quien-sea-corrupto.

Ahora, hay que tener mucho cuidado con las consignas que se vocean automáticamente para intentar arropar a muchos infiltrados, quintas columnas, corruptos y desviados del proceso revolucionario, pero que siguen pululando en ministerios, gobernaciones, alcaldías, empresas públicas (y espero que no en el PSUV, El GPP, o la ANC). Entendemos que la consigna "Leales siempre traidores nunca" tiene que ver con una coyuntura en la cual muchas personas han traicionado los postulados de Chávez, el legado del Comandante y han cuestionado vehementemente desde otros países a los que se han fugado, al presidente Nicolás Maduro y a la Asamblea Nacional Constituyente.

Sin embargo, no podemos dar "cheques en blanco", firmar páginas en blanco, sino que debemos ser críticos, como lo planteaba el propio Comandante al hacer suya la frase: "Irreverencia en la discusión, lealtad en la acción". La crítica y las acciones contra la corrupción deben ser ejemplarizantes en todos los sentidos, tal como el propio Chávez lo exigía. En anterior artículo hablamos de la posición siempre contundente de Chávez contra la corrupción: https://www.aporrea.org/contraloria/a272409.html.

El Libertador Simón Bolívar también fue contundente contra este flagelo y en 1824 emitió desde Perú un decreto de apenas cuatro artículos donde se igualaba la corrupción con la traición a la Patria, exponiendo en su artículo primero que: "todo funcionario público a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado, o tomado para sí de los fondos públicos de 10 pesos para arriba, queda sujeto a la pena capital".

De allí que consideremos que un corrupto o corrupta traiciona a la revolución, traiciona a la Patria y por ello no puede ser chavista, ni puede ser leal. Es decir, un corrupto es un traidor y de allí que creamos en esta nueva consigna: "Leales siempre, corruptos nunca", planteada en otra oportunidad por el escritor José Sant Rotz, director de la página web ENSARTAOS.COM. Por cierto que este autor refiere textualmente lo siguiente, para ser investigado por los organismos de seguridad, la Fiscalía del Ministerio Público, el SEBIN, o la División contra el Crimen Organizado del CICPC: "Hay un gran carajo que se está construyendo una mansión en el Este de Caracas, con ascensor y demás parafernalias... ¿Es que acaso yo lo sé y no lo saben en el gobierno? ¿Lo detectarán? ¿Ya lo tendrán en la parrilla? Por favor, hay tanta gente que lo sabe, y por qué no lo dirán… ¿Por cobardía, engorde a crédito, descuido, "porque no vale la pena", temores, complicidad,…?". Ver: https://www.ensartaos.com.ve/un-corrupto-es-siempre-el-peor-traidor-senor-presidente-mi-consigna-es-leales-siempre-corrupto-nunca/

En síntesis, contra el morbo de la corrupción se debe pasar de la palabra a los hechos, de la ley a su aplicación. Demasiados traidores y corruptos han manchado al proceso revolucionario, muchos cercanos al Comandante Chávez y otros en altos cargos designados por el presidente Maduro. Por supuesto, sabemos que la responsabilidad es individual y no es transferible, pero cuánta gente no llega a los cargos sólo por amiguismo, grupalismo, nepotismo, tráfico de influencias y otras formas desaprensivas de cooptar los cargos públicos, no para cumplir tareas, para servir, sino para lucrarse, enriquecerse y luego huir denunciando al gobierno bolivariano para ser recibidos en el exterior como vulgares delatores. Así que desde acá gritamos: ¡¡Leales siempre, corruptos nunca!!

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