El Covid-19, continúa enfermando compatriotas e incluso llevando a la sepultura algunos de ellos y ellas. Las cifras de ayer dan fe de que la pandemia no ha desaparecido de nuestra cotidianidad pese a que muchos compatriotas han abandonado el uso del tapabocas y las otras medidas de bioseguridad. 86 nuevos contagios se registraron ayer domingo 19 por transmisión comunitaria y 2 casos importados provenientes de Panamá, que ingresaron por Maiquetía. Con esas cifras, se elevan a 524.911 los casos totales desde que apareció dicha pandemia, se han recuperado de la enfermedad 517.742 pacientes, lo que representa el 99 por ciento de los casos, quedando como pacientes activos, enfermos de Covid-19, 1.445 casos. Como nota resaltante, se debe destacar que no hubo fallecidos por efectos de la pandemia este pasado fin de semana, aunque el país registra la cifra total de 5.724 fallecidos durante la vigencia de la pandemia. No obstante, esta cifra de cero fallecidos debemos resaltarla pues es la mejor muestra de cuán efectiva ha sido la campaña de vacunación de la población venezolana pues como se ha demostrado, la misma si bien no impide la enfermedad sí evita su letalidad. Para muestra tenemos las cifras que está evidenciando la República Bolivariana de Venezuela por estos días de 2022. Son cifras impresionantes, extraordinarias, sin duda alguna. Todavía hoy, debemos ejercitar nuestras memorias con aquellas campañas mediáticas, promovidas por la Administración Trump, sus agentes de Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y AD-Ramos Allup, mediante sus medios «libres», dirigidos por el narcotraficante Elliot Abrams, que presentaban unos hospitales destartalados, un sistema de salud inexistente y clamaban a la «Comunidad Internacional», valga decir: al gobierno imperialista de los EEUU, para que interviniera –militarmente- sobre Venezuela, en una acción humanitaria tipo Irak; en la que fueron asesinados más de dos millones de personas por causa de los bombardeos «humanitarios» de la OTAN. Para fortuna del pueblo venezolano, el Gobierno Bolivariano y Constitucional, presidido por el hermano trabajador, Nicolás Maduro Moros, se empeñó en construir un Sistema Público de Salud, gratuito y eficiente, de primer nivel en el mundo, con el cual garantizar el sagrado derecho a la salud y a la vida del pueblo venezolano. Para luego, mediante la solidaridad y el apoyo de China, Rusia, Irán, Turquía y Cuba, garantizar las vacunas necesarias para garantizarle al pueblo venezolano, el libre acceso a las mismas –gratuitamente- como se ha hecho hasta el presente. Todo un esfuerzo épico, que hasta la propia OMS ha reconocido públicamente, en medio de sanciones y persecución imperialista criminal para tratar de impedir el ingreso de medicinas y vacunas al país, procurando muertes de venezolanas y venezolanos. Esfuerzos impedidos, gracias a la tenacidad y el heroísmo del Gobierno Bolivariano, su Ministerio de Salud y demás organismos del Estado, comprometidos en salvaguardar la vida y salud del pueblo venezolano, en general.
Rol estelar, ha cumplido la Comisión Presidencial para la lucha contra el Covid19, presidida por la compatriota Vicepresidenta Ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez. Ha sido una batalla dura, sin duda, que gracias al acompañamiento disciplinado del pueblo venezolano ha permitido contener la pandemia y reducirla a niveles controlables. Todavía al día de hoy, la pandemia es una realidad incuestionable, no superada o vencida. La vacuna, que permitiría reducirla como se hace con la gripe o cualquier otra enfermedad de tipo viral, aún no es una realidad. Lo que, de hecho, nos obliga a tener que vacunarnos con regularidad y mantener las medidas de bioseguridad para mantener al coronavirus bajo cierto control. Importante resaltar también, la actitud de buen Padre de la Familia venezolana demostrada por el hermano de Clase, Presidente Nicolás Maduro Moros, quien apenas retornó al país de la Gira Triunfadora por seis países de Eurasia, Medio Oriente y Norte de África, fijó la lupa presidencial en los casos del Covid19 y la situación del Sistema de Salud Público en construcción: «Nicolás Maduro @NicolasMaduro · 1h Todos los ambulatorios de Barrio Adentro deben estar equipados y abiertos para atender la salud del pueblo venezolano. Con el 1x10 del Buen Gobierno, vamos a cumplir ese objetivo. Invito a las y los vecinos, a seguir haciendo sus denuncias, a través de la aplicación VenApp.» Como un latigazo, debe haber caído esa instrucción en los factores burocratizados del sector salud pues si algo desconoce el hermano Presidente, es que la semana pasada nos dirigimos al CDI donde nos hemos colocado las dos vacunas anticovid en 2021, y una este comienzo de 2022. Son tres las dosis ya aplicadas, nos tocaría este mes de junio la cuarta dosis, motivo por el cual nos dirigimos al CDI cercano a nuestra residencia. La respuesta recibida de parte de la enfermera no pudo ser más