Milagros del archivo. Saboteadores del gobierno son los mismos de antes. La culpa es de otro y el más pendejo

Viernes, 03/06/2022 03:44 PM

Como se deja impreso al final, en mi columna semanal, titulada casualmente "Ayer y hoy", en el "Diario de Oriente'', de Barcelona, el 27 de abril de 1986, hace 36 años, publiqué un artículo titulado "El saboteador del INOS". Así. INOS, Instituto Nacional de Obras Sanitarias, se llamaba entonces la empresa que ahora conocemos como Hidrocaribe. Se trata de una historia real, no ajena a elementos creativos propios de mi estilo, el de alguien que se mueve desde joven en la narrativa, en la cual el gobierno intentaba encontrar culpables, entre la gente inocente, de sus propias fallas y deficiencias. Práctica esta que sigue vigente, como que la falta de insumos en los hospitales, asunto por demás conocido y que el gobierno mismo en veces explica y justifica en el bloqueo, se intenta al mismo tiempo culpar a los médicos, médicas, enfermeros y enfermeras, de robarse las medicinas y en general los insumos, fundamentándose de algún hecho insustancial y cuantitativamente insignificante. Como que las fallas del sistema eléctrico y del servicio de agua, gasolina, etc., sólo se explican en el saboteo de agentes enemigos que suelen buscar entre los trabajadores. Lo que explica y sobre todo me explica, que no se trata del gobierno en sí, sino de la misma mentalidad individual que antes aquello hacía y ahora, porque subsiste, es una herencia inevitable, hace lo mismo por distintos motivos fácilmente identificables.

Cosme Astudillo, el personaje nombrado en este trabajo, era entonces senador por el Estado Anzoátegui, alto dirigente sindical y de los altos mandos de AD, quien ante todo reclamo asumía la actitud que aquí se refiere, la de culpar a los contrarios, supuestos o reales y a quien fuese necesario de las fallas del gobierno, menos gestionar para que aquellos asuntos se resolviesen. Por supuesto, generalmente "el contrario" lo hallaban en un pobre inocente que no era "contrario" ni culpable, y nunca en la medida necesaria de la falla.

El diputado Campos, quien también se nombra, se refiere a Carlos Campos, también sindicalista, quien terminó siendo máxima figura de Copei en el Estado y uno de los promotores de aquel vulgar acto para destituir a Ovidio González, un hombre progresista, entonces gobernador, por decisión de la Asamblea Legislativa, aquelarre en el que La Causa R, de Andrés Velásquez y Aristóbulo Istúriz, tenida entonces por algunos ilusos como de la izquierda, tuvo participación determinante.

Ahora diré lo que suelo decir en estos casos, ¡milagros del archivo!

El saboteador del INOS

Eligio Damas

"¡Caramba, por fin llegaste!"

Así me habló Julián Estaba, desde el fondo de aquella taguara a donde me citó.

Desde que entré, pese la penumbra que dominaba en el local, pude verle con la cabeza metida entre las manos, como tratando de atrapar las ideas o pidiéndoles que en su estado de agitación se desparramasen por el suelo. La preocupación, que le colgaba desde la cabeza, le bajó por las piernas, se deslizó a sus pies y se fue arrastrando por el piso mugriento. Al sentir mis pasos, con violencia, levantó la cabeza, agitó las manos y dijo aquello a manera de saludo.

Le conozco desde unos cuantos años atrás. Es mi paisano. Es de esos hombres de quienes se puede mirar a través de ellos y sus palabras se adhieren a uno y dejan signos precisos de verdad. Sé de él algunas cosas; que tiene una extraña profesión y lo es por lo poco rentable y la escasa demanda que hay en el mercado. Julián es técnico en eso de reparar medidores de agua. Precisamente, en estos días está en ejercicio como empleado del INOS.

Cuando volvió a hablarme, después de respirar hondo dos veces y tragar repetidamente en seco, me dijo como si mordiese las palabras y luego las dejase salir arrastrándose:

­ -"Te llamé para que sepas la tremenda vaina que me está pasando. ¡Esto llegó al colmo¡ ¡Yo estoy convertido, ni más ni menos, en el trompo servidor del sistema democrático! ¡Sí, y el pagapeo de lo que pasa en el INOS!"

­ ¡Pero.....explícame amigo¡ ¿Qué te pasa? Alcancé a decir con gesto de asombro.

­ "¡Te acuerdas Eligio, cuando bajo el gobierno de CAP, Cosme Astudillo dijo, como general en campaña, que el que gobierna sin los suyos se suicida, sugiriendo con ello que había sabotaje oposicionista en los servicios públicos?"

­ ¡Sí, cómo no, ­ dije yo, siempre me acuerdo!

­ "Bueno, esa vez, yo, que había entrado al INOS, por gestión de un amigo, pagué los platos rotos". "Menos mal", agregó Julián, "que eso fue en plena campaña electoral". "Y digo así", ­ continuó hablando después de pasarse y repasarse las manos por la cabeza con síntomas de angustia, "porque el triunfo electoral de Luis Herrera, me encontró en plan de víctima y el nuevo gobierno me llamó a colaborar en el instituto. Y hablaron de mí como mártir. ¡Y fui mártir del gobierno anterior"!

­ ¿Qué pasó luego?, pregunté con creciente interés.

­ -"Pues lo que sabes", ­ dijo él; se rascó la cabeza y agregó ­ que, "el agua continuó escaseando".

-"Y tú, que antes te bañabas en la regadera, por lo menos en las noches, pese a los ofrecimientos de Luis Herrera arregla esto, aún a esas horas empezaste a hacer uso de la totumita". "Así las cosas", ­ siguió diciendo Julián, ­ "desde allá, de lo más alto, donde el frío congela las ideas, el diputado Campos, de COPEI, denunció que en el INOS había saboteo".

-"Dicho eso y botarme fue la misma cosa". "Hasta salí en la prensa", ­ dijo mi amigo con evidente amargura.

"En las elecciones siguientes voté por el Dr. Lusinchi", ­ afirmó Julián. "Me convenció su porte de buena gente y los desaciertos del gobierno copeyano".

­ ¿Y así volviste al INOS?

-"¡En efecto! Pero el agua sigue mermando. En el INOS no hay planes inmediatos. La tubería es insuficiente. También las tomas. Las ciudades crecen y la crisis se agrava. Hasta yo", ­ afirmó mientras se desabotonaba la camisa y se pasaba con delicadeza las manos por el pecho, "tengo dificultades para bañarme".

­ ¿Pero por qué estás tan preocupado? Ese es mal de todos ­ dije para consolarle.

­ -"¿Pero Eligio", comenzó a interrogarme con violencia y golpeó la mesa con el puño, "¿no te das cuenta que en este país somos poco imaginativos? ¿No has leído u oído, amigo mío, que ya por allí, y lo que es más mortificante para mí, desde el gobierno, se denuncian presuntos sabotajes en el INOS?"

­ Pero Julián, ­ dije yo para animarlo, por lo menos te queda la esperanza, si te botan, en el próximo período constitucional serás de nuevo, el mártir del "gobierno anterior".

Columna º Ayer y Hoy

Diario de Oriente.

Barcelona, 27 de abril de 1986.

Nota leída aproximadamente 2385 veces.

Las noticias más leídas: