Desprecio por la legalidad

Martes, 17/09/2019 04:05 PM

"La suerte lo favorece compay a Perucho Villarroel que tenía una iguana compay y parió un caimán, allá va, allá va el caimán, allá va, allá va, el caimán de Perucho Villarroel…" La iguana parió un caimán estimados compatriotas. La Constitución Bolivariana parió a sus propios depredadores.

El caimán de Perucho, estimada @Amaranta_Rojas, estimados compatriotas, es la figura que se me viene a la mente cuando por enésima vez observo como la legislación vigente que sirve de fundamento al Estado de Derecho en nuestro país, consagrada en nuestra Constitución, es objeto, y me disculpan la crudeza, del desprecio con alevosía y premeditación por funcionarios públicos quienes supuestamente tienen la sagrada misión de fortalecerlo y en ningún momento para actuar con impunidad como sus primeros depredadores.

Y me voy a referir a un caso reciente para mostrar este desprecio a la legalidad. Denuncio públicamente la arbitrariedad e irrespeto de un "supuesto" abordaje que realizaron el pasado viernes 13 de septiembre dos funcionarios de la Inspectoría del Trabajo Capital Norte, uno de ellos supuestamente con un ranking de alto nivel, en un Condominio ubicado en Los Caobos, parroquia el Recreo, Municipio Libertador.

Sería una especie de sorpresa que el Ministro Piñate se tome la molestia de solicitar las pruebas de esta denuncia para establecer las debidas responsabilidades.

¿Qué tipo de desprecio por la legalidad realizaron estos funcionarios? Para resumir bastan con los siguientes.

  1. Armar expedientes sobre hechos construidos por ellos mismos colocándoles de manera inescrupulosa ingredientes increíbles y para nada inteligentes obviando las precisiones y responsabilidades a que haya lugar.

  2. Realizar un supuesto "abordaje" a una comunidad bajo amenazas y coacciones sin hacer el mínimo intento por conocer con mayores detalles la situación "problemática.

  3. No realizar las preguntas pertinentes ni tomar nota de errores u omisiones evidentes.

  4. No disimular la parcialidad de sus actuaciones y al mismo tiempo que fueron enviados por un funcionario de más alto nivel para atemorizar a una comunidad utilizando un lenguaje ocioso y redundante.

  5. Simular un conocimiento de las leyes utilizando un lenguaje daltónico que confunde los términos, ignora los principios e incluso leyes como la Ley de Propiedad Horizontal.

  6. Banalizar el término "debido proceso" asumiendo lapsos de manera arbitraria para no dar la oportunidad de demostrar la falsedad de los mismos.

  7. Ignorar observaciones y reclamos sobre sus actuaciones que desarman la supuesta honestidad en sus actuaciones.

  8. En lugar de concientizar sobre el cumplimiento de las normas con sus actuaciones y discursos sin sentido se burlan y manipulan de quienes intentan cumplirlas.

  9. Irrespetar las decisiones de la Comunidad que han sido tomadas en Asamblea de Propietarios.

¿Lo expuesto es una novedad para Uds.?

La iguana que parió un caimán. Al final, pareciera que el viejo Estado de Derecho se encuentra gozando de muy buena salud ¡Si Señor!

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