El Contralor Amoroso, amorosamente tira la toalla, no ve indicios de corrupciòn. No hay peor ciego…

Lunes, 08/03/2021 02:05 PM

Yo le escuché; si alguien me lo hubiese dicho, les juro por esta, que no lo hubiese creído.

Aprendí aquello de "escucha y calla. Averigua con otra gente como es la vaina", esto en mi casa y, "cerciórate bien en otras fuentes más confiables", en la escuela y entre tipos que sabían más que uno y le enseñaban.

Pero siendo Elvis Amoroso, el Contralor General de la República, por esa cultura que nos modela el Estado y hasta lo que llaman "las buenas costumbres y fe" me sentí tentado a creerle. Sólo que esa vaina tan terca, chismosa, pero que suele decir muchas verdades, como es la realidad, compuesta por lo que se oye y mira, como esos alcaldes, ministros y amigos del gobierno que han hecho cola para irse a Miami con bolsas llenas de real y la larga fila de camionetas negras, 4x4 y el buen vestir y echar pinta por todos lados y hasta con plata para salir a repartir mortadela en carretillas en plena campaña electoral, vaina tan costosa, para que voten por ellos, y las coimas en las colas y, en general, en el ¿cuánto hay paso? que está vivito y coleando, a uno le deja la sensación que, Amoroso, como que quiere lo saquen del cargo y le manden a uno menos comprometedor.

Quizás, por eso que llaman la disciplina partidista, que es como aquello de "tú tienes la libertad de irte, pero eso sí, atente a las consecuencias", más su grado de lealtad, Amoroso no se siente ganado para decir, "cojan su vaina, esto no lo arregla ni Mandrake El Mago; esta robadera y multiplicidad de trampas, como la última sacada a flote, la del GAS Comunal, que aun así sigue siendo lo mismo, pese el Fiscal General y algunas otras autoridades digan que apagaron ese fuego o escape de gas, como el cobrar en dólares las bombonas, las líneas telefónicas de CANTV y tantas denuncias que siguen sin atender y no hay quien las pare". Y agrega para sus adentros, "y si ellos no las paran, tampoco voy a hacerlo, pues no tengo vocación para terminar clavado en una cruz".

Y esto es extraño, porque uno tiene la idea que la robadera no ha parado, sigue, tanto que, como escribió Iván Oliver Rugeles, "El Fiscal Tarek William Saab, en su rendición de cuentas a la AN, informó que en lo que va del año (aún sin terminar el segundo mes), se iniciaron 232 investigaciones por corrupción contra 232 funcionarios públicos... y el pasado año, 2020, el ente Fiscal estableció un récord histórico de 802 personas condenadas, para alcanzar un total de 2.274 condenados desde 6 de agosto de 2017, fecha en que él asumió dicha responsabilidad." https://www.aporrea.org/contraloria/a300384.html

Y como se dice allí, eso ha ocurrido en estos dos últimos meses y Amoroso nada de eso supo.

Y no sintiéndose tentado a pararle a eso, porque le pudieran llamar desleal y traidor y lo peor que, de verdad ya no pueda ir pa` el baile, pero viéndose sobrepasado por los hechos y quizás tampoco queriendo que le llamen alcahuete y cómplice sin motivos, prefiere que lo saquen. ¿Y qué mejor forma de lograr eso sino decir lo que dijo? Que es algo como declararse ciego, incapaz "de mirar lo que he mirado a través del cristal de la experiencia". Razón más que suficiente para que lo saquen, porque el gobierno no es tan pendejo tampoco

para creerse una vaina y, menos que haya en abundancia quien eso cree y, porque eso que él dijo, nadie lo cree. Más si Tareck W. Saab viene diciendo lo contrario.

Y si algo, descalifica, es ponerse a decir en público que no hay una vaina que abunda; como el mar está seco y aquí no hay corruptos, que todos se acabaron. Aunque cuando, más o menos, cuando eso dijo, en la AN, los diputados se hayan puesto de pie a aplaudirle. ¿Por qué lo habrán hecho? Esto debe poner a pensar al Fiscal General Tareck W. Saab.

