Vivimos un inmenso vacío de poder. El gobierno del madurismo no manda, se conforma con mentir para justificar el descalabro, el derretimiento continuado de la nación. Cada día pierde más el control de la sociedad, del territorio, el caos avanza como una plaga sobre la Patria. Los grupos de fuerza locales se van apoderando de lo que antes fue una Patria vigorosa. La franquicia gringa, guaidó, es otro gobierno de papel, una fiera sin dientes y sin garras, que tiene existencia en el exterior y nula presencia en lo interno. El venezolano está a merced de la ley de la selva de concreto, al salir a la calle está expuesto al mordisco de las mil y una formas de agresión en que se ha convertido la vida, desde las bandas ilegales hasta las policías que no se les diferencian, desde el mercado sin control hasta la salud inexistente, desde la inseguridad total hasta la ausencia de cualquier institución que ordene lo cotidiano.
En este caos terminal, aparece un grupo de profesionales de la ley y fundan 0800-MATRACA, una agencia de asistencia a los agredidos por los cuerpos policiales, por las instituciones del Estado, una especie de Fiscalía que viene a llenar el vacío dejado por las instituciones del Estado encargadas de proteger al ciudadano. Las denuncias en este teléfono serán investigadas por un equipo, se les hará seguimiento, se presionará para su solución y se elevarán a los organismos internacionales.
Esta iniciativa merece atención y apoyo. Es la sociedad resistiéndose a su extinción. Por ahora sólo en el campo jurídico, pero mañana, seguro, aparecerán iniciativas similares en otras áreas. Se establecerá así una lucha entre los factores disolventes y los factores integradores, esta lucha irá subiendo de tono hasta constituir un verdadero poder paralelo al caos propuesto por el madurismo, es decir, la lucha se hará política, entenderá que las causas del malestar social están en miraflores.
Esta iniciativa del 0800-MATRACA nos indica que no todo está perdido, emerge en la sociedad una voluntad de existir, de resistir a la onda disolvente. Es necesario tomar conciencia de nación, de sociedad. Entender que la matraca de un cuerpo policial es un síntoma de la descomposición social, que no se resuelve en lo pequeño, pagando el peaje, sino que requiere acciones generales, ir a la causa, que en definitiva la solución es política, de gobierno.
La crisis producida por el madurismo no se resuelve volviendo a la democracia burguesa, a la cuarta, expresión política del capitalismo, como proponen maduristas y guaidoses, ella produjo las condiciones de marginalidad material y espiritual donde se afincan los problemas de hoy, desde la mala calidad del alto gobierno hasta la de los gobiernos capilares. No puede resolver los problemas que se originan en su propia esencia de generadores de pobreza y de marginalidad, sustento de la crisis espiritual que vivimos. La solución de fondo es, sin dudas, avanzar en el camino que Chávez nos indicó.