LA FARSA DEMOCRÁTICA EN LA ASAMBLEA NACIONAL
Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
Desde la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución, por varios años hemos venido señalando la gravedad de la situación en la cual se encuentra sumergida Venezuela y que cada día se profundiza más y más sin que el ciudadano común, el pueblo doliente de las malas políticas, de los errores, de las decisiones anti patria, de los manejos amañados en la administración de los recursos de todos, tenga siquiera una esperanza. El dicho popular expresa que lo último que se pierde es la esperanza y eso parece que también lo hemos perdido. A la quiebra de las empresas del Estado y a la desintegración de las instituciones republicanas se agrega ahora la burla que tanto los grupos de derecha que gobiernan como los que aparentan oponérseles, unos y otros, han realizado descaradamente en ocasión de la elección de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional.
El cinco de enero pasado, los venezolanos hemos asistido al acto terrible de una tragicomedia en la cual no ha faltado nada para ser tal: se instalaron dos directivas de la Asamblea Nacional y en ambas instalaciones participaron diputados que apoyaron a una y otra directiva. Al parecer las actas de tales elecciones están desaparecidas cual si los comicios hubiesen sido supervisados por el CNE (como ocurrió en las elecciones de la actual Asamblea Nacional Constituyente que preside Diosdado Cabello de las cuales el CNE no publicó resultados oficiales) y las cifras que ambos grupos participantes reportan sugieren la existencia de un número de diputados que no se corresponde con los miembros de la AN; un gran teatro que todavía continúa escenificándose.
Las expectativas creadas hacia el pueblo con la elección de la nueva junta directiva de la AN eran que con ese acto podría comenzar a transitarse la solución a la crisis. Nada más lejos de la verdad. Si antes teníamos una Asamblea Nacional Constituyente y una Asamblea Nacional, ahora en la disputa entra un nuevo actor y tenemos una Asamblea Nacional Constituyente (electa sin que se considerara el texto constitucional y actuando al margen del mismo) y dos Asambleas Nacionales designadas con todas las irregularidades que se han mencionado además de lo obvio que resulta el que si la Asamblea Nacional estaba en desacato de acuerdo a sentencia del TSJ, el acto de elección de la nueva directiva, emanado del mismo cuerpo en desacato, es írrito.
La crisis por ingobernabilidad se profundiza y más lo hace en la medida en que diferentes factores políticos, financieros e industriales, nacionales e internacionales, toman partido a favor de unos u otros sin que exista un Estado venezolano capaz de poner orden. Para completar el escenario tragicómico fue significativa la ausencia del PSUV, partido individualmente más fuerte, que ni siquiera reclamó para sí un lugar en la directiva juramentada con la obvia participación de algunos de sus actores políticos más significativos. Lo ocurrido en la AN no fue una victoria popular como algunos quisieron presentar sino un arreglo de sectores de la derecha que buscan normalizar las irregularidades existentes en los contratos petroleros y mineros.
Esos factores financieros internacionales y también nacionales están muy urgidos en lograr decisiones importantes que tienen que ver con sus intereses: lo referente a las limitaciones en cuanto a la participación en las explotaciones petroleras y mineras y las restricciones ambientales y laborales para tales explotaciones. Requieren cambios constitucionales y legales para que los "inversionistas" tengan "seguridad jurídica" y cualquier desafuero no pueda ser revertido por un gobierno decente que llegue a Miraflores en el futuro. Pero los conflictos propios de los intereses capitalistas en función de la apropiación de la renta, de los recursos y de los mercados, en estas circunstancias convierten muy peligrosamente a Venezuela en tierra de nadie en la cual "cualquiera cree que puede meter las manos". Tierra de conflictos que ya estamos viviendo al sur del Orinoco y en la Guajira con los asesinatos y desapariciones de miembros de nuestros pueblos indígenas sin que se produzca una explicación decente por parte de las autoridades.
En lo económico la situación no podría ser peor pero anuncian el desarrollo de una "economía" que "anda bien" que "se está recuperando", según algunos expertos, pero que para el pueblo está cada día peor. Pareciera que la economía, que tiene vida propia, no tiene nada que ver con las necesidades de la gente y el Gobierno de Maduro, Cabello y los militares, admitiendo la dolarización y, además asumiéndola como positiva, reconoce su estruendoso fracaso y su incapacidad para poner fin a tanta penuria. Es esa situación justamente la que está produciendo la diáspora venezolana en el mundo entero, esa diáspora de cinco millones de venezolanos "limpiapocetas" (de acuerdo al criterio oficial) en la cual se encuentra toda una generación de venezolanos con distintos niveles de formación y que representó un esfuerzo humano y de nación como no ha habido muchos en la historia de la humanidad y que habrían proyectado a nuestro país hacia un futuro de verdad luminoso si intereses patrios estuviesen gobernando y la corrupción no fuese el día a día.
¡HOY MÁS QUE NUNCA REFERÉNDUM CONSULTIVO PARA NUEVAS INSTITUCIONES!
¡HOY MÁS QUE NUNCA SE IMPONE EL DIÁLOGO VERDADERTO Y SOBERANO DIRECTO CON EL PUEBLO!
Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución,
Caracas 14 de enero de 2020.
Santiago Arconada Juan García Edgardo Lander Gustavo Márquez Oly Millán Esteban Mosonyi Héctor Navarro Ana E. Osorio Roberto Lopez Luis Mogollón