Los medios de comunicación controlados directa e indirectamente por el Gobierno de la Revolución Bolivariana han publicado recientemente noticias acerca de la quiebra de la empresa estatal venezolana Monómeros, ubicada en Colombia. Incluso el propio presidente Maduro se ha ocupado del asunto en varias de sus múltiples intervenciones diarias en esos medios de comunicación y en las redes sociales. El presidente Maduro denunció a líderes de la oposición por la quiebra de Monomeros y afirmó que: "(…) Venezuela entera tiene que repudiar a todos estos delincuentes que nos robaron Citgo y Monómeros" (Fuente: https://www.aporrea.org/energia/n368216.html). Ya no nos extrañan estas denuncias públicas del presidente Maduro que no tienen ningún efecto real y, mucho menos, que estén negociando en México precisamente con los políticos que son objeto de esas denuncias. No solo es que esos políticos andan libres y haciendo de las suyas dentro y fuera del país, sino que además el gobierno de Maduro los reconoce como el único actor con el que tiene que negociar su futuro político. Claro que es condenable la quiebra de esa empresa estatal venezolana en el extranjero y los responsables, a todos los niveles, de esa quiebra deben enfrentar la justicia y pagar por tal hecho. También es condenable y todos los venezolanos tenemos que repudiar a los dirigentes que quebraron o han llevado a la ruina y a la privatización empresas del estado en el territorio venezolano. El presidente Maduro levanta su voz para denunciar a quienes quebraron Monomeros, pero se queda calladito en el caso de las quiebras de decenas de empresas del estado en nuestro territorio. Empresas que han estado exclusivamente bajo el control de líderes chavistas. Podríamos decir que, en la materia de la quiebra de empresas estatales, el chavismo le lleva una morena a la oposición.
Hay decenas de empresas que la mayoría de los venezolanos no conocen y las cuales o no producen nada hoy en día o nunca produjeron nada, porque fueron arruinadas por líderes chavistas que estaban al frente de ellas o porque realmente nunca existieron materialmente. Digo decenas, sin dar una cifra exacta, porque escapa de mi alcance hacer una lista precisa de las empresas estatales quebradas, paralizadas, arruinadas o fantasmas. Después de una búsqueda rápida en la world wide web localice unas cuantas de estas empresas: Venirauto, Abastos Bicentenario, Ensambladora MAZVEN, AgroPatria, Fábrica de Tractores Veneminsky, Fábrica Socialista de Madera Sintética, Arepera Socialista, Fábrica Nacional de Bicicletas, Empresa Mixta Socialista de Vehículos Venezolanos S.A., CVM Loma de Níquel, INLACA, Planta de Autobuses Yutong Venezuela S. A., 18 pantas procesadoras de harina de maíz, etc., etc. Mediante la inteligencia social podríamos hacer una lista completa de las empresas estatales en estado de quiebra, inactividad, ruina y fantasmas ubicadas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Repito, el hecho que líderes del chavismo sean responsables de la quiebra de decenas de empresas del Estado, de su ruina para luego privatizarlas o de que ni siquiera arrancaran, no exime de sus responsabilidades de la quiebra de Monomeros y de otras empresas del Estado en el extranjero a la oposición reconocida por el gobierno de Maduro como el único actor político válido para negociar su futuro político. Tampoco podemos aceptar que se use la quiebra de Monomeros como cortina de humo para tapar la quiebra, en territorio venezolano, de decenas de empresas del Estado por líderes chavistas. Todos, sin ninguna distinción, opositores y chavistas deben ser llevados ante los tribunales para responder por sus actos. Parafraseando al presidente Maduro, podemos decir que Venezuela entera tiene que repudiar a todos aquellos que han estado al frente de empresas del Estado y las han llevado a la quiebra y las han arruinado, situación que ha facilitado su privatización.