"Servirse de un cargo público para enriquecimiento
personal resulta no ya inmoral,
sino criminal y abominable". Fin de la cita.
Cicerón.
El oportunismo comercial-politiquero-invasor, acude a las miserias humanas para prosperar.
Estos oportunistas empresariales, junto a los alacranes, politiqueros, y comerciantes campesinos inmigrantes árabes, y chinos ilegales, son los más destacados padres del estrangulamiento económico del pueblo venezolano, están consiguiendo que lo políticamente imposible, se haga políticamente inevitable a esta tragedia económica, la democracia venezolana entró en un estado de hibernación consumándose la etérea lucha de clases en una abrumadora victoria de los ricos legitimadores de capitales como: bodegones e hipermercados, tiendas de ropas, electrodomésticos, farmacias, markets, panaderías, restaurantes, ventas de vehículos, estaciones de servicios etc. En todo el territorio venezolano.
Este liberalismo económico con dineros de dudosa procedencia, y la nueva explotación moderna, y de esclavitud de la juventud trabajadora venezolana, parecieran ser parte del "final de la historia" son incompatibles con lo que fue la democracia venezolana del siglo XX, donde había oportunidades para todos, y nadie emigraba, por la selva del Darién. Hoy en el año 22 del siglo XXI, la explotación de los menesterosos no se compadece con el respeto a los derechos y libertades cívicas, ni la honestidad es ya un precepto de índole moral sino un costo de la explotación humana y, por lo tanto, ha eliminado, el aumento de la eficiencia, y el beneficio personal, producto del trabajo digno, para la recuperación de las industrias venezolanas, totalmente destruidas.
La honestidad en Venezuela no es ya un precepto de índole moral sino un costo de la explotación humana, y, por lo tanto, han eliminado, el aumento de la eficiencia, y el beneficio, por esto 7000.000 de venezolanos han huido del país.
Cuando cayó el Muro de Berlín, y se derrumbó la Unión Soviética, todo parecía presagiar, que la hegemonía capitalista emplearía toda su aparataje simbólico, y material solamente en la explotación de las mayorías sociales, empero, la invasión de la Rusia de Putin a Ucrania, se ha recrudecido por el control del mundo que ya no es alumbrado por ninguna afinidad ideológica sino por el temerario propósito de hacer dinero, plagiando todo tipo de productos, al peor estilo chino. Los estalinistas planetarios padecen de una aberrante obsesión económica. Parten de la premisa de que incluso los problemas no económicos pueden solventarse con remedios económicos no convencionales. Quizá esto pueda describir con mediana claridad, del fracaso en la guerra de Ucrania, de la chatarra militar rusa, cuyo ejército se suponía uno de los más eficaces del planeta.
Existe una guerra fría, que se ha recrudecido por el control de un mundo sin fronteras, que ya no es guiado bajo los parámetros de alguna afinidad ideológica sino por el temerario propósito de hacer dinero.
Hay que tener en cuenta que este nuevo nazi-fascismo es una etapa minúscula de la sociedad humana. En realidad, nunca ha existido el capitalismo, lo que siempre ha existido son variantes del capitalismo de Estado. La razón es que el capitalismo no narcotraficante, se ha autodestruido. De este modo, esta nueva clase empresarial corrupta, apoyada por una fuerte intervención estatal militarizada, y parasitaria que los ayuda a masacrar a la sociedad, bajo el efecto destructivo de los dineros sucios del mercado. A menudo es este mundo de comerciantes delincuentes, los que hoy llevan la delantera porque no quiere que se les acabe todo su negocio, y logre abrirse paso dentro de este mierdero de una nueva clase política, talentosa, y con altos valores éticos, y morales, que le ponga fin a este desastre.
La clase corrupta empresarial siempre bajo una fuerte protección estatal, que los protege para que masacren a la sociedad con unos efectos destructivos, con sus tendencias especuladoras del mercado.
No es lo mismo dar la vida por la libertad, la justicia, y la igualdad, o por algún otro alto ideal, como fue el caso de la victoria de la patria de nuestros libertadores, por nuestra independencia, y hoy pasamos a ser unos gûataneros de los intereses materiales de una mafia de extranjeros influyente, y extractiva. Estas plagas de comerciantes extranjeros carecen de la suficiente epicidad para construir las heroicidades que todo ejército como el libertador de la patria necesita. La crisis de Venezuela demuestra que la gestión de los equilibrios internacionales por parte de los nuevos aliados ajenos a nuestra idiosincrasia, demostrando de hecho la incapacidad de organizar el caos que genera la nueva versión de este nuevo clásico de statu quo de enchufados.
Estos comerciantes invasores explotadores se reinventan ahora desde una dimensión exclusivamente narco capitalista superando, por aceleraciones históricas en acumulación, la pragmática creencia de que el interés privado, y las brutales transferencias de las rentas del trabajo del joven trabajador venezolano explotado, a las rentas de su sucio capital, aumentando la exclusión social de las clases más desfavorecidas, y la absoluta libertad del trasiego lavador financiero, sería el galvanizador propiciatorio de una comunión teocrática basada en un pensamiento fundamentalista, garante ideológico del control de las riquezas venezolanas por unas minorías organizadas y apoyadas por militares inescrupulosos. Sin embargo, su egoísmo en el reparto del botín, produce el que tenga que haber rapiña, y bandas buenas y malas, en el reparto del botín. Las mafias empresariales siempre acuden a las miserias humanas para prosperar.