desalentadora, hasta pensamos que ya Covid era cosa del pasado. «No tenemos nuevas dosis, ni instrucciones de para cuándo llegan». Como recomendación, nos remitió a las Farmatiendas privadas que según ella, estaban aplicando la cuarta dosis. Por supuesto, que lo primero que se nos vino al pensamiento fue: cuántos dólares costarán? Esa respuesta de la enfermera, sin dudas, desconcertante pues no pensé jamás pisar esos centros de consumo de mercaderías, que durante años nos negaron –al pueblo venezolano- el acceso a la compra accesible de los medicamentos, hasta que apareció Erika Farías, las farmacias Tiuna y los camiones ambulantes dispensando medicinas a precios accesibles al pueblo venezolano. Ahora, esa pretendía compatriota enfermera, entregarnos a los viejos verdugos de antier, en busca de su clemencia y de unas vacunas que han costado al Gobierno Bolivariano, un esfuerzo extraordinario y supremo de solidaridad entre pueblos y gobiernos amigos para su obtención. Para fortuna nuestra, la llegada del hermano Presidente, hace retomar protagonismo a la lucha contra el Covid19 que parecía desaparecida hace apenas una semanita. La tendencia de casos, indica que hay un repunte en número de casos que debe obligar a los CDI a retomar su rol de Centros de Salud Pública y Gratuita. Rol, que no deben perder nunca más. Esperemos y aspiramos, que muy pronto podamos asistir –nuevamente- al CDI para colocarnos nuestra cuarta dosis anticovid19, y no tener que asistir a un centro de consumo capitalista tan salvaje, como son esas farmatiendas.
El pasado 02 de junio, la gerencia de CANTV informaba de la creación de un puesto de comando para atender las denuncias de sus usuarios y/o usuarias en un supuesto tiempo real. La responsabilidad de dicho comando estaría a cargo del presidente de Cantv, G/D Jesús Aldana, según la nota de prensa. Así respondía la gerencia de la empresa a las exigencias que les había formulado el propio Jefe de Estado, Presidente Constitucional Nicolás Maduro, quien se hizo eco de las denuncias formuladas por el propio Poder Popular con quien se reunía en Lídice, Comuna Socialista Altos de Lídice, ubicada en la parroquia La Pastora en Caracas. Fue enfático en exigirle a la gerencia de CANTV que: «Escuche los problemas que la gente tiene, escuche las soluciones que proponen y vamos a transformar Cantv». Les orientó: «Vamos a atender al pueblo directamente ante la denuncia, la alerta y la necesidad», exhortándolos a «gobernar de la mano de las comunas, consejos comunales y Poder Popular porque sabe cuáles son los problemas y las soluciones». Ordenándoles a que «Cantv se ponga a un nivel de eficiencia máxima» en aras de garantizar que sus oficinas tengan la capacidad de brindarles respuestas oportunas al pueblo en tiempo real. Denunció, lo que era una realidad inocultable, que: «la gente va a las oficinas y no les dan respuestas, y las averías se quedan ahí», y en ese sentido, instruyó resolver en máximo ocho días las averías, pero planteándoles la meta -al corto plazo- que la solución a las averías se responda y solucione en un máximo de 72 horas. El caso es, que las palabras del Presidente Nicolás Maduro, le entraron por una oreja y les salió por la otra a los gerentes de dicha empresa de propiedad pública, sin que hubieran comprendido -en lo más mínimo- la exigencia presidencial. CANTV, continúa en modo –saboteo- de la gestión presidencial. Y esto, lo afirmamos en conocimiento de causa pues éste es el cuarto mes consecutivo que, a mitad de mes, dicha empresa nos corta el servicio de internet en nuestra residencia. Una acción delictiva, sin dudas. Con posibilidad de reanudación solo a final de mes, cuando la empresa facture el mes completo y se le cancele lo exigido por la empresa, que –por cierto- cada mes sube más y más. No quedando otra opción al usuario o usuaria que pagar por un servicio cada mes menos bueno, por no decir: malo, malo. Por fortuna, CANTV no ha saboteado el servicio telefónico que, aún está activo desde mediados de mes. Y siguen en lo mismo, no hay respuesta en los teléfonos previstos para los reportes de averías. Todo el tiempo, lo pasan ocupado y si respondan, te atienden un ratico, te marean hasta que la llamada se corta. Lo que desmiente la supuesta creación de un comando de atención de denuncias. Lo cierto es, que dicha empresa se ha convertido en un problema de marca mayor, tal parece que a su interior reinara el caos y la anarquía, tal cual se tratara de una empresa fallida, que reclama autoridades que pongan orden internamente y recuperen su funcionalidad en los términos que está exigiendo el Presidente de la República y el pueblo en general: un servicio «a nivel de eficiencia máxima», como se lo merece un pueblo heroico como lo es el venezolano. Tal pareciera, que un tsunami en los altos mandos, le hace mucha falta a dicha empresa a ver si se endereza pues este pueblo está harto de los actuales cuadros gerenciales, no aguantarían un referendo revocatorio…