Este martes 24-11, vi a Mario Silva en la Hojilla expresar con vehemencia que reconocía la presencia de la corrupción y que la iban a sacar. Días atrás, el presidente N. Maduro, se refirió a la corrupción en términos muy fuertes, haciendo énfasis en los llamados "Rojo-Rojitos" enquistados en la estructura administrativa del Estado, con un terrible y negativo efecto.
Ahora bien, nadie me va a convencer que en los distintos niveles del Alto Gobierno y del PSUV, no se sabe quien es quien, a menos que la complicidad sea tal, que nadie toca a nadie, para que no los toquen tampoco, es decir, son intocables. Sin embargo, debo dejar bien claro, que no hacen falta las expresiones airadas del presidente N. Maduro, ni los señalamientos sinceros de M. Silva, para que el pueblo Chavista y no Chavista, sepa como se bate el cobre.
Los verdaderos simpatizantes y activistas del PSUV, quienes a lo largo y ancho del país trabajan y llevan vaina demás, para lograr que se gane una tras otra elección, se han dado cuenta desde hace mucho tiempo y, además saben muy bien, quienes son los corruptos, sus testaferros y sus andanzas. O es que nadie se dio cuenta del entramado que urdió Rafael Ramírez, quien creó en cada Estado un grupo de poder paralelo al del PSUV y del Ejecutivo Regional, un poder a la sombra, una mano bien peluda, con inmensos recursos.
El pueblo quiere y necesita acciones. Y las ha esperado por largo tiempo. A cuantos Jueces, Ministros, Directores o Presidentes de Entes Descentralizados, Alcaldes, Concejales, Diputados, Gobernadores, Policías, Guardias Nacionales, Militares de Alta Graduación, Equipos Rectorales de las Universidades y otras instituciones de educación superior públicas, entre otros, hay que investigar y determinar con verdadera justicia si han cometido o no corrupción y han dañado la confianza del noble pueblo Venezolano.
Estoy convencida y así lo manifiesto, que en la actual crisis, el peso específico de la corrupción galopante, no es nada despreciable. Como también es cierto que el acaparamiento y la especulación; el bullying de los gobiernos estadounidenses, así como su bloqueo criminal e insolente; el brutal ataque a nuestra moneda; el asedio de los países vecinos; las emboscadas de la oposición transnacionalizada y terrorista, tienen un profundo efecto sobre dicha crisis.
Recomiendo a mis lectoras y lectores, leer en Aporrea el artículo de Freddy M. Ramos, "La corrupción contra la revolución venezolana", del 23 de Noviembre, el cual permite aclarar algunas cosas interesantes, que vale la pena revisar (https://www.aporrea.org/contraloria/a297576.html).
La proximidad de las elecciones parlamentarias agudiza los sentidos y la credibilidad también. Es muy sencillo, hemos dejado de creer en buena parte de la clase política y, como lo manifesté en el artículo "Observaciones relacionadas con las próximas elecciones Parlamentarias", publicado en Aporrea el 06-11-20, (https://www.aporrea.org/actualidad/a297016.html), es necesario re-definir y estructurar algo nuevo, efectivo y transparente para enfrentar lo que denomino: "Crisis por la no aplicación de las Leyes anticorrupción".
Las personas que creemos en el Socialismo y en la Revolución Bolivariana, planteamos que la lucha a muerte contra la corrupción es vital. Tiene que haber transparencia y una verdadera contraloría social, como la base de sustentación de una sincera lucha contra la corrupción. La sociedad venezolana no soporta más el saqueo despiadado de los recursos, la indolencia, la mala gerencia, etc, como bien lo expresa Freddy M. Ramos en la referencia hecha anteriormente.
Estamos contra el tiempo, los enemigos internos, incluyendo los incrustados en los niveles de poder y de decisión de la administración y los externos, se re-acomodan y se atrincheran. A pesar de todo el esfuerzo que el Gobierno hace en su denodada lucha para mejorar nuestra condición, seguimos siendo extremadamente vulnerables, en la medida en que la susodicha corrupción campea por todos lados. Compra y vende conciencias y no descansará en su pretensión de liquidar esta cara Revolución que tanto dolor, sudor y lágrimas nos ha costado.
En estas elecciones del 6D, las Revolucionarias y Revolucionarios, que son la mayoría, y Chavistas de corazón, iremos a votar; pero creemos saludable advertir a la dirigencia partidista y al Gobierno, que no permitan que perdamos la fe y la esperanza, recuperadas con la llegada del Comandante Hugo Chávez. Tenemos derecho a exigir, que, además de las luchas en lo económico, financiero, social, diplomático, etc, los nuevos Diputados se comprometan junto con el Gobierno a enfrentar sin cortapisas, la terrible y desestabilizadora corrupción, la cual ha tenido la capacidad y la osadía de desafiar a nuestra querida Revolución Bolivariana.
Nadie en su sano juicio desconoce que en nuestro país se requiere de un nuevo y genuino cambio de timón. No es correcto desestimar como las grandes mayorías observan, esperan y saben cobrar, llegado el momento, como ha ocurrido en Chile, Perú, Ecuador, Colombia, y ahora Guatemala.
Finalmente, deseo insistir que al igual que la oposición terrorista, la corrupción no pasará y la llamada Burguesía Revolucionaria tampoco, también las resistiremos sin importar nada ni nadie!