Sabe bien Amoroso que, en la calle, entre la gente común y la que nada de eso es, en los círculos políticos ajenos al gobierno, esas afirmaciones suyas producen grandes carcajadas y reacciones adversas, tanto como para que el gobierno se sienta incomodado y prefiera sacarlo. Sí, lo sabe. Pues para los adentros, detrás de los diputados que, de pie aplauden, se dice, ese discurso nos descalifica y nos hace hacer el papel de pendejos.

¿Y qué dijo Amoroso?

Pues si no le escuché mal, dijo algo más o menos así, como que todo en la administración pública, en el manejo de los recursos del Estado y por una vaina que llaman control previo, la cosa marcha a pedir de boca, retequechupete, chipén-chipén, no hay nada de que quejarse, salvo unos diputados de la AN recién fenecida, la de Guaidó, que no han hecho las declaraciones de bienes a que están obligados, por "lo demás todo anda bien".

Fue una manera amorosa, modosita y nada discreta, algo donde aquello de "sin querer queriendo" del Chapulín Colorado, cae al pelo, de declararse incompetente ante una avalancha de cosas, un cáncer invasivo de lo que todo el mundo conoce y hasta el gobierno mismo sabe y le tiene contra las cuerdas. "La corrupción está extinguida", entendió uno de lo que dijo Amoroso, mientras él y los diputados todos se agarraban duro la cartera y reían hacia adentro.

Aquí cabe aquello de cómo te digo una te digo la otra; no es que uno crea que todo el mundo, de aquellos en el manejo recursos ajenos y particularmente del Estado es ladrón, pero que de estos hay, los hay. Si hasta el gobierno y sus amigos, reconocen que, uno de los males que más ha hecho daño, tanto como las sanciones, es la corrupción, pero Amoroso, no encuentra uno; es más, casi asegura que no los hay. Casi dijo, revisé de cabo a rabo las páginas amarillas y comprobé que no queda ni uno, están extinguidos o como dicen los cumaneses, "ni pa` hacé un sancocho". "Todo anda bien, señora baronesa, sólo que anoche cayó un rayo que al palacio asoló".

¿Acaso es dado creer que el último de los mohicanos ya se fue para Miami, como decir Jonathan Marín, de quien nadie se acuerda y no hay quien le busque, fue el último? Ni siquiera esos de PDVSA-Gas Comunal, que es una empresa estatal, que detuvo el Fiscal Tareck William Saab, ahorita mismo, existen y, por eso, no hay huella y ya nadie vende gas en dólares.

Yo no lo hubiera creído, si a mí me lo cuentan, pero por vainas de mi compañera que en veces pierde el tiempo escuchando esos discursos esperando ver alumbrar alguna luz que le reviva las esperanzas, me vi obligado a oír al Contralor decir que, aquí la corrupción estaba muerta y enterrada y vi a los diputados de pie escuchando y aplaudiendo aquello, mientras, nada de extraño tiene, en algún rincón del país, dos o tres, para no exagerar, cuadraban un negocio a costillas de los recursos del Estado que tristemente son del pueblo, aunque a este nada le llegue. Según parece, lo único que pudiera quedar vivo de corrupción, es por el lado de la AN de Guaidó, por lo que esos diputados se niegan a presentar la declaración de patrimonio.

Según le entendí, los de la actual AN, todos entregaron su declaración de bienes y por sólo haber hecho eso, se pudiera entender, desde ya, todos están libres de toda sospecha; se puede asegurar que ninguno anda pensando siquiera en caer en la tentación.

Como eso es por demás difícil creerlo y mucho más hallar quien eso crea, uno se siente, como ya dije, más tentado a creer que Amoroso tiró la toalla y que para que esta vaina se componga, en eso de evitar que las cosas cambien de dueño con facilidad y que quienes hoy nada tienen mañana amanezcan teniendo de sobra, habrá que buscar a alguien buen componedor, pues en verdad, lo que quiso decir Amoroso, "sin querer queriendo", es "mamá no puedo con ella" y mejor sáquenme, mándenme a otro sitio, aunque sea a una escuela de niños donde nada pagan, pero tampoco uno ve tantos pillos y, no tenga que hacerse el mogollón, quien nada ve, para que la tortilla no se vuelva y terminen pagando justos por pecadores.

"No hay novedad

señora baronesa"

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