País soberano así descrito para la historia, independiente del poder imperialista europeo hace 200 años por cumplirse exactamente el 28 de julio próximo, le presenta al mundo una situación miserable, corrompida por acción y desmoralizada por omisión política ante la opinión. Liberada por hombres como Simón Bolívar y José de San Martín, su fiesta nacional de "independencia" la entrecomillo porque han dependido demasiado de neo conquistadores salvajes modernos, los encuentra obligados a decidir por elegir un gobierno de herencia corrupta y cínica, o la esperanza de un dirigente rural poco conocido pero que llega al alma de los más desposeídos.
Es PERÚ, cuna de José Carlos Mariátegui, limeño nacido en 1894 que vivió apenas 36 años y nadie puede negar el mérito de estar entre los pensadores más influyentes en el ámbito de la reflexión sobre la cultura y sociedad de su país, en el cual fundó el Partido Socialista Marxista Peruano. Mariátegui se adelantó a los avatares latinoamericanos prediciendo reformas necesarias que aún están pendientes en las naciones de este continente. Perú tiene cita electoral este 6 de Junio, oportunidad para descorromperse, o caer en el mismo plano vergonzoso de pitiyanquis latinoamericanos viejos y nuevos ultra vendidos al capital mercantilista explotador.
Sumergido en la consecuencia de perversas administraciones que abrigaron esperanzas de salir adelante, y fueron incapaces de hacerlo. Al llegar al poder ejecutivo se corrompieron bajo la conducción de militares y civiles, con la sola variante del General Velazco Alvarado que rompió en 1968 estructuras de la sociedad peruana desigual y subdesarrollada, así abandonaron el país poderosos "barones" del azúcar y del algodón, en aquel golpe militar de casi siete años, vuelto el ropaje de democracia formal algunas veces y otras descaradamente neo liberales, el pueblo peruano acude decepcionado a las urnas a juzgar por la abstención en recientes comicios.
Muy obvia la importancia de derrotar a Keiko Fujimori candidata y al mismo tiempo ciudadana requerida por tribunales debido a cohonestar la corrupción durante el gobierno de su padre, a quien ha dicho que sacará de la cárcel mediante indulto presidencial. Ya le está prometiendo "la Fuji" a los EE UU y a ultraderechistas vencidos por malos políticos como Mario Vargas Llosa que la apoya, volverle a entregar la soberanía del país incaico y quizá permisar bases militares gringas como en su vecina Colombia.
Vale observar que de nuevo en una elección citan a Hugo Chávez y Nicolás Maduro como "peligro de venezolanización", argumento viciado de la absurda derecha mundial maltrecha y busca votos con engaño, actitud harto sospechosa del lacayismo capitalista por los Fujimori. Bastaría saber que el desastre peruano por sus "dirigentes", no se vive en la Venezuela socialista, pacífica, inclusiva, humanista y bolivariana antiimperialista. Se atreverá Pedro Castillo el campesino peruano candidato presidencial a reconocerlo, Perú es de los peruanos y nosotros los respetamos, sin inmiscuirnos ni ofenderlos como hace el imperialismo voraz.