¿Quiénes son los corruptos y traidores en PDVSA?

Miércoles, 04/03/2020 11:25 PM

La detención de dos jóvenes gerentes de PDVSA como primera medida de la nueva junta que por enésima vez "reestructurará" a la principal empresa del país, ha causado un enorme descontento en las bases chavistas-maduristas.

Conocidos, aparentemente, como honestos trabajadores y revolucionarios a toda prueba, que además venían denunciando internamente a poderosas redes de corrupción dentro de dicha empresa, los gerentes detenidos, Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba, han sido acusados con cargos gravísimos por el gobierno venezolano, como se puede leer en el comunicado dado a conocer por la comisión presidencial interventora.

El gobierno los acusa de ser "responsables de la entrega de información estratégica, sensible y de carácter confidencial, al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, para con ello agredir a nuestra industria petrolera, a través de la imposición de unilaterales e ilegales sanciones violatorias del Derecho Internacional. De … suministrar datos sobre las operaciones de la industria en sus distintas áreas, sobre la actividad de venta y comercio del petróleo venezolano, y sobre la capacidad logística de nuestra empresa estatal y sus socios en el mundo". Por causas menores a estas, en países donde existe la pena de muerte, como Cuba, estos dos gerentes de PDVSA no se salvarían del paredón de fusilamiento.

Pero nos permitimos poner en duda esas acusaciones que realiza el gobierno. Aquí en Venezuela buena parte de la población adulta ha comprobado una y otra vez como los procesos judiciales apegados a la constitución y las leyes han sido aniquilados por la acción de facto del poder ejecutivo madurista. Y los procesos recientes contra otros gerentes de PDVSA han estado totalmente viciados, hasta el punto de que en 2017 fueron detenidos un centenar de gerentes del más alto nivel, incluyendo al ministro y al presidente de la industria, pero ni siquiera fue mencionado en esas investigaciones el gerente que controló en todos esos años, 2013-2016, la gerencia de finanzas de la empresa petrolera, Carlos Malpica Flores, por ser nada más y nada menos que sobrino de Cilia Flores y por ende, sobrino político del presidente de la República Nicolás Maduro.

Una forma de investigar que se revela tan interesada y manipulada desde las más altas esferas del poder político, no genera confianza en la ciudadanía y hace sospechar que los verdaderos desfalcadores de PDVSA no son los 100 gerentes encarcelados, sino los propios cabecillas del ejecutivo nacional. Algunos de esos gerentes serían en todo caso ejecutores subalternos del robo teledirigido desde niveles más altos de la administración del estado venezolano.

Los jóvenes gerentes Alfredo y Aryenis son defendidos por una gran cantidad de militantes de la causa popular, que dan fe pública de su honestidad ciudadana y de su compromiso con la "revolución bolivariana" (lo ponemos entre comillas porque para nosotros la revolución bolivariana no tiene nada que ver con el gobierno de Maduro, al cual consideramos un poder contrarrevolucionario y entreguista ante el capital multinacional). La experiencia reciente nos hace creer más en esta versión de los militantes de base que en la durísima acusación de "traidores a la patria" que realiza el gobierno.

Si tomamos como cierta la información dada por los amigos y familiares de Alfredo y Aryenis, de que ambos estaban investigando y denunciando a una importante red de corrupción dentro de PDVSA, podemos concluir que estamos en presencia de un acto pensado y planificado por el alto gobierno para descabezar cualquier intento de funcionarios honestos por investigar, denunciar, entrabar y llevar ante la justicia, a las redes mafiosas que hoy controlan todas las empresas y ministerios del gobierno de Maduro.

En otras palabras, la detención de estos amigos no es ni un error ni algo que haya ocurrido por casualidad. Es la respuesta dura y contundente que está dando la mafia del alto gobierno madurista, para acallar las voces críticas que desde la misma estructura del estado se han venido alzando ante la evidente e inocultable corrupción y el gigantesco fracaso de las gestiones que en años recientes han estado al frente de empresas como PDVSA, Corpoelec, Sidor y otras muy relevantes.

A la vez, esta situación golpea en la cara a los cuadros honestos que desde hace más de cinco años decidieron seguir respaldando al gobierno bajo el argumento de que se podían cambiar las cosas "desde adentro". Nosotros sostenemos desde 2014 que la lucha de clases sólo se puede desarrollar si presentas un programa revolucionario sin medias tintas e identificas a los enemigos de clase a los cuales te enfrentas.

Es imposible acumular fuerzas revolucionarias si se está metido en un partido y un gobierno encabezado por corruptos y traidores (estos sí, de verdad, traidores consumados a los más sagrados ideales de la patria bolivariana). No puedes aspirar a salir ileso cuando estás rodeado de delincuentes de cuello blanco que se han hecho multimillonarios saqueando el erario público.

Para la revolución hay un solo camino. Identificar al enemigo de clase, que en Venezueia pasa por decir que tanto el imperialismo yanqui como el gobierno entreguista de Maduro son las fuerzas a enfrentar, desenmascarar y derrotar, si se quiere hacer realidad el sueño bolivariano y nuestramericano de independencia, soberanía y justicia social.

A los grupos que han mantenido una militancia dentro del gobierno madurista, aunque reconocemos su honestidad y compromiso revolucionario, les decimos que vean y asimilen lo que acaba de ocurrir con esta acusación gravísima de "traidores a la patria" que le han endilgado a los camaradas detenidos. La burocracia los usa, mientras le son útiles, pero igual los sacrifica cuando la honestidad de su gestión se les convierte en un problema para los negocios mafiosos que dominan toda la administración pública.

La burocracia se cree con tanta fuerza y tanto control (que de hecho es así), sobre los cuerpos policiales-militares y sobre todo el sistema de justicia, que son capaces de montar esta olla y sacarla a la luz pública. Los corruptos desde el poder se burlan de todos los ciudadanos y presentan esta farsa con la cara muy lavada, pretendiendo que nos la traguemos y salgamos a patear en la calle a estos "traidores" que han vendido la patria ante el imperio.

Es imposible cambiar al gobierno desde adentro. Ya desde 2014 con motivo del congreso del PSUV celebrado ese año, la burocracia madurista cerró todos los posibles espacios democráticos y consolidó su poder factual que hoy se mantiene en abierta violación a nuestra constitución bolivariana.

Sólo conformando una nueva referencia revolucionaria, como lo hemos propuesto desde la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución, se podrán acumular las fuerzas sociales necesarias para una ofensiva política que haga realidad el poder del pueblo y el estado comunal.

Por ahora, los corruptos dentro de PDVSA están tranquilos y a salvo, y los funcionarios honestos tiemblan ante la brutal represión madurista que no acepta que osen investigar y denunciar el descarado saqueo que realizan de las riquezas de todos los venezolanos.

Maracaibo, Tierra del Sol Amada. 4 de marzo de 2020

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