La oligarquía mercantil y el binomio gobierno- MUD y Alianza Democrática, solo por su interés clientelar buscan una difusión populista- política para corporativizar, con propósitos netamente electorales abrir una competencia en el terreno del comercio de importación de bienes perecederos y, en la comercialización de los mismos en el mercado interno. Frente a este hecho, Fedecámaras le viene dirigiendo un largo memorándum en el que al mismo tiempo somete a la política económica de éste, a un duro cuestionamiento para favorecer al empresariado privado.
Hay líderes políticos traidores al comunismo venezolano que se dicen progresistas y que han comprometido la seguridad de la república y, es evidente el colapso financiero en que se encuentra el país propenso a una megadevualuación al romperse las fronteras de nuestras reservas nacionales.
La estructura del Estado Bolivariano ya se encuentra bloqueada y desviada por los ensayos populistas que se inicia en Venezuela tras el Golpe de Estado del 18 de octubre de 1945 y que alcanza su profundidad cuando el medinismo, comunismo y Acción Democrática buscan su autonomía cuando desean participar activamente en el sufragio directo y universal de 1946 que no le dio mucha participación a los sectores populares y capacidad de decisión política administrativa de manera autónoma mediante las luchas que se venían desarrollando desde las barriadas. Es sencillo, el pobre siempre será pobre, aunque tengan vocación democrática y progresista. Es una burla que se le hizo al poder colectivo en aquella oportunidad hasta hoy., ya que hay fuerzas activas y beligerantes que vienen desarrollándose para manipular la voluntad popular, el voto y su Estado de Bienestar.
Hay mafias agrupadas en un rentismo, donde el parasitismo son las características más señaladas del modelo económico practicado hasta ahora. Estos grupos vienen dándole un carácter antinacionalista al Estado y quiebra la moneda venezolana para aupar el dólar, una moneda mundial sí, pero agotada en toda la extensión de la palabra por el berrinche de los EE. UU de llevar la guerra a cualquier lugar planetario, en un plan de agitación para llegar a desacuerdos y agrietar las comisuras de este gigante del Norte. Los países comunistas vienen fortaleciendo el dólar, dejando a un lado su propia moneda. Y esto, viene trayendo un antagonismo entre ellos porque todavía no existe un plan para reformar el Estado en una clara demostración de lo que hemos venido expresando, vamos hacia un Estado autoritario que, en una determinada expresión es como avanzar hacia una dictadura porque se saltan los tramos del sistema transitorio de gobierno.
Es evidente por los resultados, el sentido falsamente nacionalista contenido en estos planteamientos. La orientación de nuestra industria petrolera ha sido un total fracaso y, en segundo lugar no existe gobierno progresista, no hay autoridad presidencial. Por el simple hecho que nuestro gran presidente Nicolás Maduro Moros marca una pauta de trabajo y, hasta la cámara de transporte falsea e incrementa los precios del pasaje donde el obrero sindicalista y chofer por lo que fue su ejercicio laboral en el Metro de Caracas se queda callado.
Hay intereses de fuerzas., pero algunas veces pienso que todos los factores del gobierno progresista dependiente del Psuv es pro imperialista. Y, hay una contra- revolución, donde ésta es una palpable amenaza de lo que acontece en la actualidad
Hay un enfoque claro del camino y las jóvenes generaciones no entienden esto. Porque hay poco campo de relativación política en ellos. Nos hablan de paz y no- violencia. Pero entendemos los compromisos con el Medio Oriente y, ese camino se le hace difícil trazar una ruta a favor del proyecto bolivariano.
Todos, estamos comprometidos a ir hacia una reflexión a favor de la causa de los pueblos, como lo viene expresando el comandante Daniel Ortega Saavedra en Nicaragua.
De modo que nos estamos enfrentando a un poderoso adversario y cada día la migración interna se acentúa más y, no se habla de ello y sus causales.
De modo, que la revuelta financiera es el otro rutero y el Banco Central no escucha a los mejores economistas del país. Es un circulo cerrado donde cada bando defiende sus esperanzas, necesitamos aplicar la ley con suma urgencia y vemos con indignación como suben los precios al precio de un dólar que hace muchos años atrás no es real.